Granada CF

Los dos bastiones de la casi imposible salvación del Granada CF

Así fue el primer entrenamiento de José Ramón Sandoval en el Granada CF

Así fue el primer entrenamiento de José Ramón Sandoval en el Granada CF / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

La llegada de un nuevo entrenador a un equipo siempre aporta cosas nuevas, un aire fresco y necesario tras la destitución del anterior. Independientemente del difícil contexto en el que llega a Los Cármenes José Ramón Sandoval, donde tiene poco o ningún margen de error, son varios los aspectos tanto deportivos como humanos donde el equipo debe dar un paso adelante de la mano del nuevo dueño del banquillo nazarí.

En situaciones como esta, de extrema urgencia, lo primero es mejorar el factor personal y mental. Un líder debe ejercer su liderazgo desde la confianza, el contacto y la motivación a los jugadores, que al fin y al cabo son los que van a ganar, empatar o perder el partido. Cuantos más estén enchufados mejor, más aún tras el amplio mercado invernal que hizo el club donde varios jugadores han terminado en el banquillo, como Maouassa, al que se le acusa de falta de forma y resistencia y lleva tres partidos sin saltar al césped, y Corbeanu o Arezo, cuya participación se cuenta con cuentagotas y con un papel secundario. Al menos Jozwiak lleva dos encuentros seguidos en la titularidad, habrá que ver ahora con Sandoval si sigue así.

El primer paso ya esta dado, y es que el primer mensaje de Sandoval en su presentación parece realista, honesto y ambicioso. El nuevo entrenador del Granada –el tercero esta temporada- trató de transmitir toda la energía positiva que le caracteriza a la plantilla que hereda desde su primera sesión al frente, de poco más de una hora, que tuvo lugar este martes por la tarde en Los Cármenes después de que el madrileño mantuviera un encuentro con los futbolistas tras haberse presentado ya antes incluso de hacerlo ante los medios de comunicación.

El nuevo entrenador granadinista tiene unos diez días para trabajar con su nueva plantilla y romper su mala racha de resultados pues son ya nueve jornadas sin ganar, sólo ha vencido en total en dos ocasiones, y empatado ocho encuentros con 30 goles a favor y 58 en contra. En contraposición, el Cacique se quedará sin reencontrarse con la parroquia gaditana, ya que fue jugador del club amarillo entre 2005 y 2007.

Primer paso

El entrenador del Granada considera crucial recuperar el ánimo y elevar la autoestima en el vestuario. Es necesario devolver la confianza en el objetivo del equipo, y eso implica establecer metas a corto plazo y avanzar paso a paso. El primer desafío, fundamental, es el partido en el Nuevo Mirandilla. El Cádiz representa un rival directo, y no será posible recuperar la motivación en el vestuario si no se consigue la victoria ante este equipo amarillo. “Mi primer objetivo es alcanzar al Cádiz. Tenemos que ir a ganar allí. Nos jugamos mucho. Esto es para valientes. Tenemos que salir a ganar, no podemos especular”, apuntaba Sandoval en su presentación como nuevo entrenador granadinista.

Aunque el equipo amarillo está exactamente en la misma situación pero con ocho puntos de ventaja, la victoria es su único objetivo teniendo en cuenta que Celta y Rayo ganaron la última jornada y en la próxima se enfrentan entre sí. En el mismo fin de semana se enfrentarán, respectivamente, decimoquinto contra decimoséptimo, y antepenúltimo contra penúltimo. Una jornada que puede comenzar a decidir la Liga por la parte de abajo.

Cosas a mejorar

Tras dar el primer paso, que es darle ánimos, vitalidad y energía a un equipo para que crean realmente que pueden salvarse y dar lo máximo a nivel personal, lo necesario para sumar, preferiblemente de tres, es no encajar gol. El talón de Aquiles este año para Paco López en su momento y hasta hace nada para Medina también. Tras el solitario gol de Raíllo que dejaron la victoria en Son Moix y la portería a cero del Almería, que sumó su primera victoria en el debut de Pepe Mel en una situación aún más dramática que la del Granada o cualquier otro equipo de la historia de Primera División, para los rojiblancos ya son 57 las ocasiones en que ha recogido el balón del fondo de su portería, haciéndolo el equipo con peor defensa del campeonato con un partido menos (el de Los Cármenes contra el Valencia pospuesto por el incendio).

La vulnerabilidad defensiva es un problema crónico que ha afectado al Granada desde el inicio de la temporada. Esto se debe en parte a una planificación de la plantilla que no priorizó el refuerzo de la zaga tras el ascenso. A los defensores que mostraron solidez el año pasado, respaldados por un Raúl Fernández confiable, apenas se les sumaron en verano Jesús Vallejo, quien ha tenido una participación limitada con solo tres partidos disputados en la campaña actual, Manafá, cuyo rendimiento fue casi un cero a la izquierda antes de su salida en enero, y Álvaro Carreras, utilizado principalmente en labores ofensivas hasta su cesión. Además, no se realizaron incorporaciones en la portería, donde tanto el Zamora de la Segunda División como André Ferreira han experimentado dificultades, especialmente el portugués.

Matteo Tognozzi lideró una renovación en invierno, sumando a Bruno Méndez, Kamil Piatkowski y Maouassa a la defensa, y reforzando la portería con Augusto Batalla y Marc Martínez. Aunque Méndez y Batalla aportaron solidez inicial, la defensa sigue mostrando debilidades. Los nuevos defensores tienen más sombras que luces, con Maouassa siendo titular solo por lesión y Miquel conservando su puesto a pesar de la competencia de Piatkowski.

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