Granada

Seis meses de coronavirus en Granada: del enigmático caso del 9 de febrero a los casi 400 positivos de julio

  • El primer contagio reconocido ahora sería una persona que llegó a curarse, pero que debió de pasar la enfermedad un mes antes de la gran expansión del virus en marzo. ¿Ha sido este mes de julio el preludio de una oleada similar? 

El primer caso de una persona de Granada infectada de coronavirus está registrado el 9 de febrero pasado, más de un mes antes de que hubiera evidencias de la expansión de la pandemia en esta provincia. Sin confirmación con prueba PCR, ese paciente local que aparece en las estadísticas como curado debió de pasar la enfermedad sin ser detectado o en lejanas latitudes. 

Las estadísticas que publica la Junta de Andalucía a través de su página de Informe Covid-19 señalan que en Andalucía han registrado (aunque sea por estudios posteriores) más casos de coronavirus a primeros de febrero, incluso con  pruebas PCR y con pacientes que fueron hospitalizados. El de Granada no llegó a ingresar en ningún centro sanitario. 

Entre finales de ese mes de febrero y los primeros días de marzo sí se reconoció ya la presencia del coronavirus en Andalucía, con casos de contagio local. Salvo en Granada, una provincia que tardó mucho tiempo en dar cuenta de los primeros contagios (12 de marzo) y fue una de las últimas de España. No obstante, los registros que ahora se hacen públicos reconocen que en este lugar no sólo hubo un caso aislado a primeros de febrero, sino que comenzó a haber un goteo de contagios desde al menos el 9 de marzo, con pacientes que tuvieron que ser hospitalizados. Ese día ya consta que una persona estaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de uno de los centros de Granada. 

Mapa de casos de coronavirus registrados el 11 de marzo Mapa de casos de coronavirus registrados el 11 de marzo

Mapa de casos de coronavirus registrados el 11 de marzo

El desconocimiento que se supone que en aquellos momentos había sobre estos casos posteriormente confirmados fue letal para el sistema sanitario, porque tanto el personal de los servicios de atención primaria como el de los hospitales, incluyendo las UCI, estuvo en contacto con pacientes infectados sin tomar las medidas de protección necesarias. 

En la provincia de Granada, hasta ahora, hay casi 1.400 personas con profesiones de riesgo que se han infectado de coronavirus durante estos meses de pandemia. Además, casi mil de ellos son trabajadores de los centros sanitarios. Profesionales médicos, de enfermería o de cualquier servicio de atención a la salud de las personas coinciden en que aquellos primeros días de atención a pacientes sin diagnosticar fueron claves para la posterior difusión del virus.   

De aquellos esporádicos casos que se han podido confirmar más tarde entre febrero y marzo, la provincia pasó a una explosión de infectados que llegaron casi a la vez, y a los que solo era posible hacer pruebas si los casos eran graves, por la escasez de test. Así, del único caso registrado el lunes 9 de marzo, el viernes de esa misma semana se pasó a 26, y el martes siguiente (17 de marzo) ya eran 53, el jueves 76 casos... Pero cuatro días después, el lunes, ya eran 114, y 129 el jueves de esa misma semana. 

El problema no vino sólo con la llegada masiva de personas infectadas de coronavirus, sino que la mayoría de ellos requerían hospitalización. Según los registros de la Junta, el primer ingreso fue el del paciente del 9 de marzo, que llegó a estar en la UCI, aunque luego consiguió curarse. A partir de ese día, la progresión no fue geométrica ni aritmética, fue una avalancha. Los días que más personas fueron trasladas al hospital son el 26 y el 27 de marzo, con 75 ingresos cada jornada. 

El problema más grave para los hospitales llegó con la saturación de las UCI y tuvieron que improvisarse plazas para los más críticos en quirófanos y en las unidades de reanimación, dado que el resto de la actividad asistencial y quirúrgica para otras enfermedades había quedado reducida al mínimo. Hubo días, como el 23 de marzo, en que los pacientes de Covid-19 ingresaron en estas unidades de diez en diez, una situación que se iba haciendo insostenible hasta que la presión comenzó a bajar justo después de Semana Santa, a mediados de abril. 

Y las muertes tampoco tardaron en llegar después de aquellos primeros casos desconocidos entonces y que se han registrado después. Los dos primeros fallecidos en Granada por Covid-19 están declarados el 12 de marzo, cuatro jornadas antes de que trascendiera la muerte del paciente que en ese momento se consideraba la primera víctima mortal. Pero ese día (15 de marzo) ya habían ocurrido 10 decesos a lo largo de la semana anterior a causa del coronavirus. A partir de ahí, cada jornada era terrible, con cifras que llegaron a los 16 muertos diarios el 24 o el 30 de marzo.

¿Ha sido julio el preludio de otra oleada similar? 

La evolución de los casos de coronavirus por semanas en Granada hasta el 31 de julio La evolución de los casos de coronavirus por semanas en Granada hasta el 31 de julio

La evolución de los casos de coronavirus por semanas en Granada hasta el 31 de julio

El alivio que siguió a esa primera oleada de la pandemia a partir de mediados de abril dio lugar a la desescalada del confinamiento y del estado de alarma. Pero casi a finales de junio y, sobre todo en julio, llegaron los brotes de la enfermedad a Granada. A lo largo de este último mes, la provincia ha registrado más de 370 casos confirmados con pruebas PCR (a falta de sumar la última jornada), una cifra que contrasta con los 119 de junio y los 81 de mayo. Pero que también está lejos de los 952 casos de abril y los 1.423 de marzo (y eso que en aquellos meses no se podían confirmar todas las sospechas por falta de recursos para hacer pruebas). 

Con estos datos, es obvio que hay un repunte grande, pero no se parece al fulgor de aquellos momentos de la primera oleada, que llegó de improviso y sin rastreadores, como ahora, que se afanan por controlar los famosos brotes y detectar los contactos de cada nuevo caso que surge, incluso con asintomáticos que engrosan los registros.

En este mes de julio, además de esos cerca de 400 positivos, ha habido una treintena de hospitalizaciones (24 hasta el 30 de julio) y sólo un caso de ingreso en la UCI. También se ha registrado una sola muerte, señalada el pasado 7 de julio. Es el periodo mensual con menos defunciones por Covid-19 desde el inicio de la pandemia, pues en junio hubo dos fallecidos y en mayo otros dos. En abril se dieron 105 muertes y en marzo 178. 

Un aspecto clave en las bajas cifras de fallecidos, hospitalizados y pacientes graves en UCI, con relación a las altas tasas de nuevos contagios, es que ha bajado mucho la edad de las personas afectadas. Apenas se han detectado positivos recientes entre los ancianos de más de 85 años, que fueron los más afectados durante los meses duros de la epidemia. Los jóvenes de hasta 29 años, incluso niños, han aparecido con más frecuencia en las estadísticas de nuevos contagios y por eso las instituciones han puesto el foco en ellos mediante el control del ocio nocturno. 

En los últimos días se ha producido otra variación de la epidemia, esta vez en el ámbito geográfico. Si a lo largo de los primeros meses fue la zona Sur, con la Alpujarra y la Costa, la menos afectada por los contagios de coronavirus, los brotes empiezan a concentrarse ahora en municipios costeros, sobre todo en Motril. La capital granadina y su área metropolitana han sido puntos negros de Andalucía durante la primavera, han concentrado buena parte de los primeros brotes de verano (tras el esplendor de la desescalada, las primeras reuniones sociales y familiares y la llegada de viajeros), pero el desplazamiento de su población con las vacaciones ha dado lugar a una bajada drástica de los nuevos contagios en la última semana. Lo malo es que el virus ha hecho el mismo recorrido que los veraneantes.

Sea o no ésta la misma situación de pre-oleada de la pandemia que se vivió entre febrero y marzo de forma soterrada, la realidad es que el virus está más presente en Granada ahora que hace un mes. El 1 de julio había en la provincia 129 casos activos y con los datos cerrados del 30 de julio, la cifra es de 479 personas contagiadas y localizadas que aún no han superado la enfermedad. El crecimiento ha sido del 271% en apenas 30 días.  

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