Hace poco más de un año, el Granada CF sacó in extremis un punto del Heliodoro Rodríguez López cuando tenía un jugador más sobre el terreno de juego y se dejó remontar. La suerte, en aquella ocasión, le sonrió pues Jorge Sáenz anotó en propia puerta el tanto del empate en el minuto 92. Este viernes, en el mismo minuto, el Tenerife empató dejando con la miel en los labios a los rojiblancos, que saborearon los cuarenta puntos en su haber pero que se van de vacaciones con 38. Un bagaje más que satisfactorio y que pocos podían imaginar.

Sin embargo, pocos peros se le pueden achacar a los de Diego Martínez. Quizá, que tuvieran algo más de ambición en la segunda parte asustando a su rival que dejó muchos espacios atrás. No se logró y el conjunto de José Luis Oltra se vino arriba liderado por un Joao Rodríguez que fue el protagonista de casi todas las acciones ofensivas de los chicharreros.

Mal inicio

Y eso que el choque no empezó bien para los visitantes. El 'Tete', como se le conoce al Tenerife en la isla, pareció tener una marcha más en el arranque ante un Granada CF que no conseguía hilvanar su juego de toque con el que los medias puntas se encuentran cómodos. Pero cuando uno es líder y tiene el nivel de confianza con el que cuenta a día de hoy el bloque que dirige Martínez, una acción puede cambiar el duelo. Y así fue.

Momento en el que Antonio Puertas remata para hacer el gol del Granada CF.

Corría el minuto diez cuando una gran presión en la salida de balón del Tenerife de Nico Aguirre permitió al argentino robar el cuero y cedérselo a Fede Vico, que filtró un pase interior para Puertas. El almeriense, en el área y tras ver que nadie le apretaba, se giró con tranquilidad y golpeó cruzado para batir a Dani Hernández rompiendo así su sequía, que alcanzaba ya diez jornadas sin marcar.

Dominantes

El tanto le dio otro aire a los rojiblancos, que pasaron a dominar por completo, moviendo el cuero con criterio, lanzando contras cuando se podía o simplemente tocando hasta encontrar la mejor opción para sorprender a su rival. Y eso que no estaba sobre el campo Ángel Montoro, al que un problema personal provocó que el míster no lo alineara de inicio. Pero sí estaba San Emeterio que, una vez más, cuajó un gran encuentro bien acompañado por Nico Aguirre, que volvió a la titularidad realizando un buen trabajo en el eje sobre todo a nivel defensivo.

Con Vico en plan estelar y Vadillo dejando gotas de su calidad, cada vez que se asociaban en línea de tres cuartos pasaba, algo aunque es cierto que Dani Hernández no tuvo excesivo trabajo pese a que los acercamientos sí fueron continuos. Por contra, el cuadro canario tan sólo generaba peligro en las acciones a balón parado o en alguna contra liderada por Suso pero siempre se encontraba con un seguro Rui Silva, que volvió a dejar la puerta a cero en el primer acto.

Menos control

Pero el panorama cambió tras el paso por vestuarios. Los visitantes no pasaban excesivos apuros pero ya no llegaban con tanta alegría a las inmediaciones de Dani Hernández. Fue Joao Rodríguez, un joven colombiano de 22 años cedido por el Chelsea, el que comenzó a aparecer y de qué manera. Suyas fueron las mejores acciones del Tenerife, siempre partiendo desde la izquierda. Lo intentó en el 46' y dos minutos después se plantó solo ante Rui Silva pero el portugués evitó el empate con los pies. Sus incursiones provocaron que Martínez moviera el banquillo para refrescar el centro del campo, primero dando entrada a Montoro para tener más balón y posteriormente agotar los cambios con Alberto Martín. Antes había entrado Pozo.

En la primera llegada al área el Granada CF se adelantó y a partir de ahí cambió el choque

Desatado

Sin embargo, el joven sudamericano estaba desatado y lo intentaba de todas las formas. Las salidas no eran tan claras sobre todo tras el bajón de Vico, que realizó un gran encuentro. Pozo le dio otra aire a los rojiblancos que tenían a un Adrián Ramos que le daba mucha salida a sus compañeros cuando recibía, aunque desesperado por las faltas que Alberto y Sáenz le hacían y que Pizarro Gómez no señalaba. Tampoco se asustaba en ataque y eso se terminó pagando pues los de Oltra se lanzaron a tumba abierta y encontraron su premio en el 92' tras un saque de banda. Montañés recibió en el área, aguantó a su par y cedió de tacón para que, quien sino, Joao rematara alojando el cuero en las mallas de Rui Silva que vio cómo el cuero le pasaba por entre las piernas.

Se perdieron dos puntos. Son cosas del fútbol. El mejor escribano también echa un borrón y éste, para el Granada CF, llegó en el descuento. Como hace dieciséis meses.