Granada CF

El juego, el mercado, la dirección deportiva y la planificación del Granada no convencen

Gumbau en el duelo ante la Real Sociedad.

Gumbau en el duelo ante la Real Sociedad. / Efe (San Sebastián)

La goleada encajada por el Granada CF en San Sebastián ante la Real Sociedad, maquillada a última hora con los tantos de Lucas Boyé y Bryan Zaragoza, dejó en evidencia los problemas defensivos que tiene a día de hoy el conjunto entrenado por Paco López. Encima, el choque coincidió con el primer día tras el cierre del mercado de fichajes que no dejó precisamente satisfecho ni al técnico valenciano ni a la afición rojiblanca.

Seis han sido las incorporaciones realizadas por la dirección deportiva que encabeza Nico Rodríguez, una cifra para muchos insuficiente. Tres de ellas han sido para la defensa (Manafá, Vallejo y Álvaro Fernández), dos en el centro del campo (Gumbau y Gonzalo Villar) y una en ataque con la llegada de Boyé. Pero han sido las no salidas las que han condicionado la planificación.

El papel de Paco

El técnico de Silla, en la previa del primer encuentro de liga ante el Atlético de Madrid, a la pregunta sobre si creía que el Granada CF de la primera jornada no se iba a parecer en nada al del mes de septiembre, declaró que “seguro, estoy convencido que así será. Necesitamos refuerzos para tener una plantilla más competitiva”. Sin embargo, desde aquella comparecencia únicamente llegó Lucas Boyé, tras la salida de Samu, y a última hora Álvaro Fernández, un prometedor futbolista de tan sólo 20 años y sin experiencia en la élite. Cerrado el mercado, se encuentra con un plantel de jugadores entre los que hoy futbolistas con los que no contaba en un principio como Famara Diédhiou o Shon Weissman, y a los que tendrá que emplear porque no le queda otra. Sin duda, el papelón de Paco López al que se debe enfrentar nadie lo hubiera esperado.

La situación

El límite salarial que ha impuesto LaLiga condiciona, y mucho, a los clubes y el Granada CF no es una excepción. Muchos se preguntan qué refuerzos habrían llegado de no haber pagado Samu su cláusula de rescisión. Las miradas están puestas por un lado en la dirección deportiva (también en la dirección general) y, por otro, en Weissman, que finalmente no salió liberando así masa salarial para poder hacer más movimientos. Sin embargo, pocos reparan que el delantero israelí, que en enero poco menos que si no firmaba por el Granada era imposible ascender, llegó porque los que mandan le ofrecieron un contrato irrechazable.

Encima, al lograr el objetivo de regresar a Primera División, había que adquirir sus derechos de forma obligatoria pero, pese gastarse nada menos que cuatro millones de euros entre cesión y compra, más su cuantioso sueldo, comenzó la pretemporada y el objetivo era buscarle una salida. El ariete no tiene culpa alguna de una mala planificación y de tirar con pólvora de rey. De aquellos polvos vienen estos lodos. Ahora toca reintegrar en la dinámica a un delantero internacional que no ha cumplido con las expectativas pero no queda otra.

La estructura

El sistema de juego empleado en San Sebastián, o la estructura como le gusta decir al entrenador granadinista, no salió precisamente bien. Aunque en el Cívitas Metropolitano dio cierto resultado aunque se terminó encajando tres goles, lo cierto es que no es la primera vez que con el dibujo de tres centrales y dos carrileros el equipo da la sensación de no sentirse cómodo, goles en contra aparte. Es un estilo de juego que requiere de mucho tiempo de adaptación, un central que sea rápido (algo que no se tiene en la plantilla salvo Vallejo que está lesionado) que pueda corregir posibles errores de sus compañeros, y dos carrileros que den equilibrio tanto en la fase defensiva como en la ofensiva. Y ni Neva ni Callejón, que han sido los dos futbolistas que han ocupado las bandas en ambas salidas, han ofrecido esas prestaciones. Además, condiciona el ataque pues si se quiere jugar con dos puntas, la medular queda reducida a tres futbolistas y, por ejemplo en el Reale Arena, se vieron obligados más a tratar de frenar las embestidas del rival que de construir. Veremos en el regreso de la competición si se sigue insistiendo en la misma idea de juego.

Minipretemporada

La liga en Primera División afronta el primer parón de la temporada como consecuencia de los compromisos internacionales y al Granada CF le va a venir bien. Ya no volverá a competir hasta el próximo lunes 18 de septiembre cuando reciba en el Estadio Nuevo Los Cármenes al Girona, el equipo revelación del campeonato y actual segundo clasificado con 10 puntos de doce posibles. Quince días para realizar una minipretemporada y mejorar el estado físico de futbolistas como Torrente, Vallejo, Manafá o Villar. Weissman, Uzuni y Álvaro Fernández se irán con sus selecciones, por lo que no podrá contar con todo el plantel como hubiera querido el cuerpo técnico pero, al menos, podrá trabajar con tiempo.

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