El Manchester City conquistó ayer la Copa de la Liga inglesa (Capital One Cup) al remontar en la final en Wembley (Londres) un gol en contra del Sunderland gracias a los tantos en el segundo tiempo del marfileño Yaya Toure, el francés Samir Nasri y el español Jesús Navas (3-1).

El italiano Fabio Borini había puesto por delante al conjunto del uruguayo Gustavo Poyet en el minuto diez, aprovechándose de la defensa adelantada del City, pero los de Manchester le dieron la vuelta al partido con dos goles en apenas un minuto poco después del descanso y sentenciaron el duelo con un contragolpe cerca del 90 que culminó Jesús Navas.

Es la tercera Copa de la Liga en las vitrinas del City, que ya ganó el torneo en 1970 y 1976, y supone el primer título que levanta el chileno Manuel Pellegrini desde que tomó las riendas del club el pasado verano. Los de Pellegrini saltaban al campo con la confianza reforzada por el regreso del argentino Agüero, que reaparecía después de más de un mes lesionado.

El City estaba tan adelantado y concentrado en tratar de adelantarse cuanto antes que otorgó la oportunidad al Sunderland de dar un golpe de efecto al partido cuando apenas habían pasado diez minutos del silbido inicial.

Fernandinho perdió un balón en la zona de tres cuartos. El cuero llegó a las botas del inglés Adam Johnson, que desde más allá del medio campo trazó un larguísimo pase hacia Borini, que se adelantó al defensa Vincent Kompany para marcar.

Poco después del descanso, el balón llegó a los pies de Toure. A treinta metros de la puerta de Mannone y sin presión por parte de la estática defensa del Sunderland, el marfileño descerrajó un tiro con la diestra dirigido a la escuadra izquierda. El City supo aprovechar el golpe psicológico y apenas un minuto después cambió definitivamente la historia del partido con su segundo tanto. Agüero se encontró con espacio por la banda izquierda y avanzó hasta lanzar un centro que se paseó por el área de Mannone hasta que llegó a las botas de Nasri, que conectó un potente tiro ajustado al palo izquierdo que significo el 2-1. Ya cerca del final, con el Sunderland volcado, Jesús Navas sentenció en un contragolpe.