La suerte de la Lotería del Niño pasó de largo de Granada. Una suerte que a nadie le amargaría y que ayudaría a subir la cuesta de enero y muchas otras, aunque la verdadera Diosa de la Fortuna es la salud por la que brindaron por otro año más las familias granadinas en un día tan especial como el de los Reyes Magos en el que mandan por encima de todo la tradición y la ilusión desbordante de los más pequeños.

El radiante sol permitió a los niños estrenar sus juguetes en la calle porque como demostró la estampa del Paseo del Violón y de otras plazas y placetas de la ciudad todavía hay espacio para bicicletas y patinetes –siempre con casco–, para algún balón y para juguetes de toda la vida. Porque las ruedas (y los ruedines), los patinetes sin motor, las equipaciones de fútbol, los muñecos sin botones y hasta los disfraces siguen siendo regalos que hacen tanta ilusión a otros como videoconsolas o los artilugios tecnológicos que arrasan, dicho sea de paso. Lo que también provoca que haya menos niños en las calles que en épocas pasadas pese a la resistencia de los que no pueden resistir sacar sus nuevas ‘herramientas’ a la calle al rato de haber hecho trizas el papel de regalo.

El disfraz de Flash, un regalo muy especial

El ejemplo claro es el de Mateo González, quien ayer se enfundó su traje de Flash y fardó de ser el más rápido del lugar con máscara y collar incluidos. Además, para la próxima ocasión tiene claro que quiere el Monopoly España porque los juegos de mesa como el propio Monopoly para millenials, el Trivial, el Party en sus diferentes ediciones o los tradicionales juegos de cartas reconvertidos ahora en Virus siguen teniendo mucho tirón.

Como no pierde comba Harry Potter, una serie que sigue traspasando generaciones y cuyo merchandising en todas las formas habidas y por haber (ropa, agendas, libros ad hoc, batas, zapatillas, gafas, tazas, videojuegos) han vuelto a estar entre lo más vendido esta Navidad.

El Rey Mago preferido de Mateo es Baltasar, como el de la mayoría de los andaluces según una reciente encuesta. Baltasar junto a sus 'colegas' Melchor y Gaspar fue repartiendo los regalos en casas como las de Mateo, quien con su hermana Julia se encargó la noche de antes de preparar el roscón y los otros preparativos para que sus Majestades de Oriente cumplieran con su parte del trato.

Y así fue como el traje de Flash, que Mateo no se quitó hasta irse a dormir, o las peticiones de Peppa Pig de Julia se hicieron realidad y ambos pudieron lucir regalos antes de la vuelta al cole que tendrá lugar mañana.

Un regalo de Peppa Pig

Un regreso con ilusión, incluso para los mayores a los que aparte de los atractivos tecnológicos también les cayeron esos regalos típicos como los calcetines, las camisas o las zapatillas de casa que vienen bien para afrontar un 2020 en el que hará falta tener las baterías bien cargadas ya desde el mes de enero. Hoy, por lo pronto, empezarán a llenarse poco a poco los gimnasios de toda Granada ávidos de personas que querrán sentirse mejor consigo mismas y bajar los excesos navideños o, al menos, intentarlo que para eso hay que apuntarse primero.

Para ello tendrán que huir de la tentación de acabar los restos del roscón, otra tradición intacta y mejorada con las elaboraciones a base de trufa y en el que el único elemento de discordia sigue siendo la fruta escarchada que no le gusta a nadie... o casi nadie. Los debates sobre el mejor roscón y sobre si hay que tomarlo la noche de antes o en la mañana coronan otro ritual en el que por lo general el que mastica el haba nunca acaba pagando. Mejor ahorrar para la cuesta de enero y para poder hacer algún viaje este año.

El roscón, la última tentación antes de la vuelta a la rutina