Sanidad

Una incipiente ‘marea’ en Granada en defensa de la sanidad pública

  • Cerca de 4.000 personas secundan en la capital la protesta por la gestión de la Junta

Vista de la manifestación por Gran Vía

Vista de la manifestación por Gran Vía / José Velasco (Photographerssports)

"No defiendo lo mío, defiendo lo que es tuyo también", le decía un hombre en silla de ruedas a un transeúnte que veía pasar la manifestación 'Por una Sanidad Pública y de Calidad en Andalucía', que ha devuelto a las calles de Granada y de toda Andalucía las protestas en defensa de un sistema de salud fuerte, ágil, y contra el actual momento de colapso que sufren las especialidades y, sobre todo, la atención primaria. Convocadas por UGT y CCOO, pero secundadas por cerca de 40 asociaciones, además de partidos políticos, alrededor de 3.000-4.000 personas, de forma oficial, aunque inflado el dato hasta los 10.000 por los organizadores, el centro de la capital volvió a ser una voz en defensa de la salud recordando viejas reivindicaciones del pasado.

Juan Martín, secretario general de UGT en Granada, advirtió antes de la salida de la concentración que desde su sindicato temen que a final de este mes se puedan perder otros 12.000 contratos en la sanidad pública que finalizan contrato como sucedió en octubre del año pasado. Por su parte, su homólogo de CCOO Daniel Mesa, dice que los datos de la Junta sobre contratación de personal son "oscuros" y que detrás de las intenciones del Ejecutivo de Juanma Moreno se esconde un "intento de privatización de la sanidad pública".

También hablaron Noel López, el hombre de confianza del candidato socialista a la Junta Juan Espadas, y el presidente del PSOE provincial, José Entrena, que mostraron el apoyo del partido a la manifestación ante los "oídos sordos" de Juanma Moreno ante el "problema sanitario" que hay en la comunidad. "Es una manifestación justa y necesaria", dijo López, que pidió al presidente Moreno que escuche a todos los sectores de la sanidad para solucionar los problemas de acceso a la misma. Por su parte, José Entrena reveló la situación de "desamparo" que le hacen llegar los alcaldes socialistas de la provincia en el acceso a la sanidad pública y el "sufrimiento" que están teniendo los ciudadanos.

La comitiva comenzó a recorrer a mediodía el corazón de la ciudad desde Puerta Real hasta los Jardines del Triunfo, en concreto hasta la delegación de la Junta en la provincia de Granada instalada en el edificio de La Normal, donde se procedió a leer un manifiesto donde se ha pedido una sanidad pública financiada con fondos necesarios para acabar con las desigualdades en salud, una humanización del sistema con atención presencial, con un apartado especial para abordar las enfermedades asociadas por razones de sexo; accesibilidad y reducción de la brecha digital, que los usuarios tengan espacios de decisión, y donde la prevención y promoción de la salud sean protagonistas.

La marcha suscitó en debate entre los ciudadanos que asistían a la misma "desde fuera". Un grupo de mujeres de edad madura no se unieron a la manifestación pero por lo que hablaban bien podrían haberlo hecho, ya que una explicaba que era porque "la sanidad está muy mal" a la que otra respondía que era "verdad" y una "vergüenza" tener que esperar semanas para coger cita con el "médico de cabecera". Sin embargo, dos hombres lo veían todo con más incredulidad: "Es que la sanidad cuesta muchísimo dinero y la gente no quiere pagar tantos impuestos".

Y dentro de la manifestación, quienes sufren lo que consideran un deterioro notable de la sanidad andaluza. Luisa dice que nunca se cansará de pedir un sistema de salud público y lo defenderá desde su silla eléctrica. Mientras avanzaba con ella sostenía la pancarta de su organización. "Quiero defenderla para que no sea algo privado y no un negocio. No nos atienden en condiciones. Me dan pequeños infartos cerebrales pero dicen que no tengo nada. Pero el ánimo no falta", cuenta con fuerza.

Igual que Antonio, que pese a andar con esfuerzo con sus muletas, grita las consignas de la manifestación. "Soy minusválido y necesito unas botas para poder andar y voy a hacer más de un año para poder tenerlas por una cosa que se llama ‘visto bueno’", cuenta Antonio, que lamenta que deba contar con la aprobación de un médico que se está extendiendo en tiempo para poder contar con ellas. "No tiene sentido que el año pasado tuviera que protestar para que me dieran unas bota y el médico no me haya visto aún", añade mientras avanza a duras penas por Gran Vía. "La sanidad también es tuya", le dice al periodista antes de seguir.

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