Festival de Música y Danza de Granada | Crítica

De Argentina al mundo

De Argentinita al mundo

De Argentinita al mundo / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Escribe Juan Pinilla el programa de mano de la actuación de la onubense Argentina, que figura como uno de los recitales del ciclo Noches de flamenco del Festival de Música y Danza. "Cante sin fisuras" vaticinaba Pinilla, acertando de pleno a titular, porque lo cierto es que la noche resultó redonda para la cantaora y su grupo. Argentina es una artista comprometida con el flamenco del siglo XXI que suena a tradición en un lenguaje de hoy, actual, repleto de diversidad estilística y con matices personales que la sitúan en un lugar de prestigio en el panorama contemporáneo. En la noche del miércoles fue capaz de vendernos un producto sólido, sin grietas, rotundo en el repertorio y amplio en el recorrido musical.

Sin cumplir el programa de mano, algo puede llevar a confusión a neófitos del cante, comenzó recuperando letras del siglo XIX con aires de Montañesas y Asturianas. Al Mochuelo debemos esa recuperación de letras y música, artista versátil donde los haya al que recurrió Argentina para ofrecernos la pista de lo que iba a acontecer. El repertorio de su propuesta estuvo basado en la recuperación de cantes en desuso tamizados por el filtro de la vanguardia. Así, triunfó sobradamente tanto en lo musical como en la aceptación del público.

Por tanguillos, gaditanos hasta la médula, nos recordó a Las Viejas Ricas con sus aires socarrones en las letras y la guasa de la bahía. Las guajiras fueron marcheneras, difíciles de adjudicar gracias a su particular forma de aflamencar con su voz todo aquello que interpreta.

Anunció seguidamente cantes del 'Cojo de Málaga', que llegaron pero con matices. Optó por recuperar las cartageneras de D. Antonio Chacón y del 'Rojo el Alpargatero', eso sí, en las versiones de Joaquín Vargas 'Cojo de Málaga' con caídas reconocibles en los tercios finales. Otra recuperación de cantes añejos adaptados a oídos de hoy; otro acierto absoluto.

Por tientos, se acordó de Enrique el 'Mellizo', de Antonio Chacón y de la versión que recuperara el maestro Enrique Morente de las viejas grabaciones de cilindro de cera de Rafael 'el Moreno' de Jerez; 'Del cielo bajaron los serafines' para hacernos sentir que lo más antiguo es siempre lo más moderno. Engarzó este cante con tangos extremeños, de la Plaza Alta, de Graná, de Pastora Pavón y de nuevo volvió a Graná.

Cuando todo parecía anunciar que la granaína iba a aparecer bajo la falda de la Alhambra, en el Palacio de los Córdova donde se celebró el recital, recuperó de nuevo cantes de Chacón, por malagueñas, eso sí, en tono de granaína, para rematar con la granaína grande popularizada por el jerezano Chacón.

En los cantes de amalgama, hizo acopio de viejas soleares trianeras, apolás y del Zurraque viajando a Cádiz y recuperando los cantes del Mellizo en el macho.

En tiempos de 3x4, mostró su conocimiento y dominio de las formas cantaoras antiguas acordándose de Juan Breva, de las primitivas rondeñas y uno de nuestros personajes más ilustres en la historia del flamenco granadino, Frasquito Yerbabuena, todo ello reversionado y haciendo suyas a la vez, con carácter y jondura músicas del siglo pasado.

Hizo un breve descanso bajando del escenario y dando protagonismo a sus músicos. José Quevedo ‘Bolita’, jerezano de pro, demostró durante toda la velada que es uno de los máximos exponentes del toque jerezano del nuevo siglo. Sonó a vanguardia utilizando las bases de la tradición para regalar una bulería actual, fresca, plagada de detalles que nos trasladaban a algunos de sus referentes como Moraíto o Parrilla. Los reyes del compás, los Mellis, supieron acompasar la bulería y demostrar que además son excelentes cantaores. Entonaron un extenso repertorio de bulerías cortas de Jerez rematadas con el mítico cante de la cigarra que popularizó Camarón de la Isla.

Argentinita en plena actuación Argentinita en plena actuación

Argentinita en plena actuación / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Volvió Argentina vestida de negro, con túnica para mostrar no sólo unas estupendas facultades, sino para demostrar que es una artista completa capaz de incorporar en su repertorio lo más difícil y defenderlo con dignidad sobrada y enjundia flamenca. La cabal más cabal de todas las cabales, que afirmaba J.M. Gamboa la abordó con inteligencia y preparación. Ha debido de machacar el mítico disco ‘Canta Jerez’ en el que el ‘Serna’ cantó esta versión atribuida al 'Loco Mateo' para hacernos deleitar de su particular versión. Excelente.

Por milongas, recuperó el estilo de Pepa Oro en la versión de Chacón. Cantes de ida y vuelta, soberbios, aprovechando que su voz es más que apta para estos estilos.

En esta amplitud de repertorio, incluyó los pregones de Caracoles y el Pregón de la Castañera para dar paso a una extensa ronda de fandangos, primero personales para pasar a los de Huelva; en la primera tanda, recuerdo a Morente, a Cepero y sus famosos 'barcos veleros' y al Niño León. Por Huelva, destacó en los estilos de Juan María Blanco, de Juana María, Cané bajo de Alosno y de San Bartolomé.

Finalizó la noche por fiesta, por bulerías. Bordó la versión de Lola Flores 'A tu vera', no así la versión de Adela la 'Chaqueta (voy a perder la cabeza por tu amor) para encumbrar a Quintero, León y Quiroga con el romance por bulerías ‘María de las Mercedes’.

El bis final nos trajo la versión de 'María la portuguesa' de Carlos Cano que mejor hemos escuchado estos días en el festival. Hasta tres artistas la han versionado, obteniendo Argentina sobradamente un sobresaliente cum laude sobre el resto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios