Entrevista a Pansequito, cantaor flamenco

“Estamos considerados la Generación del 27 del cante: va ser difícil de imitar y repetir”

  • El gaditano llega regresa hoy a Granada para ofrecer un concierto en la Chumbera dentro del ciclo flamenco que ha programado el Festival de Música y Danza en su 70 edición

“Estamos considerados la Generación del 27 del cante: va ser difícil de imitar y repetir”

“Estamos considerados la Generación del 27 del cante: va ser difícil de imitar y repetir”

–¿Cómo ha vivido este año de pandemia?

–La verdad es que este año aún no he podido actuar. He trabajado un poco, pero no he podido ni subirme a un escenario. Sin pandemia era complicado, pero ahora es complicadísimo. Pero lo más importante es que no haya más enfermedades ni muertes y, sobre todo, no perder a ningún familiar ni ser querido y que acabe ya esta situación.

–¿Qué le transmite volver a Granada?

–La última vez que estuve en Granada fue a principios de marzo de 2020, y pocos días después empezó la pandemia, así que esta ciudad fue en la última que actué antes del estado de alarma. He trabajado desde entonces, pero no a ese nivel. Mi mejor recuerdo de la ciudad es cuando me dieron el premio Compás del Cante en 2010, ya que en el aquel año la gala se celebró por primera vez en Granada y no en Sevilla. Me siento muy orgulloso. Al fin y al cabo, yo provengo de Granada. Mi abuelo era granadino, y en realidad mi nombre proviene de él. Él y mi padre eran Panseco, y por eso yo soy Pansequito, así que le debo mucho a esta tierra.

–¿Qué significa el flamenco para usted?

–Para mí el flamenco lo ha sido todo. Yo no he hecho otra cosa en la vida que cantar flamenco, desde pequeño. Y dos millones de veces que naciera me gustaría volver a ser artista. No me puedo quejar, porque mi generación estamos considerados como la Generación del 27 del cante: va a ser muy difícil de imitar y de repetir. Ellos eran intelectuales de la pluma y nosotros lo éramos de la garganta. Nosotros podíamos cantar lo que ellos escribían. El flamenco está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y yo creo que se está perdiendo. Y el flamenco se tiene que apoyar. Para mí, es una música única y nuestra. No solo de Andalucía, sino en España. Esta música es conocida mundialmente.

"El flamenco tiene un 80% de posibilidades de desaparecer, y no lo podemos permitir”

–¿Qué piensa de las nuevas generaciones de artistas flamencos?

–Hoy en día todos los chavales cantan bien, pero va a ser difícil que destaquen a un nivel alto porque lo que hacen es imitar a la gente, e imitando no se llega a ningún sitio. Aunque tú cantes mejor que el que estás imitando, la gente se va a quedar con el original. Si imitas a Frank Sinatra, la gente se va a acordar de él y no de ti. Es difícil crear tu propia música, por supuesto, pero hay que ser original. A mí me gustan muchos artistas jóvenes que cantan, bailan y tocan muy bien, pero tienen que encontrar su camino o no llegarán muy lejos.

–El flamenco se está modernizando y mezclando con otros estilos musicales, ¿qué opina de estos cambios?.

–En la vida todo se moderniza y todo tiene que cambiar, pero el flamenco no hay que tocarlo. El flamenco es el flamenco. Ahora, si tú quieres hacer reggaetón y meterlo en el flamenco, pues olé por ellos. Ya han debido darse cuenta de la categoría del flamenco, ¿no? Si lo metes en tus canciones es porque te gusta, lo que pasa es que hay que saber cantarlo e interpretarlo, saber llevarlo a su sitio. Yo soy un artista que he ido innovando con los años, por eso se me otorgó el Premio a la Creatividad cuando tenía solo 28 años. Yo puedo hablar de lo que he conocido, no de lo que no. Hoy en día hay chavales que cantan muy bien, pero si te desvías de lo tuyo es que no estás seguro de ti. El flamenco no se puede cambiar, y esto se lo he dicho a las organizaciones. El flamenco se debería respetar más, porque solo nosotros podemos presumir de él. Es nuestro, es de España, y tenemos que cuidarlo porque hemos tenido mucha suerte de haber nacido aquí.

–¿Con qué sensación quiere que salga el público del recital de este viernes?

–Sobre todo que se vayan contentos. La melancolía la puedo transmitir con las letras que canto, en las cuales piensas “qué bonito es esto” o “qué mal que pase esto” pero lo que intento siempre es dar lo que soy. Los espectadores vienen a verme por el espectáculo que hago, saben lo que van a escuchar, saben quién soy. Yo intentaré estar lo mejor posible y dar todo lo que tengo, como siempre.

No he pensado en retirarme, mi puerta aún es muy grande para irme. Me va a sobrar espacio”

–¿Qué consejos le daría a los jóvenes que se quieren dedicar al flamenco?

–Si cantan bien, pueden llegar donde quieran. El problema ahora mismo es que la situación se ha vuelto más difícil y aquí se trabaja para ganar dinero. Si a un chaval joven le dices que su disco de flamenco va a vender cuatro copias pero que si lo mezcla con pop u otro estilo va a vender más, va a acabar eligiendo la segunda opción. Pero hay muchos jóvenes con talento y no les culpo. Quizá si yo hubiera nacido en esta generación también mezclaría el flamenco.

–¿Algún mensaje para los promotores?

–También les doy su parte de razón. Ellos piensan que si meten flamenco puro no van a vender, pero si ofrecen flamenco moderno van a triunfar más. Hay cosas que no entiendo, porque he estado en el Norte y allí pedían flamenco puro. Era yo solo con mi acompañante a la guitarra, y estaban los espectáculos llenos de gente joven. También había gente mayor, pero se podía ver que a las nuevas generaciones también le gusta el flamenco típico. Yo entiendo que los organizadores apuesten por aquello que vende porque no hay dinero, pero se tiene que conservar y respetar el flamenco porque, como he señalado, es Patrimonio de la Humanidad. Tengo la sensación de que el flamenco se está olvidando y hay un 80% de posibilidades de que acabe desapareciendo del todo. Ojalá que no sea así, porque si el flamenco se pierde es como quitarle la Alhambra a Granada.

–A sus 76 años sigue dispuesto a seguir actuando, ¿ha pensado en el último día sobre los escenarios?

–No. Yo dejaré el flamenco cuando ya no pueda resolver lo que quiero o cuando el cuerpo no me responda. Lo mejor es irte por la puerta grande, y mi puerta aún es muy grande para irme. Me va a sobrar espacio.

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