Crisis del Ayuntamiento de Granada

Cuenca llega a otra elección de alcalde con el camino casi despejado

El candidato a la Alcaldía por el PP, Paco Fuentes, y el candidato socialista, Paco Cuenca

El candidato a la Alcaldía por el PP, Paco Fuentes, y el candidato socialista, Paco Cuenca / R.G.

Llega el día del pleno de investidura en el Ayuntamiento de Granada. Es el segundo pleno extraordinario que se celebra en cinco años para sustituir a un alcalde en mitad del mandato y, por azares del destino, para los dos el papel de candidato favorito recae sobre la misma persona: Paco Cuenca. Después de haber vencido en las elecciones de mayo de 2019 y y haber conseguido 10 concejales, el socialista se vio fuera de la Alcaldía cuando el acuñado como pacto del centroderecha colocó a Luis Salvador, de Ciudadanos, como alcalde.

A partir de aquí comenzó un mandato polémico y turbulento, de poco más de dos años, que se enmaraña de tal manera que solo el pleno de investidura que hoy se celebra va a ser capaz de deshacer. Para llegar hasta la situación que hoy tenemos se han producido múltiples pulsos de poder. El primero, y epicentro de este terremoto político, el del famoso 2+2 entre Luis Salvador y Sebastián Pérez, que acabó con el popular fuera del equipo de gobierno y del PP el día 26 de mayo, lo que abrió la veda al Partido Popular para presionar al ya excalcalde, Salvador, con el objetivo de que diera un paso al lado, cumpliera el 2+2 y cediera la Alcaldía el PP.

Esto nos lleva hasta el día 8 de junio. Casi un mes ha pasado desde que, como última medida de presión a Luis Salvador, los 6 concejales que quedaban en el gobierno municipal por parte del PP abandonaron sus obligaciones para con el Ayuntamiento, dimitieron y, con ellos, los exediles de Ciudadanos, Manuel Olivares y Lucía Garrido. Este paso popular, un arma de doble filo, dejaba solos al frente del Consistorio a Salvador junto a su hombre fuerte, José Antonio Huertas. El PP debilitaba así el gobierno local y abocaba a Ciudadanos a terminar su mandato, pero ellos también salían del poder y con la duda de contar con apoyos suficientes de cara a una investidura.

En los 23 días que pasaron desde que los populares dimitieron hasta que Luis Salvador renunció a la Alcaldía se produjeron diferentes movimientos que no dejaban de hacer tambalearse la estabilidad de la ciudad. A las arremetidas constantes de los diferentes grupos que instaban a Salvador que dimitiera, se sumó la propuesta de moción de censura impulsada por el PSOE. Sin embargo, los grupos no dieron su brazo a torcer, no se reunieron las 14 firmas necesarias y la moción no prosperó, con lo que se llegó a un callejón sin salida que únicamente se consiguió abrir con la marcha de Salvador el día 2 de julio.

El pleno urgente y extraordinario de puesta en conocimiento de la renuncia del alcalde puso los relojes a cero. Cualquier negociación, cualquier ultimátum, cualquier plazo dado hasta el momento no servía para nada. La fecha tope ahora se establecía de forma inapelable el día 7 de julio, es decir, hoy. La celebración de un pleno de investidura abría de nuevo las opciones de negociación, pero marcaba una hora límite para llegar con los deberes hechos y contar con los apoyos necesario para hacerse con la Alcaldía. Y aquí es precisamente donde el Partido Socialista con su candidato, Paco Cuenca, cuentan con ventaja.

La norma dicta que para que un candidato pueda investirse como alcalde necesita reunir la mayoría absoluta de los votos del pleno municipal que, en el caso de Granada que está compuesto por 27 concejales en total, es de 14 firmas. El nombre del alcaldable debe salir al menos 14 veces de la Jarra de los Caballeros XXIV. Existe, no obstante, otra manera de llegar hasta la Alcaldía, sin necesidad de alcanzar la mayoría absoluta.

De manera subsidiaria, si ninguno de los candidatos presentados consigue los 14 votos, automáticamente se proclama como alcalde el de la lista más votada. Paco Cuenca, por ende, se alza como favorito, ya que ninguno de sus rivales ha logrado cerrar un pacto que le haga contar con 14 apoyos.

El Partido Popular lo ha intentado todo, con el objetivo de que la Alcaldía “no caiga en manos del socialismo”, pero ha sido en vano, puesto que, a pesar de que ayer anunciaban “haber aglutinado 12 de los 14 apoyos necesarios en torno a su candidato de consenso, Paco Fuentes”, no cuenta con los votos de Ciudadanos, esto es, los de Luis Salvador y los de José Antonio Huertas. Salvador no se fue sin antes anunciar que “favorecería la estabilidad para Granada”, prestando sus apoyos a la lista más votada. Y es que Ciudadanos ni tan si quiera tiene que votar a favor del PSOE, simplemente con abstenerse es suficiente. El candidato popular no llega al mínimo necesario para poder hacer frente a Paco Cuenca.

Para colmo de males en la acera del PP, Vox, que había proclamado de manera oral –que no escrita– su “apoyo incondicional” a la formación azul, se desdijo ayer por la tarde y decidió presentar su propio candidato, el portavoz municipal Onofre Miralles, como opción de consenso para llegar hasta los 14 votos del centroderecha, toda vez que el PP había fracasado en su intento de hacerse con las dos firmas de Ciudadanos. Las intentonas populares por negociar Granada a todos los niveles, provincial, regional y nacional, fueron en balde, a pesar de que, desde Madrid, tanto PP como Cs, intentaron mediar con diferentes propuestas, eso sí, buscando imponer su correspondiente candidato .

Los intentos de intervención de Inés Arrimadas se han desoído por parte de Luis Salvador que, como ya ocurriera en 2016, es la llave ahora también entregar el bastón de mando. De la misma manera, las diferentes llamadas de atención hacia Salvador por parte del Partido Popular de Granada, que le ha tendido la mano una y otra vez, pidiendo “generosidad” y llegando casi hasta el ruego, han sido desoídas por el líder local de Ciudadanos, quien indica por activa y por pasiva que su afán es “garantizar la estabilidad”, algo que “no puede ocurrir con la reedición del pacto de centroderecha”.

Así las cosas, salvo un golpe timón inesperado de último minuto, todo apunta a que el camino a la Alcaldía está casi despejado para Paco Cuenca. Las luchas intestinas en el centroderecha, la falta de entendimiento y las traiciones hacen que no haya un candidato que pueda enfrentarse a Paco Cuenca. Este pleno tan excepcional que se celebrará en el patio del Ayuntamiento, con motivo garantizar las medidas de seguridad para evitar la propagación del Covid, pondrá a Paco Cuenca en el sillón de la Alcaldía, con los apoyos de Unidas Podemos y Ciudadanos y con la imposibilidad de la derecha, desunida, por impedirlo.

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