Granada

Un estudio en el que participa Granada propone revisar el modelo de donación de órganos

  • El modelo propuesto atiende tanto a la capacidad de las políticas de reflejar la preferencia de la mayoría, como a la de no vulnerar los deseos póstumos de una minoría discrepante

Los investigadores David Rodríguez-Arias y Alberto Molina.

Los investigadores David Rodríguez-Arias y Alberto Molina. / G. H.

Un estudio internacional con investigadores de la Universidad de Granada ha propuesto un nuevo modelo en las políticas para la donación de órganos que sea sensible a todas las preferencias y no se base solo en el consentimiento presunto o el expreso que pueden vulnerar deseos póstumos.

Investigadores de la Universidad de Granada, del CSIC, del Hospital Universitario de Canarias y de las universidades de Göttingen y Hamburgo (Alemania) han analizado las políticas de donación de órganos y han propuesto un modelo revisado que busca respetar las preferencias de la mayor parte de la población.

La gestión más común a nivel internacional se apoya en los modelos de "consentimiento presunto", que presuponen que todo el mundo quiere donar si no ha dicho lo contrario, y de "consentimiento expreso", el que afecta a quienes lo han declarado en vida.

Sin embargo, según el investigador principal de este trabajo, el profesor del Departamento de Filosofía I de la Universidad de Granada David Rodríguez-Arias, ninguna de estas vías puede respetar sistemáticamente las preferencias de las personas que no quieren donar pero no lo han dicho.

El modelo propuesto atiende tanto a la capacidad de las políticas de reflejar la preferencia de la mayoría, como a la de no vulnerar los deseos póstumos de una minoría discrepante.

Para ello, propone métricas basadas en el conocimiento de las personas sobre la política de consentimiento vigente en su país, el grado de apoyo a esas políticas y las preferencias respecto a la donación de órganos, que pueden converger o no con lo establecido por el modelo.

El estudio ha combinado ese grado de conocimiento de la norma, el acuerdo con el modelo y si hay más opciones y ha concluido que las personas que no querrían donar como presuponen los modelos por un interés general tienden a no hacer nada para remediarlo.

El trabajo pretende ayudar a los gestores de la salud y políticos responsables de las medidas de salud pública a justificar las decisiones que adoptan.

"Poder demostrar que el modelo de consentimiento para la donación es conocido, está respaldado por la mayoría y no vulnera masivamente los intereses de las personas es una forma de mostrar a la sociedad que, al tomar decisiones por el bien público, los políticos no han sido arbitrarios, sino que realmente representan las preferencias de la ciudadanía", ha concluido el investigador.

El estudio se ha elaborado con los datos de una encuesta a más de 2.000 estudiantes de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España y Grecia. Los autores han reconocido la complejidad de acomodarse a todos en la gestión de la donación de órganos pero han abogado por no ignorar las preferencias de las minorías disidentes para que sus derechos no se vulneren "en nombre del bien común".

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