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El futbolista que actúa de media punta marca la pauta

  • Javi Márquez luce ocupando la posición de enganche con el delantero

Abel no ha variado con el paso de los partidos prácticamente nada el sistema 1-4-2-3-1 utilizado desde su regreso al Granada, aunque en los últimos compromisos sí que se han visto diferentes matices en el dibujo, casi todos ellos provocados por las características del futbolista que ha ocupado el puesto de media punta. Esa posición, eliminada por Joaquín Caparrós al jugar casi siempre con dos delanteros natos, fue recuperada con acierto por Abel, conocedor el manchego de que Piti es un jugador que se adapta perfectamente a esa zona de enganche entre media y delantera.

Sin embargo, la lesión del catalán en el anterior encuentro en Los Cármenes frente al Athletic, ha obligado al preparador a inventarse otro media punta. Ante el Levante fue Colunga, un delantero, el elegido para jugar ahí, lo que provocó que el dibujo casi mutara a un 1-4-4-2, reducido al final a cenizas por el ínclito Álvarez Izquierdo. Contra el Barça, y teniendo en cuenta que ni Colunga ni el Arabi estaban disponibles, por lo que la opción de repetir con dos puntas de inicio era casi inviable, Abel optó por Javi Márquez, un centrocampista, para ocupar ese lugar, lo que provocó que el sistema del Granada pareciera a veces un 1-4-3-2-1.

acumulación por dentro

La opción de reforzar el centro del campo con un tercer medio, recuperando el trivote de la parte final de la etapa de Caparrós, tenía como principal objetivo dificultar la circulación del balón del Barcelona por la zona central y tapar la mayor parte de espacios posibles en los lugares en los que talentosos jugadores como Xavi, Rakitic o Messi hacen más daño. El Granada lo logró en parte, ya que la primera parte del Barça, con un juego lento y previsible, fue benigna para los locales.

Además, Javi Márquez participó bastante en ataque y rozó el gol en varias ocasiones, sobre todo en una que acabó con un paradón de Bravo. La presencia del catalán también permite al equipo, aunque ayer no ocurriera, ser más peligroso a balón parado por el buen golpeo y la precisión del ayer media punta al efectuar los lanzamientos.

desequilibrante

No obstante, el jugador más desequilibrante del Granada tanto en el primer tiempo como en el segundo, hasta que el físico le aguantó, fue Lass. Igual que Robert apenas pudo con Jordi Alba en todo el encuentro, el guineano le buscó las cosquillas una y otra vez a Alves, al que los rojiblancos buscaron la espalda una y otra vez como principal arma ofensiva.

a la espalda

Lo que sí que resulta curioso es que el Barcelona, el adalid del juego de posesión y del pase en cortó hasta hace muy poco tiempo, creara muchísimo peligro al Granada con envíos en largo, buscando los espacios existentes entre la defensa y el portero. Así llegaron casi los goles y las ocasiones de los azulgranas, que se aprovecharon de los errores y de la lentitud en algunas ocasiones de una zaga que juega mucho más adelantado que con Caparrós para facilitar la presión arriba que pide Abel.

crecido

El desgaste propio del paso de los minutos provocó el crecimiento de jugadores de fuelle y contención como Iturra, que se multiplicó en los instantes finales, cuando el Granada pasó de soñar con la remontada a perder la fe con el tercer tanto visitante.

el césped

Cada vez se quejan más los técnicos, parece que cada vez está peor. Ayer pudo ser una aliado, pero a partir de ahora el que va a querer crear en casa va a ser el Granada, por lo que urge hacer todo lo posible para arreglar el maltrecho verde de Los Cármenes.

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