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Polémica con los trenes Avant entre Granada y Málaga: una frecuencia al día y 'solo' para malagueños

  • Sería un tren de salida desde María Zambrano sobre las 9:00 y otro de vuelta desde Andaluces sobre las 19:00

  • Fuentes ferroviarias apuntan a una decisión "política" este plan embrionario que implica invertir la marcha en Antequera-Santa Ana

Un tren Avant S-104 de Renfe detenido en la estación de Granada

Un tren Avant S-104 de Renfe detenido en la estación de Granada / Jesús Jiménez (Photographerssports)

La polémica está servida. El Ministerio de Transportes tiene previsto empezar a operar la relación por Alta Velocidad entre Granada y Málaga con trenes Avant con solo una frecuencia diaria, y con unos horarios que solo beneficiarían a los clientes de la provincia vecina, ya que el plan es hacerlo con una salida matinal, en horario próximo a las 9:00 de la mañana desde la estación María Zambrano, y otro de vuelta desde Andaluces sobre las 19:00 horas, según han confirmado fuentes ferroviarias. Es decir, un malagueño puede escoger hacer una excursión a Granada en un día de ida y vuelta pero un granadino, para hacer lo contrario, tendría que hacer noche en Málaga. Las mismas fuentes apuntarían que "durante el mes de febrero" se pondrá en marcha este servicio y con estas condiciones.

En los círculos próximos a Renfe y Adif en la provincia hay cierta sorpresa ante esta decisión que califican de "política", y que esta no parte directamente de la operadora, sino del propio Ministerio. Los horarios a los que han tenido conocimiento los trabajadores no están cerrados y son aproximados, al igual que no hay fecha ni para el inicio de este servicio para el comienzo de la venta de billetes, que otras fuentes del sector apuntan a que podría ser "antes de lo que se piensa". Además, la relación Avant se pondría en marcha no por el ramal Bobadilla-Gobantes, que permite la relación directa entre ambas capitales, sino a través de la actual línea hasta Antequera-Santa Ana, realizando una inversión de la marcha en esta estación, que era como estaba previsto que se iniciara este servicio en junio de 2020 pero que la pandemia paralizó.

Algunas opiniones recabadas por este diario apuntan a esta decisión no es de Renfe Operadora, sino del propio Mitma aunque las razones no han trascendido. Uno de los motivos podría estar en los retrasos en la finalización y entrega de la estación de Antequera-Ciudad, clave para esta relación ferroviaria entre Granada y Málaga porque convertiría a esta población casi en una ciudad-dormitorio de ambas capitales. Las previsiones de apertura de esta terminal para el tercer trimestre de este año retardaría aún más la puesta en marcha de los Avant, en un momento de la pandemia donde las restricciones a la movilidad han desaparecido, y se puede aprovechar este único servicio tanto la segunda parte de la temporada de esquí en Sierra Nevada, como por el inicio de la temporada alta de cruceristas en el puerto malagueño.

Esta decisión devuelve los planes de Adif y Renfe a la casilla de salida, ya que el primer plan de operación de los Avant entre Granada y Málaga contemplaba la parada e inversión de la marcha en Antequera-Santa Ana. Esta contemplaba tres relaciones diarias por sentido entre las dos ciudades y la planificación que ahora se plantea no respeta ninguna de ellas. Estaban previstas salidas de Granada a las 9:00, 16:15 y 19:55, y desde Málaga a las 7:20, 10:15 y 17:55. Los tiempos de viaje, incluyendo el cambio de sentido en Antequera-Santa Ana, eran de una y hora y veinte minutos en todos ellos salvo en el primero de la mañana desde Granada, que sumaba siete minutos más. No hay motivos para pensar que difieran mucho estos tiempos de viaje en la nueva relación planteada salvo que Renfe estime que haya que realizar una parada técnica, que añadiría al tiempo de viaje entre diez y quince minutos más. Esto haría más rápido el viaje en vehículo privado o en autobús de línea. Además, ya existe entre Granada y Málaga una relación diaria con tren Avant con transbordo en esta misma estación en mitad de la campiña antequerana que suma un tiempo total de una hora y 38 minutos.

La pandemia frenó esta planificación y los posteriores retardos, la mayoría inducidos por las limitaciones de movilidad entre provincias a causa del coronavirus, también tuvieron como foco la presión política desde la ciudad de Antequera, que quería inaugurar su nueva estación urbana coincidiendo con el inicio de los servicios de Alta Velocidad en Media Distancia entre Granada y Málaga, aunque nunca fue una versión oficial por parte del Ministerio ni de Renfe ni de Adif.

La decisión toma de sorpresa también al personal de Renfe ya formado para operar este servicio Avant y que la semana pasada inició las pruebas de seguridad en la línea directa a través de las bifurcaciones de Bobadilla y Gobantes, ya que hay personal suficiente para poder, al menos, poner dos frecuencias diarias de mañana y tarde, según fuentes próximas a la compañía. Además, que la salida sea matinal sea desde Málaga y la vuelta se efectúe por la tarde prácticamente obliga a Renfe a utilizar a un maquinista que resida en la provincia vecina y así no obligar al que viva en Granada a pernoctar en Málaga para luego operar el viaje de ida del día siguiente. Hay malestar interno por esta posibilidad.

El runrún lleva tiempo sonando. El pasado mes de octubre ya se anticipó la posibilidad de iniciar los servicios Avant entre Granada y Málaga con al menos una frecuencia pero quedó aplazada sine die, según muchas algunas informaciones, por las presiones de Antequera para que no operara la nueva conexión hasta que no abriera su nueva estación urbana, que por aquel entonces se encontraba pendiente de realizar las acometidas eléctricas porque el edificio y está prácticamente terminado.

Los servicios Avant Granada-Málaga está previsto que se realicen con el material rodante de la Serie 104 de Renfe, que opera los servicios de media distancia por Alta Velocidad entre Málaga, Córdoba y Sevilla desde su construcción. De hecho es el material con el que se están realizando las pruebas en los últimos días. Son trenes que empezaron a entregarse en 2005, y tienen una edad media de 17 años, que están dentro del promedio de toda la flota de Renfe para AVE, Avant y Alvia, que es de 16,6 años. Los 104 sustituyen a los 114, que tienen once años de vida útil en la compañía.

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