La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, reconoció que “estamos preocupados” con los presupuestos de la Junta y la prórroga de las cuentas del Estado. “Estamos viendo con la Consejería y los rectores” cómo será el “reparto” entre las universidades públicas andaluzas, que fueron muy críticas cuando se hicieron públicas las cuentas regionales. Desde la Junta se comunicó a las universidades andaluzas que podrían hacer uso de los remanentes no afectados para realizar sus presupuestos. Aranda señaló que el pasado 1 de septiembre recibió por escrito la autorización de Hacienda para recurrir a esos remanentes.

Sobre el modo en que se reparte el presupuesto andaluz, Aranda indicó en el desayuno informativo en el que analizó algunas de las claves del curso académico que el que está en vigor “nos ha perjudicado seriamente” y ejemplificó que el sistema actual va “al peso”, en función del número de alumnos matriculados en los grados.La UGR mantiene, desde hace años, la necesidad de que el modelo de financiación tenga en cuenta los resultados y la eficiencia.

A falta de concretar el reparto presupuestario, la propia rectora ya había hecho público que 70 millones del presupuesto de universidades “no está claro” de dónde deben salir.

Sí adelantó que las cuentas de la Universidad deberían crecer el próximo ejercicio con respecto a éste por cuanto que tienen que hacer frente a los acuerdos pactados en mesa sectorial con los sindicatos. En este 2019 el presupuesto aprobado por la UGR asciende a los 424,2 millones de euros. Ahora deben afrontarse los compromisos firmados que, en un principio, implicarán un aumento presupuestario de cara al próximo ejercicio 2020. Según los cálculos ofrecidos por la propia rectora en el inicio del pasado curso 2018/2019, la UGR necesitaría unos 45 millones más de los presupuestados entonces por la Junta. Aranda justificó este aumento en la necesidad de abordar reformas y mantenimiento en las infraestructuras que componen la Universidad y que se reparten en tres campus, Granada, Ceuta y Melilla. En el caso de Granada, son “emergencia”, y así lo ha vuelto a recordar la rectora, el módulo de Escultura y la biblioteca de Filosofía y Letras y también se prevé acometer un plan de eficiencia energética.