Dos nuevas mesas para la mesa de la integración del tren en Granada: una para la Variante de Moreda y otra para el Cercanías

Si en menos de un año se consiguió que al fin Granada tuviera un contrato que de verdad pusiera sobre el papel un modelo de integración del tren en la ciudad (parcial, eso sí, ya que quedaría la parte de Moreda por definir), el resto del proyecto parece que va a caminar algo más lento. Realmente, la mesa de la integración, que este jueves se ha reunido por primera vez en cuatro meses, ha anunciado la creación de dos nuevas mesas específicas, una para debatir el futuro de las Cercanías entre la ciudad y Bobadilla, y una posible extensión al Aeropuerto, y otra sobre la variante de Moreda, que sin embargo ya se infirió en la reunión del pasado febrero. Por otro lado, la reunión ha dado de sí que se espera que antes de final de año se adjudique el contrato para la "redacción del Anteproyecto de Integración del Ferrocarril en la ciudad de Granada y del Proyecto Básico para la Ampliación y Mejora de la Capacidad de la Estación de Granada", algo que entra en fechas ya que el concurso se cierra el 31 de octubre, lo habitual es que las adjudicaciones tarden entre dos y tres meses. En este caso se va a procurar adelantar lo máximo posible el final de la licitación.

Así que lo que son avances factibles y reales, como responder a las preguntas de qué pasará con las vías entre La Chana, Cerrillo, Maracena y Albolote, el trazado de la variante de Moreda, o cómo será la red de Cercanías que anhela el Ayuntamiento siguen en el aire, al menos, hasta el 4 de noviembre, fecha fijada para la próxima mesa de la integración. Una mesa que dentro tendrá otras dos específicas, una para la Variante de Moreda, y otra precisamente para los trenes de proximidad.

De la primera ya en febrero motivó una primera reunión específica de la que, sin embargo, no se informó de su resultado, pero que ya venía a señalar la complejidad de un futuro proyecto que ya se establecerá, según parece, en una mesa monotemática. De lo que salga de ella ser derivará el proyecto global de la integración y, por ende, el coste total de la obra. Será trazar el futuro de otros dos barrios de Granada y de tres municipios metropolitanos. Pero, hasta el momento, sigue sin derivarse de esta mesa, tras ya casi un año de reuniones, que va a pasar con la segunda fase de la integración.

Es clave porque con ella no solo cambiará una gran parte del urbanismo de la capital y tres pueblos, sino que a efectos ferroviarios, se dará continuidad al Corredor Mediterráneo, permitiendo el tráfico de mercancías entre Antequera, Granada y Almería, puesto que la estación de tren prevista no permitiría el tránsito de este tipo de trenes. Asimismo, se condiciona el urbanismo de los polígonos pertenecientes al municipio de Atarfe, por donde discurriría buena parte de la variante de Moreda. Pero no se ha avanzado en el contenido de esto tampoco.

Fechas de adjudicación

La reunión de este jueves ha servido para establecer también un calendario de movimientos. El Gobierno ha confirmado al menos las fechas en las que Adif celebrará las mesas de evaluación de las empresas que se van a presentar al concurso para redactar, tanto el anteproyecto de la integración (es decir, el canal de acceso entre La Chana y La Rosaleda), como la nueva estación de la ciudad. El concurso público está abierto desde junio y se cerrará el próximo 31 de octubre. Tres días después, el 3 de noviembre, se celebrará la mesa administrativa en la que se advertirá de los errores y las rectificaciones de esta índole a las aspirantes a hacerse con el contrato. Una vez culminado ese proceso, el 19 de diciembre, con la bocina cerca de sonar, se abrirán las plicas para proceder a las evaluaciones económicas. Lo que Gobierno, Junta y Ayuntamiento han expresado es la voluntad de que Adif no se demore y que, dentro de los plazos, los acorte lo antes posible. Si la adjudicación logra hacerse antes de finales de año, la empresa contratada tendrá un mes para firmar el contrato e iniciar su redacción, que durará 44 meses, según la licitación.

El propósito del Ayuntamiento es acompañar en todo momento a la empresa adjudicataria para que se contemplen todos los detalles y mejoras que se han propuesto desde el Consistorio, que según ha recordado este en una nota, son "favorecer la movilidad, la permeabilidad entre barrios o mejorar la conexión con el Área Metropolitana". Según ha afirmado el concejal de Urbanismo de la capital, Enrique Catalina, “el objetivo es agilizar los plazos y sumar también recursos humanos y técnicos, ya que somos conscientes de la complejidad que tiene la definición del proyecto”.

El dinero

El Ayuntamiento también ha instado a iniciar de "manera urgente" los trabajos del convenio de integración. Este es otro de los quids de la cuestión: quién paga la obra. Para el tipo de proyecto que desea el Gobierno, este podría asumir entre el 70 y el 80% del coste los trabajos, mientras que Junta y Ayuntamiento se dividirían el 30 o el 20% sobrante. Aun así, no hay aún montante total de lo que costará la construcción, ya que aún no hay proyecto redactado, ni está contemplada la línea de Moreda, contemplada en el proyecto global final pero no en el que está ahora en concurso público.

En este punto, el edil de Urbanismo ha señalado que es "absolutamente necesario que se avancen los trabajos para definir el proyecto, ya que se trata de parte del Corredor Mediterráneo". “Se trata del último tramo que no cuenta con un proyecto ya definido y decidido, y que además condiciona el espacio de mercancías, cuyo traslado desde el centro de la ciudad, es una condición que el Ayuntamiento planteó desde el primer minuto y que también condiciona la futura ampliación del área logística de MercaGranada", dijo Catalina. En el caso de las Cercanías, “los objetivos del Ayuntamiento son que acerque y conecte la Azucarera, como proyecto estratégico de la ciudad de la mano de la Universidad de Granada; dar acceso a la Bobadilla y valorar la conexión con el aeropuerto”. El Ayuntamiento sí ha planteado mejoras sobre su idea inicial.