Cómic

Odisea cósmica

  • Mi nombre es Ruthye Marye Knoll. Tú mataste a mi padre… ¡Prepárate para morir!

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

La joven protagonista de esta historia abandonó la infancia de la manera más dramática y súbita que podemos imaginar, contemplando el inerte cuerpo sin vida de su progenitor que, tras unas palabras con un tipo de poco fiar, un tal Krem, había sido asesinado sin ningún tipo de miramiento.

La única prueba de la maldad del agente real se encontraba clavada en el pecho del finado, en forma de afilada espada, arma que desde entonces la joven Ruthye portaría consigo hasta que consiguiera dar con el criminal.

Lo que ella desconocía era que, más allá de la casa donde se crio, el mundo era terriblemente duro y engañoso, y tras intentar conseguir la ayuda de un traicionero cazarrecompensas, la fortuna y el azar la rozarían, ya que en una taberna su destino iba a cruzarse con el de cierta joven kriptoniana que estaba celebrando su veintiún cumpleaños.

Sí, sin querer entrar en más detalles, ya que este viaje merece que lo realicemos con ojos nuevos, Supergirl se convertirá en esa compañía que, a través de un buen puñado de mundos, todos muy diferentes entre sí, ayudaría a la joven en su búsqueda.

Pero claro, las cosas no les van a ser nada fáciles, ya que para que Kara pudiera celebrar del todo su aniversario tuvo que exponerse a un planeta donde hubiera un sol rojo, hecho éste que la convierte en casi humana, con sus poderes desvanecidos y acompañada por el fiel can Krypto que se encuentra en la misma situación, por lo que el primer cara a cara va a ser de lo más dramático y mostrará a la superheroína el verdadero y cruel rostro del escurridizo Krem, que la convierte a ella y a su perro en auténticos alfileteros…

Nada será fácil en este periplo, y por muy lejos que se encuentren en el cosmos, iremos repasando el viaje con la prosa en forma de diario de Ruthye, que arribará con su compañía en lugares que esconden oscuros secretos y otros donde la supervivencia es una quimera, aunque poco a poco irán estrechando el cerco sobre su perseguido que, en un momento dado, necesitará la ayuda de unos inesperados cómplices de maldades.

Hay ocasiones en los que algunos equipos creativos parecen tocados por una invisible varita mágica, consiguiendo gracias a la conjunción de sus talentos crear una historia única, que va a perdurar en el tiempo como un auténtico clásico moderno. Y Tom King, junto a Bilquis Evely lo han conseguido, mostrándonos a Supergirl como nunca antes la habíamos visto, enseñando esos otros perfiles que no suelen verse en los cómics de superhéroes, ya que aquí habrá momentos para el cansancio, la fragilidad, el dolor… Pero también para el humor y sobre todo el compromiso, la valentía de unas protagonistas que llegarán a saber que tal vez la venganza no lo sea todo.

O tal vez sí.

Destacar, como no podría ser de otra manera, el apabullante trabajo de la brasileña Bilquis Evely que, apoyada por el color de Mateus Lopes, consiguen trasladarnos desde la primera página a esos otros mundos, con un estilo gráfico espectacular, muy personal, poseedor de un bello barroquismo, que llevó al éxito a este cómic en el que, como ya nos tiene acostumbrados, el guionista Tom King sabe enseñarnos esa otra cara, más humana, de estos personajes de ficción.

Abrochaos el cinturón, ya que este viaje va a comenzar, y os aseguro que no tiene desperdicio.

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