Muchas ciudades españolas están marcadas por tragedias sindicales de dura represión en los años del franquismo y en sus estertores una vez fallecido el dictador cuando no se había plasmado la Transición y sembraban odio y terror grupos de pistoleros de extrema derecha. Conocidos son los sucesos de Vitoria o la matanza del 3 de marzo del 76 recientemente trasladados a la gran pantalla, o la matanza de Atocha del 77. En el caso de Granada, la crónica negra del sindicalismo se retrotrae a unos años antes a 1970, cuando en plena dictadura, murieron asesinados tres obreros (Manuel, Antonio y Cristóbal) por participar en una huelga duramente reprimida por las autoridades de aquella época gris.

Medio siglo de una injusticia, tres vidas sesgadas y sus consiguientes dramas familiares, que no se olvidan. Hoy, 50 años después los sindicatos granadinos CCOO y UGT han querido recordar como cada año la figura de aquellos tres obreros en un emotivo acto que se ha celebrado justo donde tuvo lugar aquel lamentable suceso, en la Caleta. Allí, junto al monolito en memoria de Manuel, Antonio y Cristóbal se han concretado representantes sindicales y las secretarias generales regionales de ambos sindicatos, Carmen Castilla (UGT) y Nuria López (CCOO), para honrar su memoria.

De este modo, un grupo de delegados de CCOO y UGT del sector de la Construcción han recordado a los tres obreros asesinados mientras participaban en una manifestación en defensa de mejoras laborales durante una huelga de la construcción en 1970.

En el acto ha tomado la palabra,el secretario de organización de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT Granada, Francisco Ruiz-Ruano, quien ha recordado que no fueron muertes causales, sino que respondieron a la necesidad de la dictadura de atajar unas movilizaciones en las que se estaba exigiendo dignidad, en las condiciones de trabajo y en el salario que permitieran vivir a los trabajadores y sus familias sin miseria.

Además, ha apunta que con esas muertes se quería escarmentar a quienes se habían atrevido a organizarse y a convocar una huelga que claramente ponían en cuestión el marco de relaciones laborales impuesto por la autoridad de la fuerza. Por eso, este acto es  además un homenaje a la clase trabajadora de cualquier rincón del mundo, un acto de reafirmación de los valores por los que lucharon y murieron estos trabajadores: la Libertad, la Democracia y la Justicia Social.

Así, hoy igual que hace 50 años, afirma Ruiz-Ruano (UGT), la clase obrera sigue exigiendo la desaparición de una reforma laboral que ha producido cientos de miles de despidos y ha convertido al trabajador en un esclavo al servicio del empresario, la eliminación de la ley mordaza, y un punto y final a la persecución empresarial, por ser sindicalista. Exigimos un reparto de la riqueza más justa y que el peso de la crisis caiga sobre los que la han creado: la banca, los empresarios y las grandes fortunas y multinacionales.

"Seguiremos luchando por el mantenimiento de los derechos sociales y en contra de la privatización de la eanidad y la educación, ya que son dos de los pilares básicos del Estado de Bienestar y no desfalleceremos en nuestro objetivo de conseguir una sociedad más justa y equitativa", ha manifestado el ugetista.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO Andalucía, José Miguel Sánchez, ha recordado en el 50 aniversario de la fatídica huelga del sector de la construcción a Manuel, Antonio y Cristóbal y ha lamentado que perdieron su vida por mejorar las condiciones laborales de sus compañeros de la construcción. "Aquella huelga fue convocada por mejorar el convenio colectivo, como hoy día convocamos cientos de huelgas para mejorar las condiciones de la clase trabajadora", ha señalado.

Sánchez ha destacado que 50 años después la clase trabajadora debe de seguir luchando para conquistar mejoras sociales de la mano del sindicalismo de clase, el que se encuentra en un momento de reivindicación como una herramienta necesaria de protección y justicia social. Igualmente afirma que es prioritaria la derogación de la Reforma Laboral para conseguir un marco de relaciones laborales más equitativo para las trabajadoras y trabajadores.