Los sueldos que recibirán los concejales del Ayuntamiento de Granada, en función de la dedicación total o parcial a las tareas municipales que les sea concedida, se ha convertido estos días en la piedra angular de la negociación que está teniendo el gobierno de Cs y PP con los grupos municipales de la oposición (PSOE, Vox y Adelante) de cara al próximo pleno de organización que se ha de celebrar en pocas jornadas y que servirá para establecer todo el funcionamiento de la próxima corporación.   

Se ha hablado mucho en las últimas semanas de un posible "veto" de la oposición al nuevo gobierno municipal en minoría que se escenificaría en ese próximo pleno de organización, donde quedan constituidas las nuevas áreas municipales, los cargos de confianza, la representación política en las comisiones y empresas participadas o la novedosa creación de la vicealcaldía para el popular Sebastián Pérez, entre otras muchas cosas.

Al ejecutivo de Cs y PP le hacen falta al menos tres votos más para sacar adelante toda la nueva composición, pero su supuesto socio natural, Vox, ya manifestó su malestar tras la investidura (por el posible incumplimiento de un pacto de gobierno) y hasta ha llegado a amenazar con una hipotética moción de censura, para lo cual ha pedido al PSOE que de un paso adelante y lo demuestre con una posición contraria durante el próximo pleno de organización.

Pero el gobierno municipal es consciente de que en sus manos hay una carta muy valiosa que podría decantar el voto a favor de cualquiera de las formaciones en la oposición: las dedicaciones exclusivas de los concejales. Desde la entrada en vigor de la ley de grandes ciudades, no todos los ediles electos de un ayuntamiento pueden quedar liberados en sus trabajos y cobrar sueldos íntegros para el ejercicio de la política. En Granada sólo pueden tener este régimen exclusivo 18 de los 27 ediles de la corporación. El resto, solo pueden llegar a tener una dedicación máxima del 75%. Esto es sinónimo de poder, porque supone tener a más o menos gente dedicada a la tarea política.

Para asignar las dedicaciones exclusivas, tienen prioridad todas aquellas personas con tareas de gobierno, que en esta situación serían 11 concejales, 7 del PP y 4 de Ciudadanos. El resto, los otros 7 sueldos íntegros se repartirían entre los ediles de la oposición, teniendo en cuenta que lo normal es que cada uno de los grupos tenga como mínimo a su portavoz en esa situación de liberado. PSOE, Vox y Adelante Podemos-IU se repartirían esas asignaciones en función a su representación municipal.

Según fuentes municipales, los socialistas podrían estar negociando un cuarto edil liberado, mientras que Vox y Adelante se jugarían tener dos en cada caso. También entra en las negociaciones el porcentaje de dedicación que tendrían el resto de ediles, pues podrían estar liberados para la tarea política en diferente proporción (hasta el 75%) y en este aspecto, como en todos, afecta el reparto del presupuesto total destinado a la remuneración de los cargos políticos.

En cualquier caso, este asunto está siendo en las últimas horas el punto más caliente de las negociaciones entre los grupos de la oposición y el gobierno, aunque algunos de ellos oficialmente sostengan el discurso de que su posición en el pleno de organización dependerá de cuestiones más amplias como el aumento global del gasto por el incremento de tenencias de alcaldía o los criterios para la asignación de cargos de confianza.