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Este equipo tiene muy buena pinta

  • Claro triunfo rojinegro en la presentación en el Palacio ante un Morón que fue superado en todo

  • Notable actuación, tanto individual como grupal, de un cuadro nazarí que ilusiona

Este Covirán tiene buena pinta. Tras comenzar la pretemporada con dos victorias a puerta cerrada, ayer también ganó su tercer test, éste en la puesta de largo ante su público en el Palacio y frente a un equipo de su liga como el Aceitunas Fragata Morón. Se impuso el cuadro nazarí por un contundente 100-80 en un choque en el que fue superior a su oponente en todo.

Buena defensa en bastantes tramos del choque, porcentajes más que aceptables, el reparto de minutos esperado por los técnicos, sin lesiones, casi todos aportando en ataque, los jugadores importantes asumiendo responsabilidad y tirando del carro... todo salió a pedir de boca. Hasta Pablo Pin pudo contar con los tocados Eloy Almazán y Carlos Corts. Sólo fue baja David Iriarte.

En el segundo cuarto rompió el Covirán el partido y se lesionó el visitante Hinnenkamp

Los gaditanos comenzaron el encuentro más enchufados y tardaron poco en colocarse 0-6 en el electrónico. Afortunadamente, la sequía local sólo duró dos minutos y fue cortada por Alejandro Bortolussi, el mejor nazarí del primer cuarto.

En cuanto los de Pablo Pin ajustaron su defensa, Morón tuvo problemas para anotar. En ataque, hasta que empezaron a entrar los triples, el Covirán vivió bien de su velocidad y de su juego interior, aunque no se colocó por delante en el marcador hasta cerca del octavo minuto del choque (12-10, con siete puntos de Bortolussi y cinco de Ferrán Torres, tras 5-0 de parcial) .

El norteamericano Hinnenkamp mantuvo a los visitantes en el encuentro en el primer cuarto con su noveno punto (15-15, 9') mas los locales fueron capaces de llegar por delante al primer intermedio (20-19).

Los tiradores del Covirán calentaron la muñeca y los triples de Germán Martínez y Manu Rodríguez abrieron la primera brecha en el marcador (33-24, 15'). La clave del despegue, no obstante, seguía estando atrás, con fuertes y variadas defensas, incluyendo en muchas ocasiones a toda cancha tras canasta. Tras la lesión de tobillo de Hinnenkamp, que ya no pudo jugar más, sólo Marín era capaz de anotar en los blancos.

En los cinco minutos previos al descanso, el Covirán pareció por momentos la Eslovenia que el jueves pasó por encima de España en el Eurobasket. Primero cerró un parcial de 14-2 para colocarse en 40-26 tras ir 26-24, pero no se conformó con eso. Cuatro puntos seguidos de los visitantes picaron a los locales, que cerraron el segundo cuarto con otro aplastante 10-0 que les permitió llegar al descanso con un rotundo 50-30. Y anotando muchos jugadores y desde muchos sitios, eso que los técnicos llaman equilibrio ofensivo y que tanto les gusta.

El 65-20 que reflejaban las estadísticas en el apartado de valoración en ese momento eran un claro indicativo de la superioridad rojinegra y del atasco del Morón, que sólo anotó seis puntos en los siete minutos previos al descanso.

Eloy Almazán, cuyo peso en el duelo aumentó tras el paso por vestuarios, avisó al Morón de que los suyos no iban a levantar el pie del acelerador con cuatro puntos seguidos en la reanudación para llevar la máxima renta al luminoso (54-30). Contestaron los visitantes con un 0-7 de parcial pero replicaron los de Pin con un 2+1 de Bortolussi y un triple de Manu Rodríguez (60-37, 24').

Pin tuvo que pedir su primer tiempo muerto del choque cuando los aceituneros amagaron con meterse en el encuentro (63-49, 27'), aunque un 5-0 local puso las cosas en su sitio poco antes del final del tercer cuarto. Otro arreón visitante provocó que se entrara en los diez minutos finales con 71-58.

El Covirán fulminó en los dos primeros minutos del acto final las esperanzas, si es que las tenían, de los gaditanos de remontar el partido con un 7-0 de inicio (78-58). De ahí al final, con el choque ya decidido, las dos escuadras se olvidaron de defender y el electrónico se disparó.

Devin Wright puso la guinda con un mate para hacer el punto 100, la guinda a un choque que el Covirán acabó con seis jugadores superando los diez de valoración: Wright (21), Rodríguez (20), De Cobos (17), Torres (12), Marín (12) y Martínez (11). Ese es el camino.

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