Ciudad

El Zaidín abre sus fiestas mirando al cielo

  • El pregonero de este año, Fernando Díaz de la Guardia dedicó su discurso al barrio, al rock y al fútbol en la entrega de los Gorriones de Plata

Casetas, atracciones, algo de frío y nubes amenazantes que llegaron a descargar algo de lluvia por la tarde-noche fueron los protagonistas de la primera jornada de las fiestas del barrio del Zaidín-Vergeles, que como cada septiembre –aunque algo tibio de ambiente debido a la amenaza de lluvia (a la hora del cierre de edición)– llegan hasta las calles granadinas para sacar el color de que este barrio con entidad propia.

Las celebraciones populares arrancaron al inicio de la mañana, con actividades como la feria del mediodía o espectáculos flamencos, pero no fue hasta que llegó la hora del pregón de las fiestas cuando se dio el pistoletazo de salida a la celebración.

Este año el encargado iniciar con sus palabras las celebraciones fue el periodista de Canal Sur Fernando Díaz de la Guardia, comunicador nacido en Granada y cuya profesión le ha llevado a recorrer este barrio casi calle por calle.

En su discurso, aseguró que su relación por el barrio tiene dos pilares fundamentales: el rock and roll y el fútbol. El primero de ellos porque tuvo la ocasión de participar en 1996 en la edición del Zaidín Rock, el festival de música gratuito más longevo de Europa.

Junto con unos amigos formó el grupo Christiania (en homenaje a la comunidad hippie de Dinamarca), y tocó en el escenario del barrio granadino. Además también comentó que el primer concierto al que asistió fue precisamente en este barrio, en el año 90 y con los acordes de la banda TNT.

Sobre el fútbol, su relación con el barrio es máxima, y más siendo sede del Estadio Nuevo Los Cármenes, en el que De la Guardia ha transmitido muchos partidos del Granada CF. Algo que no olvida como un gran futbolero que se define.

En sus palabras también quiso hacer un guiño al “carácter reivindicativo” que siempre ha tenido el Zaidín y que forma todo un “paisanaje”, en el que se mezcla su forma de ser con su estructura. También hizo referencia al reportaje que Granada Hoy publicó el pasado 24 de mayo, bajo el titulo de En el Barrio de las Sonrisas, y que define la forma de ser del Zaidín.

En este pregón estuvieron presentes el alcalde de Granada, Luis Salvador, los concejales municipales Sebastián Pérez y Francisco Cuenca y el presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, entre otros políticos de la ciudad y altos cargos de la ciudad.

Ellos también asistieron acto que tuvo lugar a continuación y que tiene también su propio ADN, la entrega de premios Gorriones de Plata 2019, que este año fueron otorgados al entrenador de fútbol Juan Carlos Gómez Salmerón, a Adela Carricondo Rodríguez, al voluntariado del Banco de Alimentos de la Asociación Vecinal Zaidín-Vergeles, a la investigadora Antonina Rodrigo García y a título póstumo a Angustias Delgado García.

El primero de los premiados recogió el galardón por “la gran labor realizada en el campo del deporte y en la formación de los jugadores de los equipos de fútbol”. A Carricondo Rodríguez se le otorga el galardón por su labor durante 30 años en el C. P. A. Zaidín, en el que siempre ha procurado dar respuestas a las demandas y necesidades a las personas mayores del barrio.

El voluntariado del banco de alimentos recogió el Gorrión de Plata por su trabajo desinteresado y comunitario con los sectores mas desfavorecidos del barrio en una necesidad tan básica como la alimentación.

La intelectual Antonina Rodrigo García recogió el premio por su labor de investigación y estudios de la Historia de España, y a título póstumo se le entrego el Gorrión de plata a Angustias Delgado, por su gran compromiso y voluntariado con el barrio desde la Asociación de Vecinos y el Centro Cívico.En la zona ferial el ambiente era menos festivo. Las gotas de lluvia que cayeron intermitentemente hicieron efecto disuasorio y las fiestas no sé disfrutaron como siempre. No fue necesario cortar las calles al paso de los vehículos, no hubo gente haciendo botellón e incluso muchos columpios estaban apagados y no resonaban con fuerza los éxitos de Camela.

La gran mayoría de las atracciones fueron cerradas y solo había gente en los columpios adolescentes, los pocos que quedaron abiertos fueron los coches de choque o la olla.

En las casetas municipales el ambiente era igual. El frío ambiente hizo que la gente se quedara en casa y no salieran a disfrutar de la fiesta. Solo algunas decenas de personas se animaron a disfrutar de un entorno que, con la mejora del tiempo durante los próximos días, puede ser que resurja y vuelva a hacer gala de la marcha zaidinera.

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