César Molina denunciará a Albolote por la destrucción de su escultura
El escultor ha recurrido a una asociación de artistas para preparar la documentación y presentar una querella contra el Ayuntamiento y contra la empresa Hidrogestión
El artista granadino César Molina asegura que tomará acciones legales contra el Ayuntamiento de Albolote y contra Hidrogestión S. A., la empresa que pagó la escultura que fue destruida la semana pasada y, por lo tanto, su propietaria de manera oficial.
El escultor prepara ya la documentación necesaria para llevar a cabo la denuncia pertinente conociendo el marco legal en el que se encuentra su situación actual. La escultura titulada Principio de incertidumbre ha permanecido abandonada en un solar desde hace aproximadamente cinco años y hace un par de semanas fue destruida sin previo aviso al autor. El artista exige un respeto al trabajo realizado mientras que la empresa Hidrogestión mantiene que él no ha mostrado ningún interés por el asunto hasta el momento y el Ayuntamiento niega tener responsabilidad alguna en el asunto.
César Molina se ha reunido con miembros del PSOE de Albolote, el partido que en 2006 le encargó la construcción de la escultura enviada a la chatarra y que poco después pasó a formar parte de la oposición, para recabar información sobre el pleno municipal de 2007 en el que el PSOE ya preguntó al gobierno local por qué la obra no se colocaba en la rotonda que en un primer momento iba a ser su lugar de ubicación.
El escultor también se ha puesto en contacto con la asociación de artistas VEGAP en busca de un abogado que le asesore en esta compleja cuestión desde el punto de vista de los derechos de autor, pero para ello aún tendrá que esperar al mes de septiembre cuando los trabajadores de la asociación se reincorporen a su jornada laboral con normalidad.
El coste de la escultura, 70.000 euros, se han visto reducidos a la nada. La empresa siempre ha sostenido que resultó más económica su destrucción que su traslado, ya que el precio de la mudanza ascendería a 24.000 euros con los que, siempre según la versión de Hidrogestión, el autor podría habérsela llevado pero se negó a hacerlo. La empresa mantiene que se vio obligada enviar la escultura a la chatarra cuando el dueño de la parcela en la que ésta se encontraba exigió que la sacaran de allí y, como ellos habían pagado por la obra y por lo tanto les pertenecía, decidieron actuar y destruirla.
César Molina, por su parte, niega esta versión y asegura que jamás le han propuesto la opción de llevarse la escultura y sospecha que se trata de una "versión pactada" entre el Ayuntamiento del municipio de Albolote y la empresa Hidrogestión. Es por ello que el escultor no duda en denunciar a ambas entidades pero para ello tendrá que esperar al momento oportuno mientras recopila toda la información necesaria para defender la versión de los hechos que él siempre ha mantenido.
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