Perder en Marín no entraba en las quinielas. Ni en la del Covirán ni en las de sus rivales en la ahora más enconada lucha por eludir el descenso.

Basta echar un vistazo a la clasificación de la LEB Oro tras 20 jornadas –restan 14, por tanto– para comprender que la situación en más delicada de lo que se pueda pensar. El conjunto nazarí es duodécimo, pero empatado con varios equipos, incluido el Oviedo, que ocupa uno de los puestos de descenso.

Inexplicable

Sin duda es difícil comprender la derrota sufrida en la cancha del colista, un equipo que hasta el pasado sábado sólo había sido capaz de ganar dos partidos.

Kapelan no tuvo su día en tierras gallegas

El pasado sábado era una fecha que estaba marcada por el Covirán para romper su mal fario como visitante. Pero ni así. La cuenta sigue pendiente. A saber cuándo, dónde y cómo se salda, porque ya urge ganar como sea, donde sea y mejor pronto que tarde porque, visto lo visto, toca atarse lo machos para lo que resta de una temporada que se ha complicado mucho más de lo que se podía aventurar cuando empezó a andar. Y eso que lo hizo con un triunfo sonoro frente a uno de los gallitos de la liga, el Delteco GBC. ¡Cómo ha cambiado el decorado desde entonces!

Hay que reaccionar

Respondiendo a la pregunta del titular, todos esperamos que sí, que el equipo haya tocado fondo en Marín. De ser así, hay que rebotar e ir hacia arriba. No será fácil porque la inercia negativa dura y pesa demasiado y, ya se ha visto, no es fácil dar un golpe al timón para cambiar el rumbo.

Fichaje

Se ha hecho esperar más de lo deseado pero al final ha llegado un refuerzo para afrontar lo que resta de temporada y, de momento, cubrir el hueco de un Alejandro Bortolussi que sigue en proceso de recuperación.

Mykal Riley es un alero, un '3' que dicen que también juega de '4'. Pero lo suyo es tirar. A ver cómo sale la jugada, una vez que lo que pretendía el club era reforzar el juego interior. Este martes empieza a entrenar y el domingo se le verá en el Palacio en un partido de vital importancia.

No hay margen

Una vez que se consumó la derrota con el último la 'ley' prohíbe repetir con el penúltimo. Y menos en casa. El encuentro ante el Canoe no se puede perder de ninguna de las maneras. Si se pierde... mejor ni pensarlo.