El alcalde de Santiago de Compostela, Ángel Currás (PP), prestó ayer declaración ante la jueza instructora de la Operación Pokemon, Pilar de Lara, que mantiene la imputación al regidor por tráfico de influencias si bien no le impuso medidas cautelares, informaron fuentes del Ministerio Fiscal.

La operación Pokemon investiga una supuesta trama para obtener concesiones y contratos públicos mediante sobornos en varias ciudades gallegas. El número de imputados ya supera la treintena, muchos de ellos políticos.

El regidor compostelano, que declaró ante la instructora durante algo más de hora y media, se detuvo a la salida del juzgado ante los medios de comunicación y afirmó que estaba "tal como estaba, tranquilo", pero también "realmente satisfecho de haber colaborado con la jueza en todo" aquello que le había preguntado.

Preguntado si tiene intención de dimitir, recordó que ya dijo en su momento que "no había hecho nada irregular o que sea delictivo", por lo que mantiene "la conciencia muy tranquila".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer a Currás que declarara "con intensidad, serenidad, tranquilidad y que diga la verdad".

Currás es el cuarto alcalde gallego imputado en esta causa, dado que antes que él pasaron por los Juzgados de Lugo el ex regidor de Orense, el socialista Francisco Rodríguez (PSdeG), y el ex alcalde de Boqueixón, Adolfo Gacio (PP), que presentaron su dimisión. También prestó declaración el de Lugo, el socialista José López Orozco, que mantiene la imputación por supuesto tráfico de influencias, aunque salió sin medidas cautelares.