Adif empieza a construir el primer tramo de la Variante de Loja once años después del último
Las máquinas trabajan desde hace una semana en la explanación y la excavación de los 3,2 kilómetros de los que consta el tramo de Riofrío
Adif comenzará con las obras del nuevo tramo de la Variante de Loja a final de septiembre
Granada/Corría el año 2013 cuando las máquinas empezaron a construir el tramo Quejigares-Variante de Loja. Por entonces, todo seguía su plan: el AVE llegaría a Granada con retrasos, pero con un trazado completo que solucionaba el paso por la capital del Poniente granadino mediante una obra faraónica de puentes y tíuneles por la Sierra Gorda, al sur de Loja. Ese mismo año, el Gobierno del PP, con la ministra Ana Pastor como titular de Fomento, frenaba el proyecto. Las máquinas dejaron de trabajar sobre el terreno tres años más tarde, dejando el tramo incompleto ya que la variante se iba de precio, y se optaba por adaptar el trazado del siglo XIX. Trenes de Alta Velocidad a menos de 40 kilómetros por hora durante una treintena de kilómetros. Un despropósito que empieza a descontar los días para que sea historia y que Granada tenga un AVE en condiciones. Adif ha iniciado por fin las obras de un nuevo tramo de la Variante de Loja, correspondiente al segmento de Riofrío. Las máquinas trabajan desde la semana pasada en los terrenos que ocupará la infraestructura con las primeras explanaciones de terreno entre Atajea y prácticamente la linde con la estación de servicio Los Abades.
Se trata del primer tramo nuevo de la Variante de Loja que se pone en obras desde hace once años. El anterior se empezó en 2013, se paralizó en 2016 a partir de viaducto de Riofrío, y se reactivó en 2019, poco después de que se inaugurara la línea del AVE, para acabarlo desde este tramo hasta Atajea para que no caducara la Declaración de Impacto Ambiental, como explicó en su día el ministro de Fomento, el entonces socialista José Luis Ábalos. Las obras se completaron hace año y medio y ahora le toca al siguiente. Después de una larga tramitación y de que el acta de replanteo se firmase en abril, seis meses más tarde las máquinas ya se han puesto a trabajar en todo el segmento de 3,2 kilómetros que ocupa este tramo.
En los meses posteriores a la formalización del contrato, adjudicado a la constructura Sacyr, se tramitaron los permisos de obra y los de medio ambiente y agua para los trabajos previos. También se realizaron nuevas catas de terreno y arqueológicas, para lo cual se empezaron a talar algunos árboles de la zona, principalmente almendros y olivos. Según el plan de obra al que ha tenido acceso este diario, los "trabajos previos y actividades en fase inicial" comprenden "la instalación de oficinas del contratista, el estudio de la obra y suministradores por parte del contratista, el reconocimiento arqueológico previo, el reconocimiento medioambiental previo para comprobar que no han anidado especies protegidas incluidas en el catálogo regional, y ya posteriormente el despeje y desbroce de la obra".
"El tiempo normal empleado en disponer las casetas de obra, e instalaciones auxiliares suele estar comprendido entre uno y dos meses", explica el plan de obras. "También hay que considerar el tiempo necesario para realizar la prospección arqueológica y medioambiental, lo que puede suponer, entre contratación y ejecución, otros dos meses. Finalmente las operaciones de desbroce y tala de árboles deberían realizarse en un período algo inferior a dos meses, dada la práctica ausencia de arbolado en la traza salvo los tramos que se desarrollan sobre terrenos de cultivo olivar", continúa el documento.
Desde hace poco más de una semana las obras ya son evidentes y se pueden ver a simple vista. En la zona más próxima al casco urbano de Riofrío, en un terreno de olivares entre la autovía A-92 y la carretera A-341 se ha 'limpiado' el ancho y se distingue claramente la traza que ocupará en el futuro la vía. Donde es más visible la actuación es dentro del primer kilómetro de la carretera autonómica A-341, poco después del nodo de conexión con la A-92, que da acceso a la pedanía lojeña de Venta del Rayo. La explanación del terreno deja la carretera en mitad, un tramo que desaparecerá para dejar paso a los trenes, dejando la calzada para el tráfico de vehículos en un trazado nuevo más pegado a la autovía. En este punto, conocido como Dehesa de los Noventa, además, el movimiento de tierra se ensancha ya que es el lugar escogido para construir la nueva estación de Alta Velocidad de Loja. Aquí se ve claramente que se han eliminado centenares de olivos y se ha instalado la primera caseta de obra.
La explanación alcanza las proximidades del área de servicio Los Abades, de la que se queda a unos pocos metros, ya que en ese punto comienza el siguiente tramo de la Variante, el denominado A-92, el cual cerró la semana pasada su periodo de presentación de ofertas para su construcción. La adjudicación se espera que esté lista para primeros del año 2025. Los trabajos no sólo han consistido en estos primeros días en la explanación del terreno, sino que han ido más allá con la excavación de las primeras zanjas. Una máquina dotada con martillo hidráulico está rompiendo roca para eliminar desniveles. El plazo de ejecución es de 24 meses, dos años, a contar desde la formalización del contrato, por lo que las obras de este tramo deberán estar acabadas en año y medio.
Posteriormente se iniciarán las diez obras de drenaje previstas, mientras se trabaja a la vez en la reposición de servicios. Luego llegará el turno de los pasos inferiores, los muros de hormigón, que incluyen cimentaciones, movimientos de tierra y ejecución de escolleras, y pasos superiores. Una vez completados todos estos pasos llega la ejecución de la pltaforma ferroviaria, con la capa de forma y subbalasto, para acabar con las obras complementarias, la integración ambiental y los trabajos de terminación. Son contratos aparte las obras de superestructura (vía), electrificación y señalización.
El tramo de la Variante de Loja-Riofrío consta de apenas 3,2 kilómetros para los que se requiere de una inversión de 49 millones de euros, aunque el presupuesto de licitación ascendía a 57 millones. De los tres tramos que quedan por construirse de la infraestructura, este es el menos complejo de todos ya que no requiere de la construcción de grandes estructuras como túneles o puentes, ya que discurrirá completamente por superficie. Es más, este segmento concluye justo donde comienza el primero de los túneles, aunque este ya pertenece al tramo posterior.
La obra más importante será la de la estación de Loja Alta Velocidad, situada casi al final de este tramo. Sin embargo, esta infraestructura es objeto de un contrato diferente, por lo que el cauce administrativo sigue en otros tiempos. Este proyecto saltó a licitación en diciembre de 2022 y se adjudicó en septiembre del año pasado por un importe aproximado de 700.000 euros a la UTE conformada por la empresa almeriense Ferrer Arquitectos y Oficina Técnica de Estudios y Control de obras (Ofiteco), empresa que forma parte del conglomerado del grupo ACS, presidido por Florentino Pérez. El proyecto está en fase de redacción, el cual tiene previsto durar 30 meses, de los cuales se han consumido ya doce.
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