La Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Mayor Consuelo está de enhorabuena, pues celebra este año el 50 aniversario de su fundación y el 25 de la llegada de la Virgen, y lo quiso hacer con un especial encuentro, en el convento de las Reverendas Madres Nazarenas, en el que las monjas cantaron el Mater Dolorosa junto al Gran Poder, la otra procesión que tuvo lugar ayer en la Semana Santa motrileña.

A las ocho de la tarde se inició el recorrido del Cristo de la Salud, con su tradicional salida de la iglesia de la Victoria de los Padres Agustinos, momento de especial emoción en la Semana de Pasión, pues esta imagen es la que cuenta con más devoción entre los motrileños. De ahí que centenares de personas se agolparan en la plaza de San Agustín.

La imagen del Cristo en la Cruz, portada por una decena de costaleros a brazo alzado, abandonó el templo bajo una lluvia de pétalos que sobre él caían, dejando una de las instantáneas más emotivas de la Semana Santa motrileña.

A continuación salió Nuestra Señora del Mayor Consuelo, llevada por más de 40 portadoras en trabajadera granadina, que tuvieron que salir a gatas del templo. Las voces del coro rociero 'Al Compás del Camino' le pusieron un año más la música y la voz a la salida de los titulares ante el silencio del público.

Con entrada en carrera oficial a las 21:00 horas, regresó a la iglesia de la Victoria de los Padres Agustinos sobre la una y media de la madrugada.

Al filo de la medianoche, la Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor, en su horario de salida tradicional, abandonó la casa de hermandad en el callejón de las Monjas e inició su eterna 'madrugá'. El copatrón de la ciudad de Motril pasó por la carrera oficial a las 3 de la mañana y se recogió cerca de las 6.