Turismo

La hostelería granadina se reivindica: "Mejor cerrados que arruinados"

  • La patronal critica con una campaña las medidas del Gobierno para la fase 1 y alerta de la situación "dramática" para el sector

Cartel reivindicativo

Cartel reivindicativo / G. H.

Sin fase 1 en marcha a partir del lunes no hay opción de que los bares, restaurantes y terrazas de Granada retomen su actividad a partir de la próxima semana. Más tiempo cerrados, con todo lo que conlleva a nivel económico que no es poco, y también para pensar en cómo hacer una desescalada efectiva y que ayude a ir arrancando el motor. No obstante, la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada declaró ayer su particular "estado de guerra" con el hecho de que la mayoría de bares, restaurantes y cafeterías de la provincia "no va abrir" aunque el Gobierno haya ampliado del 30 al 50% el aforo permitido en las terrazas para la fase 1 de la desescalada porque sigue siendo "inviable" económicamente.

La patronal granadina, que aglutina gran parte de los intereses turíticos de una provincia eminentemente turística, realizó ayer una rueda de prensa con la que inició una campaña reivindicativa en contra de las propuestas del Gobierno central para la hostelería. Aunque, paradójicamente, tras el anuncio por la tarde-noche se cumplió lo que los hosteleros han pedido seguir cerrados aunque por diferente motivo. Así, bajo el lema Mejor cerrado que arruinado la Federación de Hostelería sigue recomendando a los establecimiento que no lo hagan según las premisas que ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo central.

La patronal prevé pegar un millar de carteles en los bares y restaurantes granadinos para poner de manifiesto la "dramática" situación que atraviesa el sector de la hostelería y el turismo, que en la provincia genera unos 15.000 empleos directos y unos 22.000 indirectos.

El presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo, Gregorio García, señaló a través de una rueda de prensa por videoconferencia que una de las primeras medidas para que los aproximadamente 6.000 establecimientos que hay en la provincia pudieran abrir sus puertas es la flexibilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), de forma que se pudieran ir sacando los trabajadores en función de las necesidades.

Junto a ello, reclamó pautas únicas y concretas para la apertura y medidas que ayuden a un sector que está en negativo al mantenerse los gastos de alquileres e hipotecas, entre otros costes, pese a estar cerrados desde que se decretara el estado de alarma. También citó la exención de tasas de las terrazas y de los recibos de basura y agua durante todo el ejercicio como otras de las medidas necesarias.

Los hosteleros reprochan además al Gobierno que no dote "al sector de seguridad sanitaria para que por un lado los clientes consumieran y por otro los trabajadores pudieran realizar su labor sin riesgos". Ante esta situación, que consideran "dramática", el sector reclama un "rescate en toda la regla con dotación económica directa y a fondo perdido a las empresas", advirtiendo de que de lo contrario serán muchas las empresas que se irán "a la ruina" con la pérdida de miles de empleos, por lo que no descartan movilizaciones.

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