A Cappa y espada

El 2+2 en la Alcaldía de Granada, pendiente de Isabel Díaz Ayuso

  • Sebastián Pérez esperará a que se aclara el panorama político tras las elecciones en la Comunidad de Madrid para salir a escena y reclamar la Alcaldía

El 2+2 en la Alcaldía de Granada, pendiente de Isabel Díaz Ayuso

El 2+2 en la Alcaldía de Granada, pendiente de Isabel Díaz Ayuso

Cuentan que Sebastián Pérez también es aficionado a las series, como Pablo Iglesias, y ha visto todas las temporadas de Gambito de dama. Obviamente aquí acaban las similitudes, pero lo cierto es que el concejal popular y ex de un buen número de cargos prepara una jugada maestra. Y seguramente no será un jaque pastor, el más obvio, y que sería que Sebastián terminara apoyando una moción de censura a favor del socialista Paco Cuenca si Luis Salvador se enroca en la Alcaldía.

De momento está ojo avizor con lo que pueda pasar tras las elecciones a la Comunidad de Madrid y, cuando pase la resaca electoral, en las primeras semanas de mayo, ofrecerá una rueda de prensa para recordar, si alguien lo había olvidado, que pactó un 2+2 y que toca traspaso de poderes en junio. Y el que tiene que cumplir los dos últimos años como alcalde es él y en ningún caso aceptaría que otro hombre de su partido, léase César Díaz o Luis González, tomara el bastón de mando como un plan b del 2+2. 

Y está a la espera de los resultados electorales en Madrid porque, además de tener una cordial relación con Isabel Díaz Ayuso, que ha visitado de forma frecuente Sierra Nevada,  entiende que si Cs se acaba diluyendo definitivamente, el partido y Teodoro García Egea, otro asiduo esquiador,  tendrán que tomar cartas en Granada. 

El cisma abierto en el congreso provincial de los populares en Sevilla ha acabado por confirmar las tiranteces, por decirlo suavemente, entre San Telmo y Génova -a la espera de que vendan la sede-. En este contexto, Juanma Moreno y Elías Bendodo jugarían con dos escenarios de su agrado: que Salvador continué en la Alcaldía o que Sebastián acabara apoyando a Cuenca, lo que les valdría para quitarse de en medio al actual alcalde, al que quiere serlo y a la actual corporación. El escenario perfecto para el aterrizaje como candidata a la Alcaldía en 2023 de Rocío Díaz o Marifrán Carazo, de la que dice Juanma Marqués que se le está poniendo cara de alcaldesa.

¿Moción de censura?

Y a estas alturas Sebastián Pérez no piensa ni por asomo regalar favores. Así que sigue a la expectativa porque el apoyo a Cuenca, el voto que ganaría la moción de censura con el apoyo de Podemos-IU, podría salir de un Cs en descomposición. Desde luego este voto no vendría de Manuel Olivares, íntimo de Fran Hervías y que parece destinado a entrar a formar parte del PP.

El socialista podría aprovechar el guirigay que se va a formar en el Ayuntamiento para aparecer como el salvador -sí, es adjetivo poco apropiado- ante el descontrol municipal, con lo que podría retornar al despacho de la Alcaldía con un sólido relato bajo el brazo. Y, además, ante el rumor de que una importante mujer de la sociedad granadina pudiera estar pensando en disputarle la candidatura del PSOE en las próximas municipales, cercenaría esta posibilidad porque se aseguraría repetir en 2023 como cabeza de lista si lo hace desde la zona noble de la plaza del Carmen. 

No hay que olvidar que Cuenca es el portavoz del PSOE desde 2011, que ya ha encabezado las listas en tres elecciones, ganando las últimas además, pero con esta larga trayectoria es lógico que al menos se abriera un debate sobre la necesidad de renovar el rostro de los carteles electorales. De esta manera frenaría en seco cualquier rebelión a bordo.

Guiños al sector de Juanma Moreno

Y es que, además, Fran Hervías es ahora la mano derecha de García Egea en el PP nacional, y si puede echarle una mano a Luis Salvador será al cuello. El secretario general del PP ha visto como el presidente provincial del PP, Francisco Rodríguez, está haciendo guiños al sector de Juanma Moreno y parece que permitirá el cese de un asesor municipal, José Pino, que es un hombre de confianza de Pablo Hispán y de José Robles.

En todo caso, Sebastián Pérez no ha hablado con Paco Cuenca de una posible entente y, en el último año, tampoco ha cruzado palabra con Juanma Moreno y con García Egea, mientras ultima un libro sobre los oficios perdidos en Granada. Pero no se trata de una autobiografía tras dejar la presidencia del partido, la Diputación, el Senado o el Área de Contratación en el Ayuntamiento. Lo que mantiene es su fino olfato político y, sobre todo, la memoria. No olvida a los que no hace mucho tiempo buscaban su complicidad llamándole amigablemente Sebas y ahora se dirigen a él como “el señor Pérez”, aunque su entorno insiste en que no se trata de que quiere ser el ángel exterminador, simplemente busca que se cumpla la palabra que se dio la mañana de un 15 de junio en el hotel Meliá.

Eso sí, mantiene una relación tangencial con Macarena Olona, a quien considera una persona seria, y que guarda un mensaje de guasap de César Díaz, que fue el interlocutor del PP con Vox en las negociaciones por la Alcaldía de Granada, en el que le confirmaba que se había llegado a un acuerdo de 2+2. Igual, pero al revés  que el guasap de García Egea que exhibía Fran Hervías en su momento para defender los cuatro años de Salvador en el Ayuntamiento. Este eventual apoyo de Vox a sus aspiraciones a la Alcaldía tendría su importancia cuando, presumiblemente, los de Santiago Abascal se conviertan en socios prioritarios del PP tras las elecciones en Madrid.

Las opciones del alcalde

Se habla de la política líquida actual, pero en Granada pasará al estado gaseoso en unas semanas. Y nada une más que un enemigo común. De hecho, Sebastián ve ahora a Bendodo y Moreno como los grandes urdidores de su caída en desgracia y deja convenientemente de lado a la dirección nacional. Mientras, el otro protagonista de Callejón sin salida, el actual alcalde, sigue en sus trece y asegura que acabará el mandato.

Si no hace una pirueta antes, en 2023 se le antojan pocas salidas políticas, si acaso repetir como candidato de Cs y, si consigue representación, poder ser de nuevo decisivo para conformar gobierno. Optar al Congreso o al Senado por la formación naranja parece ciencia ficción y también podría probar suerte en las elecciones andaluzas. Pero, eso sí, parece que tiene tantas posibilidades para ser alcalde en 2024 como el candidato de PACMA.

 

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