Recursos Humanos

Cámaras anti-Covid en el Ayuntamiento y edificios municipales de Granada

  • La capital instala chivatos 'termográficos' que detectan fiebre en el Consistorio y en las dependencias de Los Mondragones para reforzar la seguridad de usuarios y de los funcionarios

Las cámaras termográficas instaladas en el Ayuntamiento

Las cámaras termográficas instaladas en el Ayuntamiento / Jesús Jiménez / PhotographersSports

Son tiempos difíciles, prácticamente imposibles, y en los que más vale tirar de refranero para lidiar con la locura del coronavirus. Es decir, que más vale prevenir que curar y que toda prevención es poca contra el coronavirus. De ahí, que el Ayuntamiento de Granada instalara hace unas semanas unas cámaras termográficas tanto para ciudadanos que van a hacer gestiones a las dependencias de la Plaza del Carmen como para los funcionarios que asisten cada día a su puesto de trabajo. Unas cámaras que miden la temperatura corporal y pueden servir tanto como advertencia de fiebre y, por tanto, un posible positivo como para arreglar un desaguisado.

"El dispositivo está preparado para que cuando alguien sobrepase los 37,5 grados se ponga rojo y salte el chivato acústico y luminoso", señala Paco Bolívar, agente de la Policía Local que está siempre en el control de entrada de la puerta del Ayuntamiento. De esta forma, las personas que vayan a hacer papeleos a la Plaza del Carmen tienen que mirar a la cámara para certificar que no tienen fiebre.

Por otra parte, los funcionarios ya tienen otra cámara dentro en la zona donde fichan y también se han instalado cámaras en las instalaciones municipales de Los Mondragones.

"Lo de ponerse rojo y encenderse la alarma es algo que pasa unas cuantas veces cada día", indica Bolívar, quien explica que el protocolo a seguir es indicarle a la persona que llega al Ayuntamiento que salga fuera y se tranquilice durante diez minutos ya que lo más normal es que su 'calentura' corporal se deba a que le ha dado el sol más de la cuenta, llega nerviosa o con un sofoco. 

Por suerte, hasta el momento, los que han vuelto a entrar no han dado fiebre. "En caso de que siguieren sobrepasando los 37,5 grados tendríamos que dejarles pasar por ley, pero se les tendría que dar información sobre a dónde se tienen que dirigir y ponerlo en constancia de autoridades sanitarias", detalla el agente. 

También se ha dado el caso de que gente a la que le ha saltado el chivato a la primera no ha querido volver a entrar y en vez de esperar no se han arriesgado a un segundo pase por la cámara termográfica del Ayuntamiento. Todo en un control donde, por desgracia, todavía hay que reprender a más de una persona por no llevar bien la mascarilla o no ser lo obediente que requiere una situación como la actual.

El concejal de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Granada, Francisco Fuentes, asegura que estas cámaras son una "medida de protección más para los ciudadanos y para los funcionarios" dentro de las acciones en materia de prevención de riesgos laborales que lleva meses implementando la capital. El edil asegura que las circunstancias obligan a reforzar todos los puestos y que el objetivo es ir poniéndolas en más edificios municipales.

Asimismo, recuerda que no se le puede prohibir a nadie la entrada pese a superar los 37,5 grados pero que existe el protocolo en el que se le entrega el folleto informativo a la persona intentando que pueda tomar la mejor decisión.

Prueba con un mechero para el chivato visual y auditivo al pasar la temperatura Prueba con un mechero para el chivato visual y auditivo al pasar la temperatura

Prueba con un mechero para el chivato visual y auditivo al pasar la temperatura / Jesús Jiménez / PhotographersSports

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