Jesús Munárriz | Editor, poeta y traductor

"Actualmente Andalucía puede tener el mismo peso editorial que Madrid o Barcelona"

  • La editorial Hiperión, que dirige el poeta y traductor Jesús Munárriz, comienza una nueva etapa con la incorporación de editores e impresores andaluces 

Jesús Munárriz

Jesús Munárriz

El cierre de la librería Hiperión –una casa esencial de nuestra cultura- supuso conclusiones precipitadas en el ecosistema literario. Se hablaba de quiebra, de que la editorial iba a desaparecer, de crisis. Sin embargo, nada de eso: Hiperión continuará, incluso con más fuerza, gracias a un grupo de editores e impresores andaluces que han invertido, y se sumarán, a la editorial, viva desde 1975. El director de esta casa de libros, Jesús Munárriz (San Sebastián, 1940), traductor y poeta, cuenta en la entrevista todos los detalles de la operación, de esta nueva etapa de la mítica –en todos los sentidos- Hiperión.

-Dicen que Hiperión atraviesa un tiempo de cambios.

Así es. Mi mujer, Maite Merodio, que llevaba toda la parte práctica –imprenta, contabilidad-, hace un tiempo que enfermó. Ha tenido que dejar su puesto. Sin duda una ausencia muy importante. Ella era la mitad de la editorial. Hemos tenido por tanto que buscar una solución. Yo sigo llevando mi parte, lo literario. Pero para las imprentas, la distribución, la producción… lo va a llevar un pequeño equipo de colaboradores y, digamos, accionistas. Entre estos, una imprenta muy buena de Granada. Afortunadamente todo está encajando. Y funcionando muy bien. Desde la primavera pasada han salido todos los libros que teníamos programados. Luego, hemos hecho una cantidad de reediciones enorme. Unos sesenta títulos.

-Cuando habla de imprenta en Granada se refiere a Entorno Gráfico, ¿no?

Exacto. Sí, sí.

-¿Y qué nos cuenta de este equipo de colaboradores que se incorporan a Hiperión?

Ellos han entrado de manera que compaginamos las labores. Ellos me proponen cosas, yo les propongo otras. Llegamos a soluciones siempre. No hemos tenido ningún problema. Por mi parte yo sigo dentro de la editorial. Este equipo ha añadido algunos autores y títulos que en mi caso no tenía previsto. Me han parecido muy bien, en cualquier caso. Se ha ampliado de este modo el campo de selección de autores.

-Hiperión, entonces, no está viviendo una crisis.

No, no. En absoluto. Todo lo contrario. Al revés: hemos mejorado las ventas y la distribución. Lo único que hemos hecho es cerrar la librería de Madrid porque el local es propio de la editorial. Vimos que había ahí un dinero que se podía rentabilizar. Maite, además, se ocupaba mucho de la librería. Decidimos centrarnos de la edición y prescindir de la librería. Hoy hay muchas librerías en España. No hay problema: otros se dedicarán a vender los libros (risas).

-¿Y no barajan reabrir la librería de aquí a un futuro cercano?

No, para nada. Es una cosa que exige mucha dedicación. Mucha vocación. Además, era una librería centrada en poesía, que es algo que no interesa a nada a mucha gente.

"Hemos mejorado las ventas y la distribución. Lo único que hemos hecho es cerrar la librería de Madrid porque el local es propio de la editorial. Vimos que había ahí un dinero que se podía rentabilizar"

-La poesía tiene pocos lectores.

Nunca ha tenido muchos. Es un poco como el ajedrez, que le gusta a menos gente que el fútbol. Algo así. La poesía es cosa de minorías. No es un tema que entusiasme a todo el mundo: el cariño al lenguaje, la forma de expresarse, la emoción…

-¿Qué supondrá la llegada de estos nuevos implicados en Hiperión?

Se abre el abanico de posibilidades. Porque hasta ahora yo era el único que decidía. Ahora somos más. De hecho, ya tenemos, en esta primavera, tres libros que provienen de sugerencia de ellos. Sus propuestas me han gustado. Autores que conocía, pero que no tenía prevista sacar en Hiperión. Con estas nuevas incorporaciones se amplía el ángulo de visión de la editorial.

-No sé si Jesús Munárriz nos podría dar los nombres de este nuevo equipo.

(Risas) Ellos prefieren mantenerse en la sombra… Que sea la editorial Hiperión, y ya está.

-Pero ¿son andaluces, no?

Son andaluces. Eso sí.

-¿Tuvo usted otras ofertas de inversores o colaboradores?

Hubo varias, sí. La manera habitual en la que se asimila una editorial por otra más grande suele ser por una compra, aunque la grande, digamos, se queda con los títulos más relevantes –cien, por ejemplo-. Los demás lo eliminan. Nosotros no queríamos eso. No queríamos que los autores de Hiperión desapareciesen. Tuvimos que rechazar un par de propuestas de este tipo. No eran malas, pero nos decían que se hacían con parte del catálogo y del resto se desprendían.

-¿Destaca el sector editorial en Andalucía?

Pues sí. Andalucía siempre ha tenido muchas editoriales. Aunque el sector como tal haya estado siempre focalizado en Madrid y en Barcelona. No obstante, actualmente Andalucía puede tener el mismo peso editorial que Madrid o Barcelona.

"Me quedan por hacer dos libros de Théophile Gautier. Gautier fue muy conocido por su libro Viaje por España, pero a la vez que él hacía este libro iba escribiendo poemas. El resultado fue un poemario titulado España"

-¿Qué libro le queda a usted por editar? Me han contado que tiene una capacidad de trabajo asombrosa.

(Risas) Uno no sabe hacer otra cosa… Me quedan algunas traducciones. Traducir es una de mis labores preferidas. En concreto, traducir poesía. Aunque pienso que la poesía no se traduce, más bien se recrea. Es volver a escribir poemas en español que otros han escrito en otros idiomas. He traducido a Baudelaire, Rilke, Shakespeare, Celan. Es lo que he intentado toda la vida hacer: traducir.

Me quedan por hacer dos libros de Théophile Gautier. Gautier fue muy conocido por su libro Viaje por España, pero a la vez que él hacía este libro iba escribiendo poemas. El resultado fue un poemario titulado España. Es el único libro en francés que tiene la ñ en el título. Los poemas de este libro los tenía traducidos de hace tiempo. Y también tengo Esmaltes y camafeos, también de Gautier. Me gustaría que todo saliera este año.

-Imagino que recuerda multitud de anécdotas en estos casi cincuenta años de vida de Hiperión.

Recuerdo cosas curiosísimas. En la librería Hiperión, un día cualquiera, aparecían de repente unos desconocidos. Nos decían que, claro, como nosotros traducíamos y publicábamos poesía, pues que le tradujera unos poemas, porque se iban a casar en próximas semanas. Nos pedían la traducción de poemas, no sé, de Louis Aragón, por ejemplo. Poemas que por supuesto luego no se publicarían en ningún sitio, aunque se leyesen en la ceremonia.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios