Granada CF

Rossi, el genio y la figura

  • Socarrón, provocador, ofensivo y preciosista, la fama de duro del argentino chocó con una carrera de entrenador que siempre iba hacia adelanteLa huella del Granada CF en la mayor competición del mundo

Ni siquiera llegó a completar su única temporada en el Granada CF. Terminó la Liga con el equipo en Primera pero a Candi le duraba todavía el susto en el cuerpo y prescindió de él para la Copa. Eso no fue obstáculo para que Néstor Raúl Rossi, 'Pipo' para todos, el Flaco cuando le pegaba al cuero con la banda de sangre de River, sea uno de los entrenadores más recordados de la historia del club rojiblanco.

Solo hacía falta tirar de hemeroteca para encontrar los halagos y las odas que le dedicaron informadores y ex jugadores cuando Rossi falleció hace once años en la Buenos Aires que le trajo al mundo. En un artículo del periodista Ramón Ramos, Fernández, Ñito y Martos, granadinistas históricos, enumeraron algunas de sus anécdotas y de sus logros con el Granada CF con un evidente golpe de nostalgia. Contaban cómo trataba de picar a los jugadores rivales cada vez que se acercaban a su banquillo, la retranca porteña cuando en los restaurantes de la ciudad le ponían platos que no sabía ni cómo se comían (¿cómo es que el gazpacho se toma frío?, le sucedió una vez en el chapado Sevilla), o su fuerte temperamento, que le hizo enfrentarse alguna vez a la prensa, a los árbitros, o incluso a Candi cuando le negó el fichaje de un preparador físico. Un detalle ahora nimio, pero que marcó el final anticipado de la trayectoria de Rossi en el Granada CF.

Rossi tuvo al Granada tercero pero su sintonía con Candi no era buena al negarle fichajesRossi estuvo en la gira del Millonarios que hizo que Bernabéu se fijara en Alfredo di Stéfano

Aquel equipo empezó la Liga como un tiro y firmó una de las mejores primeras vueltas de la historia del club en la máxima categoría. El objetivo de la directiva al ficharle era ese, consolidar al equipo en la zona alta de la clasificación. Rossi lo estaba consiguiendo, con un equipo de juego alegre, que no se arrugaba en casa ni fuera de ella, que mantenía el estilo tanto en el Bernabéu como en el Camp Nou. En ambos escenarios el Granada mereció más e incluso en Barcelona, el público terminó pidiendo la hora. Los rojiblancos llegaron a estar terceros y al final del primer ciclo ocupaban la cuarta plaza. Sin embargo, ya se vislumbraban algunos problemas que acabaron afectando al final de la Liga. El equipo marcaba poco y además se vino abajo físicamente por la ausencia del preparador largamente demandado por el bonaerense. El Granada acabó manteniendo la categoría con antelación, pero la relación Candi-Rossi estaba deteriorada incluso desde el mes de octubre, cuando el presidente también le negó el fichaje de Viberti, quien acabó siendo leyenda en el Málaga.

La fuerte personalidad de Rossi siempre acompañó su carrera, tanto en los banquillos como en la cancha. Se dice de él que fue uno de los futbolistas más expulsados de la historia en una época en la que no existían las tarjetas. Antes de ser el Pipo fue el Flaco, apodo que le pusieron en el gran River Plate de los años 40. Con la franja se llevó dos Ligas argentinas antes de marcharse al Millonarios de Colombia, un equipo de galácticos de la época que destrozó el mercado. En aquel equipo coincidió con Alfredo di Stéfano en la gira que les trajo a España, y mediante la cual Santiago Bernabéu echó el resto para llevarse al jugador que cambió la historia del club blanco.

Rossi y Di Stéfano eran amigos. Compartían confidencias y el mito madridista cambiaba siempre el tono cuando hablaba de él. El Pipo regresó a Argentina para vestir la franja para luego reservarse los dos años finales de su carrera para el Huracán, equipo del barrio de Parque Patricios donde nació.

Antes de ello jugó su único Mundial, el del 58 en Suecia, que marcó el regreso de Argentina a la Copa del Mundo tras 24 años de ausencia. La albiceleste volvía, además, como campeona de América y con figuras como Corbatta, Varacka, Labruna y el propio Rossi. Pero aquel no era el Mundial de una selección algo avejentada, fuera de onda en una Copa que encumbró a Pelé con solo 17 primaveras, sumisa ante la campeona vigente Alemania, y vapuleada por una Checoslovaquia que opositaba al subcampeonato de 1962. Lástima que en la flor de su carrera, Europa se desangrara y no se jugaran Mundiales.

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