El Covirán Granada apostó a principio de temporada por la incorporación de un ala-pívot comunitario con experiencia en la Liga Endesa con el que dar un salto de calidad en su plantilla. Se trataba de Kwan Cheatham, que ha cumplido con las expectativas pero que en las últimas jornadas ha dado un bajón preocupante en todos los aspectos, sobre todo en el acierto desde más allá de 6,75.

Durante mucho tiempo fue el jugador más empleado no sólo de su equipo, que lo sigue siendo, sino de toda la competición. Pero con el transcurso de la competición el desgaste del italo-americano, que es el único que firmó hasta 2025, está pasando factura y sus números en los últimos cuatro encuentros así lo corroboran. Es una realidad palpable.

Es cierto que junto a Lluís Costa, Joe Thomasson y Cristiano Felicio era el principal foco anotador del conjunto entrenado por Pablo Pin, pero con la marcha de Thomasson a Israel, las defensas sobre el jugador nacido en California han sido mucho más férreas, con habituales trap o dos contra uno sobre él. Eso ha hecho que su caudal ofensivo haya descendido notablemente y, obviamente, sus porcentajes. A ello hay que sumar la carga de minutos que ha hecho que físicamente no esté llegando en su mejor momento a la recta final de temporada como le ocurrió el curso pasado a Alex Renfroe aunque ni mucho menos tiene la misma edad.

Sus guarismos

En concreto, ante el Lenovo Tenerife terminó con tres puntos y otros tantos rebotes en los 26 minutos y 44 segundos que estuvo en pista, para un -2 de valoración fruto de su 0/4 en tiros de dos y 1/4 en triples. Mejoró y fue importante ante el Surne Bilbao Basket en la última victoria de los rojinegros en la ACB. Cheatham estuvo en su media de 12 puntos y cinco rebotes aunque siguió sin anotar de dos pero sí encestó cuatro triples de ocho intentos.

Sin embargo, en las citas ante Baskonia y Unicaja Málaga se ha visto al peor Cheatham de la temporada. Frente a los vitorianos vio reducido su número de minutos, jugando tan sólo 23:36 cuando su media supera los 30 (30:19). Sus registros fueron una decena de puntos y dos rebotes para un pobre seis de valoración dado que gastó seis lanzamiento desde más allá de 6,75 metros para ‘enchufar’ únicamente un triple. De esos diez puntos, ocho fueron en el último cuarto con el partido ya sentenciado pero, al menos, le sirvieron para ‘maquillar’ su actuación.

Mal partido

Pero fue su rendimiento ante Unicaja lo que ha generado más preocupación. Por primera vez en todo el curso se quedó sin anotar. Pero es que tampoco tuvo excesivas oportunidades para intentar el lanzamiento. Terminó con su peor valoración (-4) como consecuencia del 0/1 en tiros de dos, 0/3 en triples y 0/2 en libres. Además, bajó por primera vez de los 20 minutos en pista (19:43) y su principal dato estadístico fueron los cuatro rechaces que capturó. Aunque para eso ya estaban sus compañeros Jacob Wiley y Malik Dime, con doce cada uno.

Todos los jugadores pasan por baches a lo largo de la campaña y el de Cheatham ha llegado ahora, aunque su actitud es siempre la de intentar ayudar. La afición granadina espera recuperar al mejor Cheatham en los encuentros claves que le llegan a su equipo al margen del duelo de este domingo ante el Joventut de Badalona (Palacio de Deportes, 17:00 horas). Si muestra su mejor versión ante Morabanc Andorra, Zunder Palencia y Río Breogán, a buen seguro que el triunfo, y la tranquilidad definitiva, estará más cerca. Y Pin lo agradecerá.