Fue uno de los elementos centrales del discurso de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, en el acto de apertura del curso universitario. "Es necesaria e imprescindible la vuelta a la presencialidad". Ahora, un día después de que comenzaran las clases para más de 44.000 estudiantes de grado, el comité de expertos de la Junta ha dado luz verde a que la UGR amplíe aforos y llegue a la plena presencialidad de sus aulas.

El curso ha comenzado con limitaciones. Aforos al 50% en las aulas o distancia de al menos 1,20 metros entre el estudiantado han sido los elementos que han llevado a buena parte de los centros de la UGR a plantear un regreso a las aulas semipresencial. Prácticamente en todas las facultades ha sido necesario desdoblar, recurrir a aulas espejo y establecer turnos rotatorios para dar cumplimiento a la normativa sanitaria. Este escenario supuso modificar los planes con los que la UGR planteó, antes de las vacaciones, el desarrollo del curso. Se previó una vuelta a la normalidad -con mascarillas, gel y ventilación- que finalmente no pudo materializarse.

🧵 IMPORTANTE Nos alegra enormemente comunicar que, tras las conclusiones derivadas de la reunión mantenida esta tarde por el Comité Regional de Alto Impacto en Salud Pública, podremos volver a una presencialidad total en nuestras aulas en los próximos díasSigue👇 pic.twitter.com/GG2FWpOSid

— Universidad Granada (@CanalUGR) September 14, 2021

Esto conllevó la reacción de la comunidad universitaria. Tanto los rectores andaluces (incluida Pilar Aranda) como el propio consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, reclamaron una flexibilización "urgente" de las medidas para que las clases comenzaran con la ansiada presencialidad. Finalmente, no ha sido hasta hoy cuando los expertos han modificado la norma, lo que permitirá que en cuestión de días los campus recuperen imágenes que no se ven desde marzo de 2020.

Entonces, el estado de alarma supuso la suspensión de la docencia presencial. Los exámenes fueron online. El curso siguiente, el 2020/2021, comenzó bajo un modelo de docencia híbrido y dos escenarios planteados: el semipresencial y el previsto para otro confinamiento total. Ni lo uno ni lo otro. El 14 de octubre de 2020 la Junta determinó la suspensión de la docencia teórica presencial. La medida se aplicó primero en Granada y posteriormente en el resto de campus andaluces. No se regresó a las aulas hasta el 12 de abril.

Para este curso los centros han vuelto a prever varios escenarios. "Ya somos expertos en todo. Pocas sorpresas nos podemos llevar", afirmó en tono distendido la rectora sobre los distintos modelos diseñados por decanatos y direcciones de escuela. En verano se confió en que se regresaría a la total presencialidad, como ocurre en el resto de enseñanzas no universitarias. Finalmente hubo que establecer de nuevo un modelo híbrido que, ahora, tras la decisión de los expertos, se verá modificado.

Sobre cuánto tiempo tardarán los centros en ajustarse a la presencialidad plena, la rectora indicó que "esta misma semana" se puede dar el salto a la tan anhelada presencialidad plena. Los estudiantes también hicieron suya esta reclamación y ayer mismo, primer día de clase, el pleno extraordinario de la Delegación General de Estudiantes aprobó un paro académico el día 22 para exigir la vuelta completa a las aulas.