Levante-Granada CF La crónica

El Granada CF sale achicharrado de la prueba de fuego ante el Levante (3-1)

Antonio Puertas pugna con un jugador del Levante

Antonio Puertas pugna con un jugador del Levante / Agencia LOF (Valencia)

El Granada CF salió achicharrado de la prueba de fuego del Ciudad de Valencia. Perdió por 3-1 ante el Levante en un partido que casi todo lo que deja son malas noticias. Era una reválida, un duelo decisivo y el avión de vuelta regresa lleno de pesimismo.

Derrota y ‘gol average’ perdido ante un rival directo que ya te saca cinco puntos en la tabla, más lejos del ascenso directo, la mala racha a domicilio se sigue alargando, pésimo inicio de partido con 2-0 en contra en apenas un cuarto de hora, paupérrimo segundo tiempo tras la reacción del primero para llegar 2-1 al descanso.

Hay más. Problemas a balón parado con dos tantos recibidos, resultado que pudo ser peor, mañas prestaciones de la mayoría de jugadores, inexplicable tardanza de Paco López a la hora de hacer los cambios, sin mover el banco hasta el minuto 78 cuando el choque lo demandaba muchísimo antes. En definitiva, chasco gordo.

El inicio de partido del Granada fue desastroso. A los 17 minutos ya perdía de 2-0 fruto de su pésima salida al campo y de que, esta vez, la moneda VAR con manos en el área salió cruz.

Los compases iniciales presagiaban lo que podía ocurrir, con un par de entradas locales peligrosas por la derecha y un gol anulado, vía VAR, a Wesley por fuera de juego en el inicio de la jugada de Cantero. Un rebote en Melendo había dejado al punta local solo ante Raúl Fernández.

La tragedia que se intuía se confirmó en los siguientes cinco minutos. El Granada no olía la pelota, la medular no existía y el Levante llegaba con facilidad. El 1-0 se fraguó en un envío largo a Wesley, que ganó en el salto a Cabaco. Ricard rompió el fuera de juego y no pudo ganar en la carrera a Cantero, que batió con un potente chut a Raúl Fernández.

Muy poco después, el propio Ricard todo el balón con la mano tras un cabezazo de Postigo. Tenía el brazo extendido pero abajo. Vicandi entendió desde Las Rozas que era penalti y Trujillo lo señaló tras visitar el monitor. Menudo dúo. Campaña engañó en la pena máxima a Raúl. 2-0.

Lo mejor que le pasó al Granada fue su reacción. Tan buena que marcó el 2-1 en el minuto 20 y pasó a dominar con claridad el partido, llegando al área con relativa asiduidad. Hasta entonces sólo lo había logrado con un intrascendente balón largo a Jorge Molina cuando iban 0-0.

El tanto rojiblanco nació en un buen movimiento en el área del veterano atacante. La defensa rechazó el tiro de Melendo y el segundo remate de Carlos Neva acabó en gol ante un Cárdenas que ofreció poca oposición.

La tecla que tocó Paco López para que cambiara la decoración del choque fue retrasar a Víctor Díaz para jugar con tres centrales y liberar a Ricard y Carlos Neva en los carriles. Los dos se mostraron muy activos, sobre todo el zurdo.

Tuvo el propio Neva el empate, que evitó Cárdenas con una parada casi fuera del área. En pleno aluvión visitante de juego, no llegó por centímetros en el 34’ Ignasi Miquel para rematar en el primer palo una jugada de estrategia en córner. Petrovic y Callejón también pusieron a prueba a Cárdenas.

Parada de Raúl Fernández ante Cantero Parada de Raúl Fernández ante Cantero

Parada de Raúl Fernández ante Cantero / Agencia LOF (Valencia)

Tal y como se puso el choque, pocos rojiblancos pusieron objeción al 2-1 del Levante al descanso, sobre todo porque en los instantes previos al intermedio espabilaron los locales a partir de recuperar la posesión del esférico.

Raúl Fernández apareció salvador ante dos tiros de Cantero, el primero más ‘parable’ y el segundo a bocajarro con el meta vasco firmando una sensacional intervención para evitar el 3-1.

La reanudación

Entró bien el Granada al segundo tiempo, aunque sin crear ocasiones y con un Levante que con el paso de los minutos se asentó bien en el campo hasta dar la sensación de tener el choque controlado.

De Frutos no culminó bien el ataque local. En el otro lado del campo estuvo a punto de rematar Jorge Molina el centro de Ricard. Pasaban muchas menos cosas en la segunda parte que en la primera, y eso no era bueno para el Granada.

Melendo, el alma ofensiva del Granada, entraba en juego con cuentagotas. Y también eran escasas las llegadas rojiblancas. Antonio Puertas remató dentro del área contra un defensa.

La bajada de ritmo, las interrupciones, el cansancio… todo lo que cobraba protagonismo favorecía a los locales. Y, encima, Paco López tardó más de la cuenta en tratar de agitar el avispero, ya que no metió cambios hasta el minuto 78, pese a que el devenir del choque los demandaba mucho antes.

El problema, como otras veces le pasó a Aitor Karanka, es que en ese momento el partido ya iba 3-1. Otro gol en contra en un saque de esquina mal defendido. Víctor Díaz, pese a no haber nadie que le estorbara, remató contra su palo y el rechace lo aprovechó Bouldini, que llevaba segundos en el campo, para sentenciar el choque.

De poco sirve hacer cuatro cambios a la vez cuando quedan apenas diez minutos y estás con dos goles en contra. Te hace falta un milagro para rascar algo. Y lo que pasó es que casi marca el Levante el cuarto.

Frenazo en seco en Valencia. Ni el Granada dio la talla y Paco López estuvo acertado en su vuelta a casa. Con partidos así, y sin reaccionar fuera, el ascenso es imposible. Ahora vienen al Nuevo Los Cármenes Ibiza y Andorra. Igual todo se ve diferente dentro de quince días.

 

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