Granada

La ciudad de las mil etiquetas

  • Granada continúa acumulando nuevas distinciones en su objetivo por mejorar su proyección internacional. El deporte se une ahora al binomio ciencia y cultura

Reunión para apoyar la capitalidad cultural de Granada 2031

Reunión para apoyar la capitalidad cultural de Granada 2031 / Álex Cámara

Los anuncios en el mismo día de que Granada ha salido elegida como una de las cuatro Ciudades Europeas del Deporte 2019 -un sello del que hace cinco días no se sabía nada- y de que el Ayuntamiento está dando los primeros pasos a través para la declaración de Patrimonio Mundial de todo el casco histórico son dos noticias simbólicas de la fiebre que hay por aglomerar distintivos internacionales durante los mandatos. Unos proyectos que sirven para mejorar la promoción turística y proyectar la imagen de una ciudad a nivel nacional y mundial, pero que también esconden un marcado interés político de darle sentido a una estrategia de gobierno, además de para dejar un legado y, cómo no, intentar posicionarse de cara a una campaña. Y es que no es de extrañar que estas iniciativas florezcan cuando unas elecciones esperan a la vuelta de la esquina.

Tal es la motivación por parte de las instituciones de ponerle apellidos a Granada  que, en los últimos años, se han ido amontonando numerosas marcas alrededor de la urbe. Se trata de catalogaciones como las de ciudad de la cultura, que engloba a su vez las submarcas de la música y la literatura, o ciudad de la ciencia, donde se incluyen microsellos como el de la astrofísica, la tecnología o la salud, entre otros. A todo esto ahora hay que sumar el título deportivo de última hora.

ASPIRACIÓN CULTURAL

Una de las grandes preocupaciones en la agenda de Francisco Cuenca desde que llegó a la Alcaldía de la capital ha sido revitalizar el viejo sueño de la Granada cultural con el objetivo de que el sello sea una realidad en el proceso abierto para el año 2031. Una catalogación, la de Granada  Ciudad Europea de la Cultura, que es uno de los pilares del programa político de Cuenca y que reverbera constantemente en sus discursos ante los medios.

En la última semana y media se han ido conociendo aspectos más concretos del proyecto de la capitalidad cultural de 2031 como que Granada está preparando la creación de una batería de museos en los que sustentar dicha candidatura, al mismo tiempo que se está consolidando el respaldo del empresariado de la ciudad para impulsar la iniciativa. Antes se han dado otro pasos como ir recabando diferentes apoyos a nivel local, andaluz y nacional o ir perfilando el eje central de la propuesta en las disciplinas de literatura y música.

De hecho, Granada ya ostenta el reconocimiento de la Ciudad de la Literatura que le otorgó la Unesco en 2014, cuando fue incluida en la Red Internacional de Ciudades Creativas de la Literatura bajo el mandato de José Torres Hurtado y la batuta de Juan García Montero cuando era concejal de Cultura. Este nombramiento, que es para toda la vida, en la práctica está sirviendo para la creación de talleres y de actividades tales como el Tres Festival, el apoyo a la Feria del Libro, la visita de escritores de talla internacional así como para programas de residencias de escritores.

Asimismo, el sello se puede ver en diferentes librerías de la ciudad. Aunque, la marca de Ciudad Literaria sigue muy lejos de sus primeras aspiraciones y, por ahora, más que en hechos concretos su importancia se entiende dentro de la candidatura global de Capital Cultural Europea.

Junto a la literatura, Granada  también está buscando su distinción como lugar puntero en la música. De hecho, el actual equipo de Gobierno socialista ha querido llamar la atención de esta idea en sus visitas a ferias internacionales de turismo como Fitur. Dentro de esta iniciativa se enmarcan la programación de festivales a lo largo de año que abarquen un abanico diverso de estilos musicales así como la creación a su vez de otra minimarca como es la de Ciudad del Rock, un proyecto impulsado por el Ayuntamiento en consenso con un amplio número de representantes de grupos y responsables de establecimientos musicales.

CIENCIA E INNOVACIÓN

Otra etiqueta oficial que guarda Granada es la de Ciudad de la Ciencia y la Innovación como fue reconocida el pasado marzo de 2017 por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Esta distinción se destina a ciudades líderes en inversión de infraestructuras científicas y tecnológicas. Este proyecto, que como los anteriores del ámbito cultural también cuenta con mesas técnicas de trabajo y programas de actividades, reúne a las disciplinas como la salud, las nuevas tecnologías o la astrofísica. Para ello cuenta con el respaldo de la Universidad y el empuje de centros como el Parque Tecnológico de la Salud, el Parque de las Ciencias y el Instituto de Astrofísica, así como de un clúster como el de OnGranada.

Otro empeño de los políticos de la capital en los últimos años ha sido su intención de convertir Granada en un referente como smart city, lo que en menos cool quiere decir ciudad inteligente y que designa a aquellos sitios que basan su desarrollo urbano sostenible y eficaz para adaptarse a las necesidades básicas de las personas, instituciones y empresas que los habitan. Es decir, utilizar la tecnología y otras herramientas para hacer la vida más fácil al ciudadano con la modernización de los espacios y la utilización respetuosa de los recursos. Algo que, sin duda, cualquier alcalde querría para su ciudad, por lo que la mayoría de municipios se están lanzando a por esta etiqueta  de ciudad inteligente.

TÍTULOS QUE SON REALES

Pero hasta el 2031 o la consolidación de esas 'miles' de etiquetas, hay títulos que ya son una realidad como que Granada es una ciudad eminentemente universitaria, de tapas, abanderada de la malafollá, de Lorca -para bien o para mal-, y de la Alhambra. ¡Ah! Y en lo de no tener trenes también es única.

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