No pudo sentarse en el banquillo Fabri González, pero a diferencia de lo que hace Mourinho, el gallego no mandó a Javi García a dar la cara ante la prensa. Acudió con gesto circunspecto, aunque relajado, y no puso ni una sola pega a la aplastante derrota sufrida sobre el verde de La Rosaleda. No podía hacerlo, después de lo visto. Sus palabras fueron las que se esperaban. No hubo ni un solo reproche a los futbolistas y sí mucha resignación por sentirse todavía en pretemporada, sin estarlo.

El hecho de que el equipo está en construcción fue el argumento recurrente de la comparecencia y ni siquiera puede considerarse una excusa, pues Fabri lo viene repitiendo desde hace días. "Creo que la valoración que se puede sacar es que jugamos un partido en el que probamos cosas, nos tiene que servir para ver ciertos detalles, valoración positiva no hay mucha, no puedo juzgar a mi equipo, llevo cuatro o cinco días trabajando y no tengo una base, un molde para decidir que podemos hacer las cosas mejor o peor, esa es la tristeza", afirmó el técnico.

En la misma línea, Fabri indicó que "estamos abocados a la realidad, que es que tenemos que competir, tratar de competir, no podemos decir si el partido ante uno de los mejores de la Liga ha llegado temprano o tarde, nuestro equipo esta claramente en fase de construcción, me tengo que adaptar y jugar los partidos que manda el calendario, es fastidiado, porque no hay una base sobre la que edificar, y el problema es que los partidos valen tres puntos y un 4-0 hace daño a cualquier equipo".

El entrenador aseguró que "no vi mal al equipo en la primera parte", aunque no obvió que "dimos demasiadas facilidades en el primer y el tercer gol. No estuvimos mal plantados, tratamos de hacer las cosas bien y llegamos arriba con cierto peligro, pero el partido se acabó con el tercer gol, que lo regalamos".

Sobre el potencial del rival, indicó que tiene "un grandísimo entrenador y muy buenas individualidades", para reiterar de nuevo que "el Málaga está junto desde hace tiempo y nosotros en fase de construcción".

Y para la afición, un mensaje cargado de paciencia: "Hay que trabajar, saber que tenemos otro partido en cuatro o cinco días, que vale tres puntos, hacerlo lo mejor posible, dar ánimo a la gente y seguir adelante. Para el Granada ha sido dificilísimo hacer un equipo, es nuestro primer año en Primera y vamos a tener que pelear a muerte para intentar mantenernos".