El Covirán Granada logró una extraordinaria victoria este sábado, la quinta de la temporada, al imponerse por 75-81 al Valencia Basket, equipo de Euroliga que notó haber jugado dos partidos esta semana, el último el jueves.

Aunque los de Pin tampoco estaban en las mejores condiciones para el partido, ya que a la importante y conocida baja de Lluis Costa se unieron a última hora las de Germán, aún con problemas de espalda, y la de David Kramer por un proceso gripal.

El Covirán Granada firmó una primera parte de muchísimo mérito, ya que fue capaz de irse al descanso ganando por 35-37 pese a las citadas ausencias, pese a que Thomasson no anotó ningún punto y a que Cheatham sólo firmó tres.

El tercer cuarto fue sensacional, de lo mejor del equipo esta campaña en la Liga Endesa, con un colosal Rousselle y un magnífico trabajo de los secundarios, siendo capaz en el parcial final de vivir de la rentas.

Felicio anotó desde el tiro libre los dos primeros puntos del partido, aunque los dos equipos fallaron la mayoría de sus primeros lanzamientos de campo (5-2 con cuatro minutos ya jugados).

Un triple de Pere Tomás rompió la sequía ofensiva inicial (9-7, 5’) ante un Valencia que sí veía aro con más facilidad, sobre todo a través de Davies en la media distancia y de Robertson en el triple. El segundo seguido del base che llevó a Pin a pedir tiempo muerto (14-7, 7’).

El Covirán Granada repetía el mal inicio, sobre todo en ataque (2/13 en tiros), de la semana anterior en Málaga, algo que contra un equipo grande equivale a empezar a firmar muy pronto la sentencia de muerte, aunque afortunadamente no fue así.

Con Iriarte y Kairys juntos en pista, una antideportiva de Puerto a Rousselle dio aire al Covirán Granada (16-12, 9’), que llegó al final del primer cuarto sólo dos puntos abajo (20-18) tras un par de canastas seguidas bajo el aro del pívot lituano y buenos minutos de Rousselle.

En el inicio del segundo cuarto siguió anotando con demasiada facilidad Valencia, valgan como ejemplo los dos mates seguidos de Touré. Para colmo de males, Thomasson no tenía su día en el tiro y fallaba todo lo que intentaba (26-20, 14’).

Era el día de los secundarios en el Covirán Granada. Cuatro puntos seguidos de Felicio y un 2+1 de Christian Díaz pusieron un 0-7 de parcial y llevaron a Mumbrú a parar el partido (26-27, 15’).

Al tener una rotación de sólo nueve jugadores, Pin modificaba bastante su quinteto buscando dar descanso a todos menos a Thomasson, ahora con Rousselle y Díaz juntos en pista (30-30).

No bajaron el pistón los granadinos hasta el descanso y fueron capaces de llegar al intermedio por delante (35-37) gracias al primer triple en el partido de Cheatham y a dos tiros libres de Pere Tomás.

Segundo tiempo

El Covirán Granada mantuvo sus defensas alternativas y sus rotaciones en el quinteto en la reanudación, buscando la aparición de la fatiga y el cansancio en el cuadro che.

Sin embargo, el Valencia Basket empezó mejor el segundo tiempo y aprovechó una antideportiva de Thomasson para volver a tomar la delantera (40-39, 23’).

El Covirán Granada, al ritmo marcado por un colosal Felicio, no dio su brazo a torcer. La primera canasta de Thomasson elevó la renta nazarí a seis puntos (40-46, 25’).

Los visitantes aprovecharon los peores minutos en ataque de los locales para irse ocho arriba (44-52, 27’ y tiempo muerto de Mumbrú con cuatro puntos seguidos bajo el aro de Pere Tomás).

No sirvió de nada, se siguió jugando al ritmo marcado por Rousselle y un triple del galo elevó la renta aún más (48-59 tras triple del galo) para acabar el tercer cuarto 49-60.

El acto final comenzó con un triple de Thomasson para el 49-63, con la cuarta falta de Felicio, que se fue al banco, y con el Valencia apretando en los dos lados de la pista, como era de prever.

El parcial local fue de 7-0, lo que obligó a Pin a parar el partido para intentar que la renta a favor no se redujera más (56-63, 32’). La respuesta fueron cuatro puntos seguidos de Thomasson (56-67).

Un canastón sobre la bocina de la posesión de Díaz y un triple de Cheatham devolvieron los doce de diferencia al marcador (60-72 con cinco minutos por delante).

A falta de 3:50 ganaba el Covirán Granada 63-76 y, pese a un par de pérdidas de balón absurdas en ataque, el equipo gestionó muy bien su renta, aprovechando el mal día en el tiro, tanto de campo como en lanzamientos libres del Valencia para acabar ganando.