La resaca | Deportivo Alavés - Granada CF

Un rayo de luz en mitad del bochorno

Abqar intenta evitar una incursión de Bryan.

Abqar intenta evitar una incursión de Bryan. / Agencia LOF (Vitoria)

Este sí es el Granada que todos quieren. Un equipo reconocible, intenso y con las ideas claras desde el principio. Y sobre todo, con un plan de Paco López que esta vez salió casi perfecto.

A pesar de ello, el arranque del encuentro no pudo ser peor. Los locales salieron con mucha intensidad y a los 17 segundos, Miguel tuvo el 1-0 tras un error grosero de Miguel Rubio que permitió a Luis Rioja pisar área y ceder a su compañero, que no estuvo acertado ante André Ferreira, que volvió a vestirse de corto después de 31 jornadas desde que se lesionara ante la UD Las Palmas en la derrota en el Gran Canaria.

Nervios

Posteriormente, el Granada pasó a dominar y ahí fue cuando comenzaron a surgir dudas y aparecieron nervios en los babazorros. ¿La solución de Luis García Plaza? Atosigar al cuarto árbitro a base de protestas cuando era su equipo el que frenaba a los rojiblancos con faltas tácticas. Un plan sin fisuras.

Fue ahí cuando Shon Weissman vio algo dubitativo a Abqar y subió a presionar para forzar el error del marroquí, dejando el esférico en las botas de un Uzuni que estuvo más listo que nadie para provocar el penalti de Antonio Sivera.

El dominio era granadinista, tal que llegó a tener un 62% de posesión y eso hizo que ir detrás de los rivales desesperara a los vitorianos.

Vestuario

El Deportivo Alavés se marchó a vestuarios desquiciado y ahí fue cuando comenzó a jugar su partido, una lástima que no fuera en el terreno de juego, pues ha demostrado ser un equipo fiable durante toda la liga. Paco López desveló en la rueda de prensa posterior al encuentro que tuvo "un mal presentimiento" cuando vio a cuerpo técnico y jugadores del cuadro vitoriano protestar a Caparrós Hernández, encargado de dirigir la contienda.

Si algo tiene el técnico valenciano son años de fútbol. Se olió lo que podía pasar y así sucedió. El colegiado, expulsó por doble amarilla a Sergio Ruiz en menos de diez minutos. La segunda, irrisoria. 

El cántabro protestó una falta clara y el trencilla le mostró la amarilla por la protesta sin ser consciente de que tenía una, ya que fue advertido por varios jugadores del conjunto babazorro. 

El caso es que Caparrós Hernández estuvo dirigiendo el encuentro con firmeza, protagonizando una buena actuación hasta ese instante, en el que se cargó el partido de manera inconsciente.

Para colmo, el Deportivo Alavés igualó el partido en una contra que finalizó Luis Rioja, con falta al inicio de la jugada sobre Myrto Uzuni, en campo local. Ni el propio árbitro, que estaba encima de la jugada, ni desde el VAR, consideraron punible esa acción.

Hay más. En la larga lista de errores arbitrales aparece otro apunte: la roja clara a Villalibre, que tuvo 'Vía Libre'. El futbolista cedido por el Athletic Club asestó un codazo a Ignasi Miquel que no fue sancionado. Era la segunda amarilla, si es que no era roja directa. 

El Granada debería defender su orgullo ante las injusticias arbitrales. Una calamidad que se repite una vez más en una temporada en la que el Comité Técnico de Árbitros se preocupa más en realizar comunicados vacíos en cuanto a sensaciones que de formar correctamente al colectivo.

Incómodos

Fueron los peores momentos de los rojiblancos, que no tuvieron el balón, se mostraron muy incómodos y lo único que pudieron hacer era tratar de frenar las oleadas, en especial de Luis Rioja que hizo sufrir, y mucho, a Quini, que cometió un penalti absurdo al saltar con las manos por delante.

Lanzó Salva Sevilla pero el destino quiso dejarle un espacio a André Ferreira en el escaparte de las imágenes que pueden valer perfectamente un ascenso. Hizo un paradón y así quedó el electrónico.

El punto deja un sabor agridulce; primero de todo, porque queda la sensación de que al Granada no le dejaron competir en igualdad de condiciones y porque los 500 valientes que cruzaron el país merecieron volver con algo más.

Creer

En definitiva, se puede dar por bueno el punto ante toda esta vorágine de acontecimientos en la segunda mitad. Todo pasa por hacer un pleno de victorias y esperar unos resultados que, visto lo visto, podrían llegar. Toca elegir creer.

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