Emasagra, la empresa municipal de aguas de Granada, ha comenzado hoy a utilizar una nueva tecnología, pionera en Andalucía, mediante mangas de poliuretano, que permite renovar la red de saneamiento de agua de la ciudad sin necesidad de abrir zanjas.

Para llevar a cabo esta experiencia piloto, Emasagra ha escogido la calle Pedro Antonio de Alarcón, sometida en la actualidad a obras de reforma, fundamentalmente por el corto plazo con que cuentan los operativos para ejecutarlas así como la profundidad a la que se encuentran sus canalizaciones, a unos cuatro metros bajo el suelo, ha explicado el gerente de Emasagra, Antonio Navarro.

De este modo, "en lugar de abrir una zanja de cuatro metros de profundidad, con el engorro que ocasionaría a los vecinos y a la propia obra en sí, además del retraso, hemos optado por esta tecnología, que va a ser utilizada por primera vez en Granada", ha precisado Navarro.

La actuación se ha llevado a cabo sobre 41 metros de canalizaciones de saneamiento de agua con una antigüedad media de aproximadamente 40 años.

Por su parte, el responsable de las obras, Jorge Sánchez, ha explicado que, tras realizar un diagnóstico preciso mediante cámaras de televisión de las que dispone Emasagra, se introducen por las arquetas de agua unos robots especiales que van a registrar todo aquel defecto o irregularidad que hay en la tubería, limpiarla exhaustivamente para después recubrirla de una tubería nueva de poliuretano "que la va a dejar con una rugosidad absolutamente impecable, sin ningún tipo de juntas".

El resultado es "una tubería completamente nueva para otros 50, 60 ó 70 años de vida", según el responsable de Emasagra, quien ha precisado que la actuación de hoy permitirá rehabilitar, de forma integral, 41 metros de canalizaciones de saneamiento de agua en una sola jornada, frente a las dos o tres semanas que hubieran hecho falta de haberse recurrido al método tradicional de cavado de zanjas.

Por último, el consejero delegado de Emasagra, Sebastián Pérez, ha indicado que el presupuesto de esta actuación asciende a 300.000 euros, y ha añadido que la intención de la empresa municipal de aguas es extender esta tecnología a toda la red de saneamiento de agua de Granada y los pueblos del área metropolitana donde la compañía actúa.