Con todo un futuro por delante en el mundo del atletismo, María Pérez es, a sus 18 años, una de las más firmes promesas de la marcha española, lo que ha conseguido a fuerza de constancia, esfuerzo, sacrificio y superación personal. Ahora, afronta con ilusión su participación en la prueba de 10 kilómetros júnior de la Copa del Mundo de marcha, que se disputa este fin de semana en China.

-¿En qué condiciones afronta la Copa del Mundo?

-Llego en un momento de forma que no es el que esperaba, pero llego bien porque estas dos últimas semanas he estado un poquillo tocada del tendón de Aquiles y, durante la última semana, de la garganta. Los entrenos y el trabajo ya están hechos y creo que vamos a llegar bien.

-¿Cuál es su objetivo?

-Hay que ser ambiciosos. Llego en un buen momento de forma y la actuación que se haga en la Copa va a ser importante a lo largo de la temporada. Mi objetivo sería llegar la primera de las españolas porque así estaría ya fija para el Mundial que se celebra este verano.

-¿Qué estrategia se plantea para la carrera?

-No soy de estrategias. Puedes pensar algo y la carrera después te sale mal. Es disfrutar el momento e ir paso a paso. Son diez kilómetros y, además, pueden pasar muchas cosas con el clima y la adaptación al horario. Va a ser complicado, pero yendo poco a poco y con cabeza se puede conseguir todo.

-¿Cuál es su siguiente reto después de China?

-El otro objetivo de esta temporada es el Campeonato del Mundo júnior. El año pasado asistí al juvenil y éste, al júnior. Ya tengo la mínima y una de las plazas se juega en la Copa del Mundo. La primera española que llegue estará fija y la segunda se decidirá por lo que se haga a lo largo de la temporada hasta llegar al Campeonato de España. A la vuelta de China, pasadas tres semanas, estaré en La Coruña donde siempre he tenido buenas marcas. No sé qué distancia haré en el Campeonato de España. Si me clasifico para el Mundial haré los cinco kilómetros y si no, los diez.

-Consiguió la clasificación para China antes que nadie.

-Me clasifiqué directamente en mi Campeonato de España. Facilita mucho más las cosas porque se empieza antes a hacer la preparación específica para la Copa.

-En el Mundial juvenil de Donetsk fue séptima. ¿Espera superar esa plaza?

-Entonces me sentí muy bien, pero no fue hasta pasada una semana cuando te das cuenta que quedar séptima del mundo no es algo que se haga todos los días. Ahora, en esta cita, quiero mejorar la vigésimo novena posición que logré en mi primera cita con la Copa del Mundo en Saransk. Ya veremos, porque el año pasado fueron cinco kilómetros y este año, diez. La distancia cambia, el cuerpo de las personas también se modifica y queremos seguir mejorando.

-¿Qué marchadoras tiene como referentes? Hace unos días entrenó con María Vasco.

-La verdad es que yo con María Vasco me llevó súper bien. Estando en la concentración me lesioné un poquito del talón de Aquiles y ella estuvo ahí animándome. Con ella, aparte de ser mi referente, compartí mi primera Copa del Mundo y su última. Es algo especial que tengo ahí y cada vez que ha estado cerca de aquí la he visitado. Otras marchadores en las que me he fijado son Beatriz Pascual y María José Povés. Ahora, más recientes que están saliendo a la luz pueden ser Raquel González o July Takacs, aunque mi referente en el mundo de la marcha es María Vasco.

-Estudia y vive en Guadix. ¿Cómo se compagina tan joven los estudios y el deporte?

-Como dicen mis amigos, no tengo tiempo libre y el poco que tengo me quedo acostada en mi cama. Es muy difícil porque hay que salir de casa a las ocho de la mañana y entrar a las cuatro de la tarde, salir a las cinco… Estudio por la noche el poco tiempo que me queda, pero el que algo quiere algo le cuesta y en el futuro, a lo mejor, tiene sus frutos todo este trabajo.

-¿Qué le ha dicho su técnico, Jacinto Garzón, de sus últimos entrenamientos?

-Todo está funcionando. Los entrenamientos están saliendo. Ahora esperar que todo salga bien en la Copa.

-El sueño de una Olimpiada siempre lo tiene una marchadora ¿no?

-Como atleta, pienso en ir poco a poco cada año, pero sí, el sueño de todo deportista es estar en unos Juegos Olímpicos. Está muy difícil ahora mismo ir a unas Olimpiadas, tanto en hombres como en mujeres, porque hay un nivel muy alto. Soy ambiciosa. Río de Janeiro en 2016 lo voy a descartar por estar tan cerca, pero Tokio 2020 puede ser un año bonito. Tendría 24 años y podríamos estar ahí.