La Subida al Pico Veleta lo tiene este 2020 muy cuesta arriba. La celebración de la que sería la trigésimo sexta edición de la emblemática prueba en Sierra Nevada está aún en el aire y todo depende de cómo evolucione la situación en las próximas semanas en torno a la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

La organización ha tomado la decisión de aplazar la prueba, de momento sin fijar la fecha. Lo que de momento es seguro es que por primera vez en sus 35 años de historia no se va a celebrar a principios de agosto. Ni al final. Se confía en que la carrera pueda disputarse en septiembre o, incluso, en el mes de octubre. Más allá sería inviable debido a meteorología. 

Otra de las decisiones que ha adoptado la organización de la Subida al Veleta es aplazar la apertura del plazo de inscripción, que estaba previsto para este lunes. En principio, se retrasa por dos semanas, tiempo en el que el comité organizador, encabezado por Enrique Carmona y formado también por José Criado, Sergio Comino y Santiago González, analizará la situación y tomará decisiones al respecto.

Sin tirar la toalla

El principal responsable de la Subida al Pico Veleta, Enrique Carmona, sigue empeñado en "no tirar la toalla" y sigue sin perder la esperanza de que la prueba se celebre a pesar de las limitaciones que se impongan para garantizar la seguridad.

Si finalmente se celebra la carrera en septiembre el sol no lucirá con la fuerza habitual.

A día de hoy, la celebración de la prueba se antoja muy complicada debido a las estrictas normas de seguridad que impone la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), que "además de ser complejas son muy costosas", explica Carmona. El alma mater de la carrera señala que una de las condiciones impuestas que sí se podría asumir la de la limitación de participantes a 200.

La organización quiere dejar claro que de momento la XXXVI Subida al Pico Veleta no se suspende y se confía en que durante las próximas semanas evolucionen positivamente todas las circunstancias relacionadas con la pandemia para que, según señala Enrique Carmona, "se flexibilicen todas las condiciones que se han impuesto para la celebración de las pruebas al aire libre".

Por lo tanto, la organización se da un plazo de dos semanas para estudiar detenidamente los protocolos de seguridad y la viabilidad de una carrera que desde que comenzó hace casi 36 años se ha celebrado de forma continuada y que durante este tiempo ha adquirido un gran prestigio en España y fuera de sus fronteras.

La Subida al Pico Veleta y los 100 Kilómetros de Cantabria-Ciudad de Santander son las dos únicas pruebas de las siete que componen la Liga Española de Ultrafondo (SUL) que se mantienen en sus trece y que aún no se han suspendido.