Granada

Los Locales se van de fiesta

  • La Policía Local de Granada celebra esta semana el día de su patrón con un acto institucional de entrega de condecoraciones y una jornada informal dedicada a los agentes y a sus familiares

La mayoría de los granadinos conocen a los agentes de la Policía Local por la firma que queda estampada en las lunas delanteras de sus vehículos pero detrás de esas letras y ese garabato hay muchas horas de dedicación que los policías han restado a sus familias, para disgusto de otras. Sin embargo, las funciones que desempeñan son muchas, muy diversas y algunas de mayor riesgo.

Esta semana, con motivo de los festejos de su patrón, los Ángeles Custodios, se han celebrado una serie de actos para condecorar a los que han desempeñado las acciones más meritorias.

El miércoles, el mismo día del patrón, el alcalde presidió el acto oficial de entrega de condecoraciones. En él se reconoció a 38 agentes, de los que 32 recibieron un galardón a título individual y el resto fue para grupos que han destacado por alguna razón especial. También se distinguió a dos agentes que han pasado a la jubilación y se entregaron 47 medallas de plata a los que han cumplido 15 años de pertenencia al cuerpo. Incluso recibió un reconocimiento un pastor belga malinois que también ha destacado por su servicio dentro de la Policía Local de Granada.

Ayer se celebró la jornada de convivencia con las familias en las instalaciones de la Huerta del Rasillo. Como en la anterior celebración, también asistieron la teniente alcalde y delegada del Área, Telesfora Ruiz, y el jefe de la Policía Local, José Manuel Jiménez. En esta ocasión ellos presidieron una entrega de trofeos más informal: los reconocimientos los policías que han ganado alguna de las competiciones deportivas que se han celebrado también con motivo de los actos del patrón.

A las dos de la tarde el agente Carmelo García cogía el micrófono para volver a ejercer de maestro de ceremonias de la entrega, aunque las actividades habían comenzado mucho antes.

A las diez y media de la mañana empezaban a celebrarse las actividades en la sede de la Huerta del Rasillo. A esa hora ya estaban listos los castillos hinchables en los que los hijos de los policías pudieron empezar a divertirse antes de que dieran comienzo los tres talleres que se habían organizado para la ocasión: el de seguridad vial, el de información sobre las funciones del cuerpo y el de defensa personal.

Durante una hora se desarrollaron simultáneamente estos talleres prácticos destinados a que los pequeños tengan claro cuáles son las tareas que desempeñan sus padres, y a partir de las once y media comenzaron unas visitas guiadas para que las esposas, padres o los hijos de más edad conozcan las nuevas dependencias policiales. Aunque la actividad estrella, fueron los paseos a caballo guiados por dos integrantes de la Unidad de Caballería.

Lo más esperado y a lo que se apuntaron los 400 congregados junto a la pista de seguridad vial fue la invitación al arroz que prepararó para la ocasión la empresa Hermanos Valdecas, una paella mixta con 50 kilos de arroz, 45 de pollo y 40 de marisco. Un festín que estuvo regado con 400 litros de cerveza y 60 botellas de vino por lo que, si se tiene en cuenta el número de asistentes y se descuentan de él los niños y el de mayores, es de suponer que muchos agentes volverían andando a sus casas.

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