El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, centró  su mensaje institucional de fin de año en las dificultades que aún entraña la crisis económica y apeló a la confianza de los ciudadanos "en un momento difícil que exige reformas", a lo que sumó la exigencia de que "todas las administraciones, todos los partidos políticos y la sociedad civil en su conjunto arrimemos el hombro para fortalecer a Andalucía y a España".

Este llamamiento a la necesidad de las reformas (en plano corto en televisión) sucedió en el discurso de Griñán al reconocimiento que mostró hacia los empleados públicos, tras las protestas que han protagonizado los funcionarios en contra del decreto de reordenación del sector público.

El presidente andaluz se refirió a ellos como los "auténticos motores de la Administración" por su labor en la sanidad, la educación o los servicios sociales y reiteró su "compromiso con lo público". En un mensaje grabado y emitido ayer noche por Canal Sur Radio y Televisión, Griñán hizo acopio de mensajes alentadores hacia la confianza en que 2011 sea "un año de oportunidades" tras un 2010 "que ha sido muy difícil para todos".

El presidente de la Junta se puso del lado de "aquellos que han visto truncados sus proyectos vitales por la crisis económica", en especial los desempleados y los jóvenes.Tanto el inicio como el final de su discurso lo dedicó Griñán a la preocupación del desempleo, que a la espera de los datos cerrados de diciembre, roza el millón de parados en la comunidad (921.300 en noviembre). "Crear empleo es nuestra prioridad, la que guía nuestras actuaciones y políticas", fijó Griñán, que añadió que "sé que en estos momentos complicados, es difícil mantener la confianza, pero sin ella, sin la confianza, ni podremos conseguir las metas que nos hemos fijado". Hasta en ocho ocasiones aludió el presidente a la confianza, que reiteró al final de su mensaje, fijándose en las empresas innovadoras, las universidades "punteras", la inversión tecnológica y la capacidad de la comunidad.

Todo ello para "ser capaces de dejar atrás estos tiempos de incertidumbre". El presidente evitó en este discurso navideño, su segundo tras la sucesión por Manuel Chaves, hacer una referencia concreta a la salida de la crisis, tras apreciar el pasado año que "lo peor de la crisis ya ha pasado" y notar "señales de recuperación". Los acontecimientos posteriores, sobre mayo con la crisis del euro y todo lo que vino después en forma de recortes y descenso en la inversión autonómica, chafaron el vaticinio. Esta vez Griñán comentó, sin más, que Andalucía "está preparada para salir pronto de la crisis y en las mejores condiciones".

Sin euforia pero también sin autocrítica a la gestión de su gobierno o el de Rodríguez Zapatero, Griñán culpó a la crisis de haber sembrado la desconfianza en la política. Los políticos han escalado posiciones en el ranking de principales preocupaciones que perciben los ciudadanos. "Es fácil caer en el desencanto cuando sólo se percibe el enfrentamiento estéril o el interés particular", indicó Griñán. Por ello, el presidente urgió a "restaurar el prestigio de la política, porque persigue el bien común".

Griñán concluyó con los objetivos para 2011: luchar contra la crisis y el desempleo y se mostró seguro de "darle la vuelta a esta situación, sin descanso, con humildad, firmeza, seriedad y valentía. Dando siempre la cara". En esta responsabilidad incidirá también el PSOE en 2011 para darle la vuelta a unas encuestas cada vez más desfavorables a sus intereses electorales.