Infraestructuras

El tren de nuestros nietos: la conexión entre Granada y Puerto de Motril no se hará al menos hasta 2050

Receración del tren Granada-Motril

Receración del tren Granada-Motril

Europa es un entramado complejo. Si a veces es difícil ponerse de acuerdo entre dos, entre 27 países distintos es bastante complicado. Pues algo de eso le ha pasado a la conexión ferroviaria entre Granada capital y el Puerto de Motril, que se ha quedado fuera de la planificación de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) con la aprobación de un nuevo calendario de actuación que fija que la red básica, de la cual forma parte el Corredor Mediterráneo pasando por Granada desde Antequera hasta Almería, debe estar acabada para el año 2030, mientras que la red básica ampliada tendrá que estarlo en 2040 y la red global en 2050. Se prioriza, pues, la finalización de las obras en los corredores ferroviarios ya planificados, incluyendo como gran novedad la llegada de estos hasta Ucrania y Moldavia, en cuyas fronteras acababa el plan europeo de transporte de viajeros y mercancías en altas prestaciones. También se da preferencia al uso de energías renovables en la red global en el plazo de seis años.

De hecho, lo que ha hecho Europa es rechazar todos los planes de obra nueva propuestos por los países de la Unión y aprobados por el pleno del Parlamento europeo el pasado mes de abril, donde además del tren Granada-Puerto de Motril, también estaba incluida la mejora de la infraestructura para conectar por tren Granada y Córdoba a través de Jaén. "No nos ha gustado pero vamos a seguir peleando para que entre en futuras revisiones", ha lamentado la Eurodiputada granadina del PSOE, Clara Aguilera a Granada Hoy.

El acuerdo se alcanzó en la madrugada del lunes al martes, lo cual refleja las dificultades para alcanzar acuerdos. Según Aguilera, fue la Comisión Europea la que rechazó todas las propuestas de nuevas infraestructuras ferroviarias para los corredores en desarrollo porque son proyectos que "no se han estudiado técnicamente". Tampoco ha entrado en la planificación el tren Málaga-Marbella, otra de las conexiones históricamente más reclamadas en Andalucía, ni la recuperación de la línea Guadix-Baza-Lorca, que ni siquiera entró como enmienda a la planificación en el Parlamento europeo del pasado abril.

Aun así, a pesar de la mala noticia para Granada, la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea se congratuló del acuerdo provisional con el Parlamento Europeo para dar luz verde a la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) para que la red básica esté acabada para el año 2030.

El nuevo calendario de la RTE-T también fija que la red básica ampliada tendrá que estar terminada en 2040 y la red global en 2050. El Gobierno español defiende que el objetivo principal de la nueva legislación es "impulsar el desarrollo de una red de transporte fiable y de alta calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa sin interrupciones físicas, cuellos de botella ni eslabones perdidos".

En concreto, el Gobierno hace especial hincapié en la finalización de las secciones transfronterizas de los Corredores Atlántico y Mediterráneo, justo los que están en peligro tras los retrasos anunciados en Francia.

Asimismo, el reglamento revisado recoge que el Corredor Mediterráneo recupere su longitud máxima, llegando hasta la frontera con Ucrania, una posición que el Ministerio de Transportes ha estado defendiendo durante las negociaciones. Así, el Mediterráneo será el único corredor que recorre Europa de oeste a este por completo.

"La Red Transeuropea de Transporte supone un claro compromiso por parte de todos los Estados miembros en el cumplimiento de los plazos establecidos para completar la red, especialmente en aquellos tramos transfronterizos incluidos en los Corredores", aclara el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

Asimismo, remarca que el reglamento dispone de instrumentos para respaldar este compromiso, reforzando el papel de los coordinadores de los corredores europeos de transporte.

No obstante, aún se trata de un acuerdo provisional. Ahora, los trabajos sobre el texto proseguirán a nivel técnico y, una vez concluidos, la Presidencia española transmitirá el texto a los representantes de los Estados miembros para su aprobación.

Posteriormente, el texto se someterá a la revisión jurídico-lingüística antes de ser adoptado formalmente por los colegisladores (Consejo de la Unión Europea y Parlamento Europeo) y entrar en vigor.

Más allá del ámbito ferroviario, el texto reconoce el papel de los puertos y del transporte marítimo de corta distancia con la creación del Espacio Marítimo Europeo, el despliegue de soluciones como los eco-incentivos y garantizando la interconexión con las regiones ultraperiféricas como las islas Canarias.

En la carretera se establecen normas para el despliegue de aparcamientos seguros y áreas de descanso, cumpliendo con el compromiso con el sector del transporte por carretera de mejorar la seguridad y condiciones de trabajo.

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