Baloncesto

El granadino Pablo Aguilar hace una vida "lo más normal posible" en Japón

  • El ala-pívot debuta con el Kawasaki Brave con 12 puntos y 11 rebotes

Pablo Aguilar marca a Rudy Fernández en un entrenamiento con la Selección

Pablo Aguilar marca a Rudy Fernández en un entrenamiento con la Selección / Efe

El baloncestista granadino Pablo Aguilar, que el pasado domingo reanudó su actividad competitiva con las filas Kawasaki Brave Thunders, de la principal liga profesional japonesa, ha manifestado que en el país nipón "sigue habiendo gente infectada por el coronavirus, pero se hace una vida lo más normal posible".

Aguilar, que jugó su primer encuentro oficial tras ocho meses sin competir por lesión, anotó 12 puntos y capturó 11 rebotes, ha relatado que que las autoridades japoneses "pidieron que se saliera de casa sólo por cuestiones imprescindibles, pero aquí la gente de por sí toma muchas medidas de higiene, y eso ayuda".

Precauciones

El internacional español, campeón de Europa absoluto en 2015, ha indicado que muchos japoneses "van con mascarillas 24 horas, no se dan la mano o besos cuando se saludan y por la calle la gente trata de guardar la distancia de seguridad: hay una cultura que ayuda a que el contagio no sea tan rápido", dijo.

El que fuera jugador del Real Madrid y el CB Granada, entre otros muchos equipos, ha pedido a su familia que "cumpla a rajatabla con la cuarentena", como hacen los ciudadanos japoneses que "en este sentido, van un paso por delante". Además, cree que en España "se tendría que aprender a mantener más la calma, ser un poco más civilizados, más humanos y usar más la cabeza".

"Leo cosas que no termino de entender, como las colas en los supermercados, que la gente se desplace a la playa o a la montaña estando en cuarentena... Si hacemos las cosas que se nos piden en estas dos semanas, obviamente no extinguiremos este virus, pero ayudaremos a que se reduzca y podremos tener los servicios hospitalarios que necesitamos", añadió.

Buen comienzo 

Pablo Aguilar, en un aspecto puramente deportivo, destacó el "buen debut" que ha tenido con su nuevo equipo, que "ha ganado tras tres semanas sin competir entre las ventanas FIBA y el parón por culpa del coronavirus", aunque es consciente de que le "queda mucho recorrido para recuperar las mejores sensaciones".

Para el jugador granadino, "jugar a puerta cerrada ha sido raro, diferente, más frío de lo normal" pero asume que "está siendo un momento muy difícil a nivel mental, porque la cosa va día a día: no sabes si vas a jugar o no, y la cabeza está un poco en todas partes", señaló. 

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