El Campus Universitario de Fuentenueva, los comedores estudiantiles, facultades como la de Derecho o Medicina, el Hospital Real... La capital rebosa por sus poros ambiente cosmopolita, en gran parte, gracias a la elevada densidad poblacional de alumnos de la UGR. Sin duda, uno de los centros del saber más antiguos de España deja su impronta en muchos de los rincones de la ciudad que lo vio nacer. Y un recorrido por su historia y su tradición fue lo que completaron ayer todos los participantes de la I Carrera Urbana Universidad Ciudad de Granada.

Enclaves académicos, y otros no tanto. La organización preparó un itinerario de 10 kilómetros que condujeron a los corredores por parajes de tal contraste como el Arco de Elvira, Plaza Nueva o la realejeña calle Molinos. Un genuino paseo por los entresijos de una urbe que ha visto nacer y crecer entre sus calles culturas tan dispares como la árabe, la judía o la cristiana. Una mezcla que permite trasladarse en el tiempo, moverse a través de siglos de distancia entre plaza y plaza, o entre zancada y zancada.

Quizá los que competían por la victoria no tuvieron tiempo para reparar en los lares que una vez fueron claves en el devenir de su Granada. Otros, en cambio, los más pausados -no sólo atléticamente-, gozaron de un trayecto por una casco histórico que resplandecía de manera especial merced a la ligera lluvia que había acariciado su asfalto en los instantes previos al inicio de la prueba.

La competición resultó todo un éxito participativo. El 'running' -como les gusta llamar a esta disciplina a los entendidos- está de moda. Y si se cuida el cuerpo con vistas a la Alhambra, mejor que mejor. Quién sabe si dentro de unas décadas, el nuevo campus situado en las postrimerías del PTS se convertirá también en lugar de peregrinación en carreras de este tipo. Por el momento, ya sólo regocijarse entre los parajes actuales de la Universidad bien vale los 9 euros que suponía la inscripción.