Los toreros, por encima de los toros en la tercera de abono de la Feria del Corpus

Las dos sustituciones que se han producido, de momento, han salvado, si es que se puede salvar, la Feria del Corpus de este 2024. El pasado viernes, David Fandila 'el Fandi', que actuó por José Mari Manzanares, y ayer, Miguel Ángel Perera, que hizo lo propio en sustitución de Morante de la Puebla, consiguieron subir un poquito el listón del ciclo taurino granadino que está bien bajo.

Capítulo y reflexión aparte, los toros que han presentado las tres ganaderías actuantes en las corridas a pie. Es necesario dar una pensada a este asunto, pues en las tres corridas celebradas no ha salido ni un solo toro en toda la feria que no haya querido coger el olivo, aparte de faltos de fuerza, raza, transmisión y casta.

En la tarde ayer, Miguel Angel Perera justificó su presencia en Granada. El diestro extremeño salió decido ante sus dos oponentes. Al primero le instrumentó un excelente quite por chicuelinas y cordobitas. Comenzó la faena de muleta de rodillas, pero tuvo que incorporarse de inmediato porque el toro no admitía ese pase. Desde los medios y con la mano derecha logró dos buenas tandas con pases circulares. Después, y aunque de inicio el toro protestó, logró meterlo en la capaza toreando al natural, con un pinchazo y una estocada trasera dio con el toro en tierra, lo que le valió la primera oreja de la tarde.

En su segundo, cuarto de la tarde, Perera tuvo bastante trabajo para templar la embestida brusca del manso, destacando varias tandas a pies juntos en el centro del ruedo. Con la espada no estuvo tan fino. Mató de media y entera desprendida, pero la faena fue premiada con una oreja tras aviso.

Talavante luchó con el peor lote de la corrida. Su primer toro se paró nada más comenzar la faena y al diestro le fue imposible dar dos pases seguidos. Tuvo que abreviar y matar de varios pinchazos y estocada defectuosa.

Con su segundo, quinto de la tarde, Talavante cogió la muleta con doblones por bajo, para salir a los medios. Allí anduvo tirando del toro en busca de sacarle algunos muletazos, viéndose obligado a pisar terrenos comprometidos, logrando algún destello al natural. Pinchazo hondo y entera que le sirvieron para tocar pelo, una oreja.

Cerró el cartel el sevillano Juan Ortega, que lució en ambos toros con el capote, al primero por delantares y al segundo a la verónica. Con la muleta, en su primero, tercero de la tarde, inició pegado a tablas, saliendo después al tercio para realizar la faena en redondo, despacio y con pasión, pese a que el toro flojeaba en su embestida, lo intentó también por el pitón izquierdo, pero ahí el animal protestó. Mató de estocada arriba y cortó su primera oreja.

En el último de la tarde, Ortega tuvo que hacer parte de la faena cerca de chiqueros. El morlaco se rajó de inicio, pero en esa zona consiguió varios pases clásicos de este torero con la mano derecha, al natural tomaba bien el pase de querencia, pero el de contraquerencia se quedaba debajo de la muleta y ponía en aprietos a torero. Buenas estocada que fulminó al animal. Su premio, otra oreja, que le valió para salir a hombros junto a Perera.