Cierra el mítico quiosco de pan de la plaza de la Mariana: un adiós temporal a la panadería Geni
Un cartel fijado en la persiana reza un "cerrado por enfermedad, disculpen las molestias"
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Cientos de vecinos y paseantes diarios de la zona de la plaza de Mariana Pineda están actualmente huérfanos de su dosis diaria de pan y dulces de Alfacar. La panorámica de la céntrica plaza ha cambiado desde hace unas pocas semanas, momento en el que sus clientes empezaran a ver un cartel fijado con celo en la persiana del quiosco de la panadería Geni que reza un "cerrado por enfermedad, disculpen las molestias".
La foto fija: una larga cola de clientes
La larga cola que se organizaba frente al quiosco (siempre nutrida, a cualquier hora del día) ha sido la foto impertérrita que desde hace décadas generaba este histórico establecimiento. Todo el que paseaba o se encaminaba al trabajo ha podido ver esa ventanita abierta en el madrugador espacio de la plaza a través de la que se intercambiaban barras de pan o dulces caseros famosos en toda Granada.
Horno moruno de leña
La Panadería Geni elabora su pan de Alfacar en horno moruno de leña que hace que su sabor sea inconfundible y que su fama, de hecho, trascienda incluso las fronteras de lo granadino más castizo. Ha llegado a entrar en plataformas de valoración del mundo panadero como la web Panaderíaparte, en la que dedican cuidados artículos al arte de la harina y el horno y guardan valoraciones de las mejores panaderías de toda España.
Entre ellas aparece una mención a la de Geni, de la que dice que "la decoración es sencilla pero encantadora, con un aire rústico que te hace sentir como en casa" y reseñan, cómo no, la calidad y variedad de su producto.
Qué dicen de su pan
En el artículo dedicado al quiosco de Mariana Pineda dedican esta cariñosa reseña: "La experiencia en Panadería Geni fue más que solo comprar pan; fue una experiencia gastronómica. Cada bocado del pan de pueblo me transportó a una época en la que el pan se hacía con amor y dedicación. Los croissants estaban perfectamente dorados, con una hojaldrada que hacía que cada bocado fuera un deleite".
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