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Hacen falta 'once Irineys'

  • El mediocentro brasileño, que mañana se medirá a su antiguo equipo, el Real Betis, afirma que será un partido muy "especial" en el que el conjunto rojiblanco "tiene que salir con mucha tensión"

Si hay algún jugador que defina el espíritu guerrero en el Granada ese es Iriney. El brasileño es junto a El Arabi, que ha despertado en las últimas jornadas, el fichaje que mejor ha rendido en lo que va de campaña. Mañana se medirá a su antiguo equipo, el Real Betis, en un partido que el mediocentro rojiblanco calificó como "especial", pero en el que no quiere ser sobrepasado por la situación de volver a la que fue su casa: "Colectivamente tenemos que salir con mucha tensión y disfrutar sabiendo que va a ser muy difícil".

Iriney estuvo en el Betis tres temporadas, en las que jugó 100 partidos, anotó 3 goles, fue capitán y consiguió un ascenso. Un paso por el conjunto verdiblanco que definió en una entrevista en el medio Al final de la palmera como "muy feliz y con recuerdos imborrables". En esa conversación, el futbolista brasileño afirmó que le gustaría que corearan su nombre en el Benito Villamarín. Ayer, no obstante, se mostró más cauto y aseguró que "yo respetaré porque el público es el que paga".

El pivote del Granada elogió la situación actual de su ex equipo, del que dijo que "si está ahí es por sus propios méritos" y subrayó que "los goles mandan". Sobre el conjunto de Pepe Mel manifestó que "es un equipo joven, complicado y al que tenemos que respetar al máximo, pero temer nunca". En esa línea, el jugador de Humaitá afirmó que "somos hombres y tenemos que ir con las ideas muy claras, afrontar el partido con naturalidad y hacer las cosas bien para ir a por la victoria".

Al ser preguntado sobre un posible punto débil del Betis, Iriney expresó que lo que hace flaquear a cualquier equipo es "salir al campo y no mirar a los ojos del rival, no apretar los dientes y no enseñar tus garras para ir a por el partido". El jugador suramericano recordó el buen partido que realizó el conjunto rojiblanco la temporada pasada en el coliseo bético: "Me acuerdo lo que hizo el Granada porque yo estaba enfrente y fue a por el partido desde el principio".

El futbolista brasileño indicó que "sabemos que tenemos muy buen equipo" y que "con la mente limpia y fe en nuestro trabajo" el grupo puede solventar "los malos tragos que estamos teniendo últimamente". Iriney señaló que "en el fútbol todo cambia" y que espera que mañana sea el día en el que el Granada puede "dar la vuelta a la tortilla" al momento actual que está viviendo: "Tenemos una oportunidad bonita, en un gran campo con mucha gente. Es un espectáculo perfecto para que la cosa cambie y que el grupo se fortalezca con esas batallas difíciles, que la gente da por perdido pero nosotros no, porque lucharemos hasta el final".

La plantilla del Granada es consciente de "la rachita mala" que están pasando. Una situación que Iriney aseguró que "puede tener una parte bonita porque, cuando las cosas pintan mal, hay que apretarse el cinturón, unirnos y tirar para adelante". El jugador explicó que puede ser muy beneficiosa "la alegría de remontar y de sacar pecho" si revierten el mal momento.

Por último, Iriney no quiso cargar contra el colegiado Muñiz Fernández por su actuación del pasado domingo en Los Cármenes ante el Athletic, y manifestó que "tenemos que depender de nosotros, no del árbitro ni de los rivales". No obstante, y aunque puntualizó que no era una "excusa", sí dijo que la jugada del penalti de Diakhaté a Aduriz "marcó todo el partido".

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