Salud

La historia de Laura, enfermera de la unidad neonatal de San Cecilio de Granada "porque fui prematura"

  • Laura Porras ayuda a los padres de bebés neonatos a partir de su propia experiencia tras nacer a las 34 semanas

Laura trata a un bebé neonato en su incubadora

Laura trata a un bebé neonato en su incubadora / HUSC

La vocación viene de cuna. Y en este caso, nunca mejor dicho. Hace 29 años que Laura Porras y su hermana Marta vinieron al mundo, pero tenían prisa y lo hicieron antes de tiempo, de forma prematura, con los problemas que conllevaba. Marta tenía bulla por nacer porque quería contarle a los demás lo que pasaba, y por eso se hizo periodista, y Laura porque quería ser el ejemplo vivo para aquellos a los que ahora ayuda desde la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, en donde trabaja ahora junto a compañeras que, hace ya casi tres décadas, la vieron nacer y la ayudaron a sobrevivir. Ahora, ella devuelve el favor.

"Es muy curioso trabajar en el lugar en el que naciste, aunque sea en un edificio distinto. Es curioso por coincidir con compañeras de las que fuiste su paciente, y que a día de hoy tengo el orgullo y placer de aprender de ellas. Me parece todo un lujo", comenta Laura Porras, que el pasado día 17 celebró el Día Mundial del Bebé Prematuro. Cuenta que su compañera María fue capaz de recordar cuál era su puesto, en qué esquina estaba situada, y en qué incubadora pasó sus primeros y demasiado tempraneros días de vida. "Parece que os estoy viendo", le dijo. Tan solo le bastó dar una fecha y su nombre y el de su gemela, nacidas con solo 34 semanas de gestación (se empieza considerar prematuridad por debajo de 37).

Si hay personas que no saben lo que son o lo que quieren ser ya en la edad adulta, Laura parecía tenerlo claro desde la incubadora. "Soy enfermera de la unidad neonatal porque fui prematura", afirma con rotundidad. Y lo explica con pasión, como toda vocación que encima está condimentada con la experiencia personal: "La historia de estos bebés es muy especial. Van al hospital más veces que un niño sano. Recuerdo ir al Clínico y acercarme a ver a los recién nacidos patológicos, que estaban en la octava planta. Tengo unos recuerdos de ir al hospital que de no haber sido prematura no los tendría".

Laura Porras, en la Unidad Neonatal del San Cecilio Laura Porras, en la Unidad Neonatal del San Cecilio

Laura Porras, en la Unidad Neonatal del San Cecilio / HUSC

"Es verdad que ser enfermera requiere estar hecha de una pasta especial, pero serlo de este servicio requiere aún más", considera Laura Porras. Y tiene razón. Los profesionales de las Unidades de Neonatología, tanto de San Cecilio donde trabaja como el del Materno-Infantil, deben convivir con la antítesis que provoca en los padres que "lo que debería ser el día más feliz de su vida se trunque", y que se tengan que volver a casa mientras su bebé se queda en el hospital.

"Acuden a nuestras unidades con mucho miedo e incertidumbre porque nadie se espera que ese día acaben en el hospital y sigan teniendo que estar allí. Nosotros hacemos de psicólogos de ellos, los guiamos y aconsejamos", relata Laura Porras, que en ocasiones usa su caso para llevar sosiego a los progenitores: "Muchos sí lo saben, si no por mi, mis compañeras. Para algunos es curioso, algunos creen que no hablo en serio o les hace gracia, pero les viene bien, desconectan, y ven que se puede salir de esta".

Equipo de Neonatalidad del HUSC, con el doctor Antonio Jerez a la cabeza Equipo de Neonatalidad del HUSC, con el doctor Antonio Jerez a la cabeza

Equipo de Neonatalidad del HUSC, con el doctor Antonio Jerez a la cabeza / HUSC

La prematuridad es una de las mayores causa de muerte infantil en el mundo, y lo que sobreviven pueden desarrollar patologías como retraso cognitivo, pérdida de audición o parálisis cerebral, entre otras. Un bebé es considerado prematuro por debajo de las 37 semanas de gestación, y dentro de este esquema, están los grandes prematuros (por debajo de 32 semanas) y prematuros extremos (con menos de 29 semanas). En España esa incidencia algo más leve debido a los avances en tratamientos y protocolos de actuación, pero sigue siendo un factor de riesgo importante entre los bebés y las propias madres.

Antonio Jerez es médico pediatra especialista en Neonatología del Hospital San Cecilio, y además compañero de Laura, a la que considera "historia" y uno de los "éxitos de la neonatología" por su ejemplo. "Desde hace 30 años ha cambiado mucho esta especialidad. Lo más importante es que ahora sobreviven con las menores secuelas posibles. Una de las preguntas de los padres es cual será el desarrollo neurológico de sus hijos y si tendrán una vida con problemas, y en eso hemos mejorado muchísimo. Un paciente neonato de UCI, al contrario que los adultos, cuanto más tiempo permanezca en ella significa que va a sobrevivir, y de los que lo hacen, hemos conseguido que sobrevivan sin secuelas un porcentaje muy alto", explica el doctor Jerez.

Un grupo de enfermeras atiende a un bebé prematuro Un grupo de enfermeras atiende a un bebé prematuro

Un grupo de enfermeras atiende a un bebé prematuro / HUSC

El especialista en Neonatología del San Cecilio define el trabajo de su unidad como una "coreografía" muy ensayada entre médicos, enfermeras y todo el personal que abarca un parto, que sigue unos protocolos establecidos y utiliza unos algoritmos de reanimación iguales en todo el país. La misión es que los primeros instantes de vida de estos prematuros, los "minutos de oro" según define Jerez, "lleven a ese niño a un estado vital aceptable y pueda afrontar todo lo que le queda por delante". Todo viene preparado con antelación. El servicio de Obstetricia da el aviso de que un nacimiento se adelanta y la maquinaria se pone en marcha, desde el mismo paritorio a las salas contiguas, la UCI y la incubadora, todo adaptado a las características del neonato.

Las causas sobre por qué se adelantan ciertos partos sigue siendo un misterio, aunque otras son conocidas La más habitual es la llamada infección de membranas , que afecta al recién nacido y a su madre y que puede acabar con la vida de ambos, aunque también la insuficiencia cervical, una hipertensión de la madre provocada por el propio embarazo, o los múltiples, que también suelen acabar prematuramente.

La neonatología nació a finales de los años 50 como especialidad y hacia lo 80 la edad gestacional por debajo de la cual era imposible sobrevivir era en España de 28 semanas. En los 70 ningún bebé de menos 1.000 gramos que necesitara ventilación artificial sobrevivía. "Desde que han mejorado los dispositivos, la tecnología y los cuidados específicos, ya sea de enfermería o médicos, hemos bajado esa edad gestacional a lo que hoy serían 22-23 semanas", explica el doctor Jerez.

Son los profesionales de un área tan delicada que debe ser un segundo vientre materno. Y donde también se produce el milagro de la vida.

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