Getafe-Granada CF | La pizarra

El Granada CF ofrece un nuevo ejemplo de escaso acierto ante el arco contrario

Borja Mayoral se impone por alto a Sergio Ruiz.

Borja Mayoral se impone por alto a Sergio Ruiz. / Agencia LOF (Getafe)

El Granada CF volvió a evidenciar en el Coliseum de Getafe su poca capacidad goleadora. Una vez más, acusó el poco acierto en el área rival, cuando llega claro, y a eso sumó errores defensivos además de mala suerte, como el segundo tanto encajado o el penalti fallado por Uzuni.

Alexander Medina realizó tan sólo un cambio con respecto al equipo que jugó el pasado lunes ante el Atlético de Madrid y fue por obligación. La baja por sanción de Lucas Boyé fue suplida por Matías Arezo, que tuvo así la oportunidad de demostrar que la cesión a Peñarol le vino muy bien. El resto del once fue el mismo, con una zaga compuesta por Ricard Sánchez, Bruno Méndez, Ignasi Miquel y Carlos Neva. En la medular, el trivote que tanto le está gustando al uruguayo (Gumbau, Sergio Ruiz y Gonzalo Villar) con Bryan en banda y Uzuni con libertad.

Dudas

Unas de las claves cuando cualquier equipo se enfrenta a un rival entrenado por José Bordalás son los duelos directos y las segundas jugadas. El técnico lo sabe y ante el estilo que quiere imponer el ‘Cacique’ en el cuadro rojiblanco, saliendo jugando desde atrás, presionó muy arriba obligando a su rival a hacerle dudar. Si jugaba en corto, como suele hacer, un error en la salida podía costar muy caro. Si lo hacía en largo, y sin Boyé sobre el verde que suele bajar hasta melones, lo normal es que se llevaran todos los balones divididos. Como así fue.

Eso provocó que fueran los del Sur de Madrid los absolutos dominadores del choque en su primera mitad. Atosigaron a los visitantes que no lograron, pese a tener mayoría en el centro del campo, imponer el ritmo que más convenía. Todo lo contrario. Quedaron a merced de un equipo que no tiene grandes estrellas pero que sabe perfectamente a lo que quiere jugar y lo ejecuta a la perfección.

Facilidades

A buen seguro que los dos analistas que tiene Medina en su cuerpo técnico eran conscientes que el mayor peligro de los azulones era Greenwood. Aún así, campó a sus anchas. Trajo en jaque a Carlos Neva, que no contó precisamente con la ayuda de sus compañeros cuando le encaró. Así, a los 10 minutos, Batalla ya evitó el 1-0 ante Borja Mayoral despejando con los pies el remate de cabeza del exmadridista. Fue el primer aviso. Al segundo, Greenwood recibió en la medular, se giró con suma tranquilidad, avanzó sin que nadie le presionara, Neva reculó demasiado y permitió que disparara con tan mala fortuna que el cuero rebotó en Ignasi Miquel y sorprendió al arquero argentino.

Nulo en ataque

Si el partido ya era complicado de por sí, con esas facilidades se puso aún más. Porque la reacción del Granada CF fue inexistente. Para evitar perder en zonas complicadas, que no fueron pocos los balones que entregaron al rival, optaron por enviar en largo a Arezo que ante Alderete lo tuvo muy complicado. Eso provocó que ni Uzuni ni Bryan Zaragoza intervinieran en el juego apenas. Sólo un disparo del malagueño, que buscó desde el vértice del área el palo largo, fue lo más destacado de un equipo sin profundidad, al que le cuesta un mundo generar ocasiones de gol porque para ello hay que salir de campo propio y eso fue lo primero que le costó.

Mala suerte

Y para colmo de males, una cesión de Sergio Ruiz a Augusto Batalla terminó en el 2-0. El ex de San Lorenzo de Almagro se resbaló en el peor momento y cuando se levantó, en vez de atrapar el cuero con la mano lo que hubiera supuesto un libre directo en el área, optó por golpear con la izquierda con Borja Mayoral encima, que se llevó el esférico y anotó a puerta vacía. Los tres disparos a portería del Getafe en el primer acto se saldaron con dos goles y uno que evitó el guardameta argentino casi milagrosamente. Enfrente, el Granada CF ni asustó a David Soria, que vivió plácidamente.

Ni de penalti

Tras el paso por vestuarios, se ve que Alexander Medina estaba satisfecho con el rendimiento de sus jugadores. No hizo cambios buscando una reacción de su equipo en los primeros minutos. Mejoraron algo los rojiblancos y llegaron a gozar de un penalti a favor por manos en el área en una acción a balón parado que Uzuni falló a los 59 minutos al estrellar en cuero al palo derecho de Soria. Melendo entró en el terreno de juego por Gumbau, retrasando Villar su posición para tratar de asociarse con el catalán y se consiguió.

El Getafe decidió dar un paso atrás, pertrecharse y tratar de sorprender a la contra. Es cierto que el Granada movió el balón con más criterio. Fue más ambicioso y gozó de varias ocasiones, como un disparo de Melendo que el portero local envió a córner. Fue en el primer disparo a portería entre los tres palos, exceptuando el penalti marrado. Llegó en el minuto 79. Eso lo dice todo. Seis partidos de ocho con el uruguayo en el banquillo sin marcar es un dato demoledor. Poco más se puede decir.

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